Los años no pasan por Maria Callas y eso que ya ha cumplido más de un siglo. La nueva película sobre la legendaria intérprete, protagonizada por Angelina Jolie, que ya ha sido presentada en el Festival Internacional de Cine de Venecia y en el de Nueva York y está a punto de estrenarse en los cines españoles, la ha vuelto a situar en el primer plano de la actualidad. En el Día Internacional de la Música, seguimos sus pasos por Atenas.
“Solo tienes que escucharla una vez y nunca la olvidarás”, así se refería a la gran Maria Callas el tenor Giuseppe Di Stefano. Es ella misma, interpretando con su voz Casta Diva, de la tragedia lírica Norma, de Bellini, la que recibe a los visitantes en su museo, ubicado en un edificio de cuatro plantas de estilo neoclásico construido en la década de los años 20 en la intersección de las calles Mitropoleos y Petraki, en pleno centro de la ciudad, que antes acogió el hotel Royal, y tiene vistas privilegiadas a la Acrópolis.
Maria Callas nació en Nueva York, aunque su familia era de origen griego. En plena adolescencia, con sus padres divorciados, emigró a Atenas para formarse musicalmente y es aquí donde comienza una carrera musical que la llevaría por todo el mundo. La capital griega y este museo honran la memoria de la que fue una de las cantantes líricas más importantes de todos los tiempos, cuyas actuaciones cambiaron el curso de la ópera para siempre.
Después de tan calurosa bienvenida en la segunda planta, empieza el recorrido por sus distintas salas para descubrir su amplia colección, unas 1300 piezas entre las que encontramos fotografías, documentos, libros, partituras, vestuario de ópera o joyas de la gran diva que son una muestra fascinante de su ilustre carrera y personalidad única.
Gracias a la tecnología, se puede ver recreada una de sus clases magistrales ofrecidas en la Juilliard de Nueva York o el balcón de la soprano de su piso en París, la ciudad en la que está centrado el biopic Maria sobre la mítica cantante, pues fue en la capital francesa donde pasó sus últimos años. Pero también conocer el contexto histórico de su época gracias a documentos audiovisuales o entrevistas que revelan la compleja vida y la personalidad de la gran artista griega.
Descubrir a la Callas, despertar la admiración por la ópera para quienes no estén familiarizados con ella y conocer la carrera de la versátil artista que revolucionó el mundo de la lírica con su rango vocal, su paleta de sonidos, su conocimiento musical y su carisma escénico es el propósito del museo, enriquecido con los fondos y donaciones de instituciones griegas, coleccionistas privados o teatros, como la Scala de Milán, La Fenice de Venecia o la Arena de Verona, donde debutó en 1947.
Antes o después de recorrer todas las salas –incluso participar en algunas de las actividades que proponen– hay que pasar por el Café La Divina, situado en la planta baja, junto a la tienda del museo, y tomar un café, un snack o un after-supllies inspirado en las bebidas favoritas de la gran diva de la ópera.