Playa de El Madero, Costa Quebrada, Cantabria

CANTABRIA

Paradas imprescindibles en la Costa Quebrada, el nuevo Geoparque Mundial de la Unesco

Abruptos acantilados, calas y playas de arena fina, miradores y peñascos de roca modelados a capricho por el viento y el mar para descubrir en este sobrecogedor espacio de gran interés geológico de Cantabria.


10 de septiembre de 2024 - 17:00 CEST

Desde la bahía de Santander hacia el occidente, el litoral cántabro se muestra salvaje, tanto que es conocido como Costa Quebrada, un paisaje sobrecogedor que acaba de incorporarse a la red mundial de Geoparques de la Unesco. Es el primer enclave de la región en tener este reconocimiento que ya poseen otras 15 áreas de España. Es hora de descubrir algunos de sus mejores rincones:

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SENDA COSTERA

Para aprender sobre geología y descubrir en vivo y de un modo sencillo el origen y evolución de nuestra tierra hay que caminar por la sencilla senda costera que entre prados intensamente verdes recorre parte de la Costa Quebrada y se asoma a los acantilados e islotes que el mar golpea sin cesar. Su tramo más vistoso se extiende entre la playa de La Arnía y la de Somocuevas. En ir y volver por la orilla se tarda dos horas, pero las paradas para contemplar el paisaje pueden alargar aún más el paseo.

PLAYA DE LA ARNÍA

El espectáculo geológico que ofrece con marea baja esta playa es uno de los mejores testimonios de la Costa Quebrada, pues forma parte de un antiguo valle fluvial erosionado. Frente a ella está la isla de Castro, a la que se puede acceder en bajamar, y de lado, los islotes rocosos (urros) que vigilan desde el mar su espectacular plataforma de abrasión. Pero muchos conocen la Arnía por el restaurante El Cazurro, que además de espectaculares vistas, es un excelente comedor donde probar sus arroces, platos de cuchara marineros y pescados.

Playa de la Arnía, un tesoro de la geología.

PLAYA DE VALDEARENAS

Este arenal lo tiene todo para ser una de las playas más bonitas de la costa cántabra, especialmente por su privilegiada situación, en pleno Parque de las Dunas de Liencres, el sistema dunar más importante del Cantábrico. Casi tres kilómetros protegidos por un bosque de pino marítimo que fija este mar de arena. Si uno no se atreve con las olas, como hacen tantos surfistas, siempre queda caminar hasta su extremo para ver el bonito estuario que forma el río Pas al desembocar en el mar, formando la ría de Mogro, o desde el mirador del Abra. Una ruta circular recorre todo el entorno.

ORUÑA DE PIÉLAGOS

Son 12 kilómetros hacia el interior lo que separan la playa de la Arnía de este lugar que conserva todavía el viejo puente que durante cuatro siglos fue el único paso sobre el Pas en el Camino Real que unía el puerto de Santander con la Meseta. Bajo sus arcos cruzan angulas, truchas y salmones y también piraguas y tablas de paddle surf que hacen recorridos por las aguas fluviales.

© Cavan Images / Alamy Stock Photo

Faro de Cabo Mayor, inicio de la Costa Quebrada.

FARO DE CABO MAYOR

La entrada de la bahía de Santander la vigila este faro convertido en un centro de arte donde el mar se bate con fuerza contra las rocas y da comienzo la Costa Quebrada. Del Cabo Mayor a la playa de la Virgen del Mar hay 7,5 kilómetros que pueden hacer caminando se recorren sin perder de vista el mar y los acantilados. En el camino, que atraviesa la localidad de Cueto, surgen las apartadas playas del Bocal y Rosamunda, antes de llegar a La Maruca, un lugar de ambiente marinero con sus barquitas amarradas en la pequeña ría de San Pedro del Mar, sus tabernas marineras y su playita rocosa. Una antigua batería hace las veces de centro de interpretación del litoral y cerca de él está el castillo de Corbanera, el molino de mareas de Aldama y el humedal Pozonas de San Román. El paseo concluye en el santuario de La Virgen del Mar, patrona de Santander, enclavado en un islote. 

CUEVA DEL PENDO

En el corazón del valle de Camargo, cerca del pueblo de Escobedo, se localiza esta cavidad Patrimonio de la Humanidad por la Unesco excavada por Marcelino Sanz de Sautuola en 1878, un año antes que Altamira. Posee una especial formación geológica y registros humanos de hace más de 80.000 años, pero su joya es el descubrimiento del Friso de las pinturas, un gran panel de 25 metros de longitud, con 16 representaciones de animales, además de algunos signos, a los que se atribuye una antigüedad de alrededor de 20.000 años atrás (cuevas.culturadecantabria.com).

Playa del Sable de Suances, al borde de los acantilados

ACANTILADOS DE TAGLE

Entre Suances y Santillana del Mar discurre una preciosa senda costera de 5 kilómetros que se asoma a los acantilados de Tagle. Arranca junto al merendero de la playa del Sable y lleva hasta la de Santa Justa, con su característica torre de San Telmo y los Picos de Europa como telón de fondo. Desde Punta Ballota se puede disfrutar de algunas de las vistas más impresionantes del Geoparque, que se extiende también por los municipios de Santander, Camargo, Santa Cruz de Bezana, Piélagos, Miengo y Polanco.

PLAYA DE USGO

El municipio de Miengo tiene su paraíso playero, y es este arenal de grano fino y fuerte oleaje de 300 metros de largo que se conserva un tanto salvaje encajado entre acantilados y vegetación y donde se dan cita aficionados al surf y al parapente.

PLAYA DE LOS LOCOS

Los amantes del surf han encontrado su lugar en esta playa de Suances protegida por acantilados y con poco más de 300 metros de largo. El resto disfruta de ella de otro modo. Desde abajo, de su fina arena dorada y un paisaje enmarcado entre el verde y el azul; desde arriba, de las imponentes vistas que ofrece desde lo alto.