Buckingham no solo es uno de los lugares más emblemáticos de Londres, sino que también ha sido la residencia oficial de la monarquía británica durante años. Una visita ‘casi’ obligada para quienes viajan a la capital británica, ya sea para conocer sus suntuosas salas, los Salones de Estado abiertos al público exclusivamente durante el verano, su reconocible fachada o el famoso cambio de guardia que pocos turistas se quieren perder.
Desde este verano, por primera vez en la historia y tras concluir los trabajos de restauración que han durado más de cinco años y costado millones de euros, la visita ha incorporado un nuevo recorrido, aprobado por el propio Carlos III, al ala que abarca una de sus imágenes más icónicas, la fachada en la que se encuentra el balcón central, donde el monarca y los miembros de la familia real se asoman en sus apariciones públicas desde 1851 hasta la actualidad. ¿Se podrá salir como lo hacen los miembros reales? Tenemos que decir que no, ese seguirá siendo un privilegio reservado solo a los Windsor, pero se podrá contemplar desde una nueva perspectiva hasta ahora desconocida para el público.
Esta desconocida zona se añadió al palacio entre 1847 y 1849 para dar cabida a la creciente familia de la reina Victoria, cerrando así lo que antes había sido un edifico que, como muchos otros palacios, tenía forma de U. La financiación del proyecto se hizo con la venta del Royal Pavilion, refugio costero del rey Jorje IV en Brighton que decoró con tapices y porcelanas del lejano Oriente. Todo el contenido de este pabellón fue trasladado a la nueva ala este, lo que inspiró la temática china de muchas de sus habitaciones.
Los visitantes, acompañados de guías expertos, pueden recorrer, como lo hace la familia real, una serie de salas repletas de obras de arte de porcelana china y japonesa y muebles del siglo XIX de la Colección Real. En ellas es posible visitar:
- El Salón Amarillo, con imponentes pagodas de porcelana china y papel pintado que ha sido cuidadosamente limpiado en la restauración. En esta sala se encuentra también el extraordinario reloj Kylin, que fue desmontado y restaurado por primera vez.
- El corredor principal, de 73 metros de largo, y que ha recuperado el tono verde que tenía en origen. En él se pueden contemplar obras de arte de importantes autores como Thomas Gainsborough, Sir Thomas Lawrence y Franz Xaver Winterhalter.
- La gran Sala Central -desde la que se obtiene la vista del balcón, el Victoria Memorial y The Mall-. A ella pertenece la espectacular lámpara de cristal, con forma de flor de loto, que también ha sido restaurada, lo mismo que los tapices de seda china de esta misma habitación.
Junto a la nueva ala quienes acudan a palacio este mes de septiembre aún pueden visitar los Salones de Estado, 19 magníficas salas que utilizan los miembros de la familia real para sus actos oficiales, amuebladas con algunas de las mejores obras de arte de las colecciones reales. Entres las zonas de visita es posible acceder a salas tan destacadas como:
- El salón del baile, donde se exhibe el reciente retrato del rey Carlos III obra de Jonathan Yeo, el primer retrato oficial del rey desde su coronación.
- La carroza estatal australiana, que normalmente se encuentra en las caballerizas reales y que ahora se encuentra en el pórtico de la entrada principal del palacio.
- El jardín con algunas áreas que en otras ocasiones no se pueden ver, como la casa de verano, el jardín de rosas o la cancha de tenis del palacio.
MUY PRÁCTICO
Los salones de estado y el ala este del Palacio de Buckingham permanecerán abiertos hasta el 29 de septiembre de 2024, de jueves a lunes. Las entradas pueden adquirirse en: www.rct.uk.