Septiembre está a la vuelta de la esquina. Un mes que trae consigo el regreso al colegio, las responsabilidades y la rutina. Sin embargo, hay algunos afortunados que todavía tienen algunos días de vacaciones. Si formas parte de este grupo y todavía no tienes un destino, te presentamos una selección de diez playas que son perfectas para exprimir los últimos momentos de la temporada estival, ¡sin salir de España!
Gran Canaria es una de las opciones más demandadas por los turistas, ya que en cualquier mes del año sus termómetros marcan unas suaves temperaturas que permiten disfrutar de sus encantos naturales. La playa de Maspalomas, unida a la playa de El Inglés, que en realidad son la misma, pero con otro nombre, ofrece a aquellos que la visitan varios kilómetros de arenas blancas y finísimas que miran a un horizonte de un profundo color azul que es casi imposible de olvidar
El Postiguet, situado en pleno casco urbano de Alicante, es una de las mejores playas para pasar unos días en familia, puesto que sus aguas son poco profundas. Además de darte un refrescante chapuzón, esta zona es muy animada y ofrece planes para todo tipos de gustos: desde conciertos de música clásica en el escenario de La Concha, admirar edificios tan bonitos como la Casa Carbonell, o, simplemente, relajarse caminando por su sombreado paseo de palmeras.
¡Deporte y adrenalina! La playa de los Lances es el paraíso soñado para los amantes de disciplinas como el kitesurf y el windsurf, puesto que sus aguas están acariciadas por los vientos del poniente y levante, los cuales crean unas olas perfectas para cabalgar. Además, es un espacio protegido de gran valor ecológico, ya que en Tarifa se pueden avistar ballenas, delfines, orcas, etc.
A los pies del acantilado Maro-Cerro Gordo, uno de los escasos parajes naturales vírgenes de la Costa del Sol, se encuentra la playa de El Maro, una franja de arena gruesa de 500 metros y aguas cristalinas que surge entre cultivos y cañaverales. Un entorno salvaje al que solo se puede acceder en barco o a través de un camino dibujado por el acantilado. Los fans de la serie Verano azul deben saber que al lado de El Maro, en la Caleta de Maro, se rodaron muchos capítulos de la pandilla de Chanquete.
El Saler, a tan solo unos pocos kilómetros de Valencia capital, es una extensísima playa de arena fina en un entorno natural envidiable protegido por dunas. Pero, sin duda, el mayor encanto de este destino es que se encuentra enclavado en el Parque Natural de la Albufera. Un lugar perfecto para desconectar de la rutina, dando un paseo en bicicleta, observando las nidificaciones de las aves que pasan allí el invierno o conociendo el ciclo del arroz que se cultiva en sus aguas. Una manera perfecta de echar la vista atrás y conocer un poco más de esta arraigada tradición valenciana.
El Parque Regional de Calblanque, Monte de las Cenizas y Peña del Águila, popularmente conocido como Calblanque, es un pequeño paraíso virginal en el litoral murciano con pronunciados acantilados, largos y dorados arenales, sierras áridas, dunas fósiles y un mar siempre azul. Todo ello a tan solo cuatro kilómetros de La Manga del Mar Menor. Su mayor reclamo es su mar cálido y cristalino, siendo la Playa Larga la más popular. Un destino ideal para los amantes de la aventura porque también hay numerosas rutas para hacer a pie o bicicleta.
Cadaqués es uno de los pueblos con más encanto de Cataluña. Una localidad pesquera con un vecino ilustre: Salvador Dalí. Una de las fuentes de inspiración del pintor era el faro del Cap de Creus. Para llegar hasta allí hay que recorrer una ruta a pie, de unos 15 kilómetros, bañada por calas, ideales para darse un baño, vegetación salvaje y rocas erosionadas con formas de lo más originales.
La playa de los Genoveses es una de las más espectaculares del Parque Natural del Cabo de Gata, Almería. Se trata de una playa completamente virgen, es decir, está desprovista de servicios y si vas a pasar el día entero allí deberás llevar comida y bebida de casa. Más de mil metros de longitud de arena fina y dorada propia del desierto, aguas poco profundas y una belleza y riqueza natural envidiables.
La playa de Bajo de la Burra, rebautizada como de ‘Las Palomitas’ o ‘Popcorn Beach’, causa furor en las redes sociales por la enorme similitud de su superficie de rodolitos con este rico aperitivo de maíz. Más allá del suelo, aquel que visite esta playa, se deleitará con un abrupto paisaje volcánico, vistas a Lanzarote y unas aguas repletas de leyendas de marineros, piratas y barcos hundidos. Eso sí, hay que tener en cuenta que este es un paisaje frágil y llevarse los rodolitos supone un peligro para su conservación.
Aunque las temperaturas son algo más bajas en el norte de España, hay parajes llenos de magia que no te puedes perder. Entre ellos está la playa de Oyambre, en el municipio de Valdáliga (entre Comidas y San Vicente de la Barquera). Un parque natural de alto valor ecológico compuesto por marismas y sistemas dunares.
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