Sri Lanka es uno de los destinos favoritos de las estrellas. María Patiño, Marta Pombo y Luis Zama, Álvaro Rico, Paula Ordovás, Victoria de Marichalar…han sido algunos de los rostros conocidos que han pasado por este país asiático. La última en conocer este paraíso de naturaleza salvaje y singulares paisajes ha sido Daniela Figo, hija de Luis Figo y Helen Svedin, y su novio, el modelo Beltrán Lozano.
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Daniela y Beltrán se han alojado en el complejo hotelero Uga Ulagalla, en la ciudad de Anuradhapura. Un resort de lujo en un entorno de ensueño, puesto que está rodeado de cinco hectáreas de vegetación tropical. Sus villas privadas tienen piscina, patio privado con tumbonas, videoteca, baño con ducha efecto lluvia y unas vistas impresionantes a sus huertos y arrozales. El hotel dispone de spa y piscina de agua dulce, centro de fitness totalmente equipado y una sala recreativa con juegos como el billar.
Este resort también organiza diversas actividades para sus clientes como paseos a caballo y tiro con arco. Además, tiene un servicio de alquiler de bicicletas, transporte ideal para recorrer la zona. En el restaurante se pueden degustar algunos de los platos tradicionales de la gastronomía local, como las carnes picantes y verduras frescas, así como otras delicatessen internacionales. Manjares que se pueden probar directamente en las villas a través del servicio de habitaciones.
Su segunda ‘casa’ ha sido Taru Villas Kandy, en la ciudad de Kandy, nueve villas totalmente equipadas y con piscina, de estilo elegante, con muebles de madera y decoración cálida. Un oasis de paz que te permite desconectar del estrés de la rutina diaria, puesto que la propiedad está rodeada de montañas y jardines tropicales. Otro de sus atractivos es su variedad culinaria, ya que en su restaurante se sirven platos internacionales (americanos, australianos, asiático, etc).
¿Qué hacer en Sri Lanka?
Aquel que quiera ir a Sri Lanka debe saber que es el lugar perfecto para empaparse de espiritualidad, hacer trekking, deslizarse en tirolina, recorrer en bicicleta las plantaciones de té plagadas de elefantes y darse un refrescante chapuzón en sus playas de aguas cristalinas y arenas claras, entre otros muchos planes. A continuación, algunas de las paradas obligatorias.
En Kandy, el centro espiritual del país, se encuentra la reliquia sagrada del diente de Buda, la expresión de la tradición más genuina de Sri Lanka. Sigiriya o la roca del león, Patrimonio de la Humanidad y una de las joyas arqueológicas más llamativas del llamado Triángulo Cultural, conformado por las antiguas capitales de los reinos cingaleses. Se trata de un gigantesco peñasco de granito que emerge de la jungla en cuya cima el príncipe Kassapa construyó un palacio inexpugnable. Para llegar hasta allí deberás subir 1231 escalones, un esfuerzo físico que tiene recompensa porque en la cima hay unos preciosos jardines con estanques excavados en piedra y frescos de criaturas semidesnudas.
Dambulla, donde ver las cavernas-templos con estatuas y pinturas de Buda. Pollonaruwa y Anaradhapura, ruinas de ciudades inmensas fagocitadas por la selva. Adam’s Peak, uno de los picos más elevados de Sri Lanka, donde la leyenda asegura que está la huella del pie de Buda. Una caminata de siete horas, donde es común cruzarse con monjes y peregrinos, que al finalizar regala a los aventureros una salida del sol perfecta.
En el itinerario no puede faltar una jornada de relax y playa. Mirissa y Unawutuna son perfectas para escapar del tumulto; Hiriketiya, la opción elegida por los sufistas; Polhena, con arrecifes de coral y tortugas marinas, una de las favoritas de los ciudadanos locales; y en el sur Silent Beach y la cala Goyambokka. El Tren del té, un ferrocarril del siglo XIX que va desde Kandy a Ella. Un viaje en el tiempo por unos paisajes naturales deslumbrantes en los que se puede contemplar a las mujeres tamiles, vestidas con sus saris de mil colores, recolectando a mano las hojas del té Cailen, considerado uno de los más exquisitos del mundo.
El verano de Daniela Figo
Daniela Figo está disfrutando de un merecido tiempo de vacaciones antes de comenzar el nuevo curso y retomar sus estudios de medicina. La modelo, de 25 años, está exprimiendo al máximo la temporada estival, puesto que también ha hecho una escapada a Tarifa (Cádiz). En julio, se refugió de las altas temperaturas que azotaban España en Suecia, la tierra natal de su madre, Helene Svedin. En este país nórdico disfrutó de la compañía de su progenitora y sus hermanas, Martina (21), graduada en Farmacia y Fisiología; y Stella, que en 2023 alcanzó la mayoría de edad.
El verano también es la época en la que Daniela y Beltrán, que celebran su cuarto año de amor, aprovechan para estar juntos todo lo posible. Hay que recordar que los enamorados mantienen una relación a distancia, ya que durante el curso escolar ella tiene su residencia fijada en Navarra, puesto que es allí donde estudia el grado de medicina; mientras que él está establecido en Madrid para atender sus compromisos profesionales en el mundo del modelaje.