Elegir como destino de viaje el archipiélago de las Calamian es una forma de asegurarse una inyección de belleza natural, con el aliciente de la escasa explotación turística que aún exhiben estos parajes. Y es que en este remoto lugar no solo descansan las aguas más claras del país sino también un oasis de vegetación tropical que propicia múltiples actividades.
LA MEJOR ÉPOCA PARA VISITAR ESTE ARCHIPIÉLAGO FILIPINO
Si lo que se busca es disfrutar de paisajes exuberantes, menos turismo y precios más bajos hay que ir de mayo a octubre, eso si no importa mojarse de vez en cuando porque es la estación húmeda, aunque eso no significa que sea una lluvia constante. La temporada baja de tifones es de diciembre a mayo.
LAS CALAMIAN, EL SUEÑO DE CUALQUIER VIAJERO
Más de un centenar de islas de coral, selváticas y montañosas, muchas veces separadas tan solo por pequeños canales con todas las gamas del azul. Islas con incontables playas de arena tan blanca como la nieve, pero también con senderos que atraviesan mágicos bosques, cálidas piscinas de aguas sulfurosas y tranquilas aldeas congeladas en el tiempo. Busuanga, Coron, Culion y Linapacan son las hermanas mayores del conjunto y las que sirven de nexo de unión al archipiélago. Especialmente las dos primeras, que confluyen en un bellísimo escenario: las suaves colinas verdes de la primera contrastan con los acantilados escarpados de la segunda que, es tal vez, la única parada obligada en todo tour que se precie. ¿El motivo? Haber sido elegida en varias ocasiones como la mejor isla del mundo.
ISLAND HOPPING O IR SALTANDO DE ISLA EN ISLA
Se toma, pues, la isla Coron (ojo, no confundir con Coron City, en la isla de Busuanga) como punto de partida para este particular island hopping; por cuenta propia, o, mejor, en un paquete organizado con las agencias locales. Todas tendrán a esta isla entre sus prioridades por sus tentadoras bahías, pero también por los encantos que atesora tierra adentro. Entre ellos, el lago tropical de Kayangan, tal vez el rincón más fotografiado. No hay quien no logre maravillarse con este paraje al que se llega tras una corta caminata y cuyas aguas (mezcla de dulces y saladas) han sido catalogadas como las más limpias de Asia. Otros puntos donde darse un grato chapuzón son el lago Barracuda y las lagunas gemelas Twin Lagoons, de intenso color esmeralda.
Para quienes prefieran el mar abierto, su opción será Beach 91, la playa que mejor encarna la idea del paraíso. Una parada ideal antes de aventurarse en el principal reclamo de estas islas: el buceo en unos fondos que, además de vida fascinante, esconden numerosos barcos y aviones japoneses hundidos durante la contienda. Los Siete Pecados, entre Coron y Busuanga, y Skeleton Wreck son dos de los enclaves imprescindibles.
Finalmente, el tour recalará en la isla de Calauit para vivir una experiencia desconcertante: de pronto, cual si fuera la sabana, podrán observarse jirafas, cebras, antílopes, gacelas… y todo un desfile de fauna. La explicación es que algunos fueron traídos desde África, allá por los años 70, para crear una reserva singular que preservara la vida salvaje. Y que, ya de paso, diera lugar a extraños safaris tropicales. Y resulta insólito.
¿CÓMO MOVERSE ENTRE ISLAS?
Si te ha convencido practicar la tendencia del island hopping y moverte entre sus islas puedes contratar un tour en las agencias locales de Coron City. Se trata de excursiones que recorren las islas de los alrededores y que se detiene en puntos específicos para hacer snorkel. Son económicos y el precio incluye la comida, que normalmente consiste en pescado fresco cocinado a la brasa por el propio barquero y acompañado de fruta tropical.