La idea de construir un laberinto vegetal en los Pirineos le surgió a Juan Fanlo en plena pandemia. Este monitor de esquí de Jaca había visto un reportaje del laberinto de Villapresente, en Cantabria, y pensó en hacer uno similar en su tierra, en el valle de Tena, en Huesca y así complementar su trabajo de invierno con una actividad divertida para los meses de verano. Tenía tiempo de diseñarlo y pensar bien cómo llevarlo a cabo. Y en cuanto pudo, se puso manos a la obra.
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Esta nueva atracción turística abrió en el mes de junio y no para de recibir buenas críticas de todos sus visitantes. Cerca de cuatro años ha tardado Fanlo es hacer realidad su sueño. Para ello, comenzó la plantación de unos 4.000 cipreses en una finca familiar formando un recorrido circular con multitud de pasillos y cruces que ocupa más de 5.000 metros cuadrados.
Busca la salida
El Laberinto de los Pirineos se encuentra en Piedrafita de Jaca (el pueblo de Juan Fanlo) y el acceso es muy sencillo. Cuenta con un gran párking para dejar el coche y aunque en la taquilla se pueden adquirir las entradas, la recomendación es hacerlo con antelación por la web para elegir la franja horaria de entrada a este entretenido ‘bosque’ y tener la entrada asegurada. La actividad está pensada para todos los públicos y el recorrido (con éxito) se tarda en hacer entre 30 y 40 minutos, dependiendo de la habilidad de cada cual.
El laberinto tiene una entrada y una salida principales y cinco salidas más de emergencia señalizadas “por si alguien se agobia y necesita salir antes”, según explica su creador. Se recomienda acudir con calzado cómodo para seguir el recorrido entre árboles que miden ya casi dos metros y medios. ¿Y si llueve se anula? No. La actividad puede realizarse con chubasquero, no con paraguas porque algunos tramos son estrechos y te cruzarás con otros visitantes.
Después de superar el reto y encontrar la salida, puedes tomarte un descanso en la cabaña donde se sirven refrescos y algunos snacks o montarte un almuerzo campestre en la zona de picnic a los pies de Peña Telera, con vistas al Embalse de Búbal y al precioso valle de Tena.
Aventuras en Jaca
Esta zona ofrece multitud de planes para hacer en verano, desde infinidad de rutas de senderismo y de montaña a visitas culturales, para amantes de los animales y… emociones fuertes. A escasos 200 metros del laberinto, en el mismo pueblo puedes visitar el Parque Faunístico de Lacuniacha, una “reserva de Biodiversidad” que cuenta con 30 hectáreas de monte, donde han reunido una representación tanto de flora como de fauna de las especies que viven o vivieron en algún momento en el Pirineo.
En el recorrido, una senda sencilla de unos 4 kilómetros, encontrarás gamos, jabalís, muflones, linces boreales, bisontes europeos, íbex alpino, renos, osos, caballos de Prezwalski, lobos, zorros… Y también puede que veas algunas especies autóctonas como ardillas, tejones, gatos montés y aves que cohabitan con los animales del parque y entran y salen libremente.
Quienes busquen emociones fuertes, también las encontrarán en este valle de Huesca. ¿Te atreves a lanzarte en la tirolina más larga de Europa? Se trata de la Tirolina doble del Valle de Tena, con una longitud de 1 kilómetro, es la más larga pero también la más alta de Europa. Volarás a 90 km por hora y a ¡120 metros de altura! sobre las aguas del embalse de Búbal. Una experiencia increíble que puedes hacer tanto de día como de noche. Y otra idea más no apta si sufres de vértigo: se trata de un columpio gigante, suspendido en una enorme pared a 150 m de altura sobre el embalse. Tiene un balanceo de 55 metros, como un edificio de 22 pisos. ¡Impresionante!