Después de meses frenéticos envueltos en la rutina, llega el verano y con él el merecido descanso. Esta temporada estival, Nieves Álvarez ha hecho las maletas y ha puesto rumbo a las islas Seychelles, un edén de playas blancas y aguas cristalinas perdido en el océano Índico. La modelo, de 50 años, ha elegido el hotel Four Seasons Resort Seychelles Desroches Island para estos días de tranquilidad y desconexión. "Resumen de una semana de Dolce far niente en el paraíso", ha escrito la maniquí abriendo su álbum personal de fotografías. A continuación, te contamos todos los secretos de este fascinante lugar.
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Este resort de lujo está ubicado en la isla de Desroches, una de las 115 que forman el país, si bien es cierto que tan solo una treintena están habitadas. El hotel es un remanso de paz y tranquilidad para los huéspedes, puesto que los únicos ruidos que se escuchan son el cantar los pájaros y el romper de las olas. ¿El motivo? El alojamiento está en un enclave natural privilegiado y hasta allí tan solo se puede llegar en un vuelo privado lo que lo convierte en un oasis alejado del estresante ritmo propio del siglo XXI.
Un hotel de ensueño
El hotel Four Seasons Resort Seychelles cuenta con varios tipos de alojamientos, que se adaptan a las necesidades de cada tipo de cliente. Dos suites, con terraza, piscina privada y acceso a la playa que son perfectas para familias y parejas; siete villas privadas que son más grandes que las suites porque también tienen salón y proporcionan mayor sensación de intimidad; y, finalmente, cuatro villas residenciales, la mejor opción para grupos grandes, equipadas con cocina, salón al aire libre, piscina privada y jardín tropical. La decoración de estas estancias está muy en línea con esta idea de paraíso natural con numerosos toques de madera, paredes y muebles en tonos cálidos y mucha luz.
Este hotel también ofrece una amplia oferta gastronómica con seis restaurantes muy distintos entre sí. Claudina, situado junto a la piscina y con una carta basada en los platos tradicionales de la gastronomía mediterránea; Tienda de delicatessen, para viajar a Oriente en tan solo un bocado; El Faro, cenas con marisco y carnes a la brasa con las mejores vistas al océano Índico; El Bar, cerca de la piscina e ideal para tomar un aperitivo o cóctel: Salón del Faro, un lugar para relajarse con una copa y un snack antes o después de la cena; y El comedor, que está abierto a la hora del desayuno, el mediodía y la cena. En todos ellos se pueden pedir menús personalizados, por ejemplo, veganos, sin gluten, sin lactosa, etc.
De la misma manera, hay servicio de habitaciones para degustar todos estos manjares directamente en la habitación. El hotel también organiza picnics en la playa para parejas y familias, así como cenas románticas en el puerto y en la parte superior del faro. Todos aquellos que quieran poner en práctica todas las ricas recetas de los restaurantes en casa, hay clases de cocina y coctelería impartidas por los cocineros del equipo, liderado por el chef Carlos Rodríguez.
Mucha tranquilidad, pero también muchas actividades para los más activos
Los más aventureros tampoco se pueden perder las actividades de ocio al aire libre del resort. Clases de pesca, surf, submarinismo y snorkel para todos los niveles y también excursiones en barco. Por ello, no es de extrañar que otros muchos rostros conocidos hayan elegido el Four Seasons en ocasiones señaladas, entre ellos la influencer italiana Alice Campello y el futbolista Álvaro Morata en su luna de miel, pero en su caso el que está en la isla de Mahé. Los actuales príncipes de Gales, por su parte, alquilaron la isla de Desroches al completo para una escapada romántica durante su noviazgo. En las Seychelles también pasaron sus primeros días siendo marido y mujer.
Los encantos de las islas Seychelles
Hay mucho que ver y hacer en las islas Seychelles más allá de las playas. En su capital, Victoria, no te puedes perder el jardín botánico de Mont-Fleuri, donde crecen árboles aromáticos y más de treinta especies de palmas. En el parque nacional marino de Sainte-Anne y la isla coralina de Aldabra, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se pueden conocer a las tortugas gigantes de Aldabra, las más grandes del mundo. Tampoco faltan las rutas senderistas, ya que gran parte de su superficie la ocupa el macizo selvático y montañoso de Morne Seychelles. Otro de los atractivos turísticos más destacados de Seychelles está en la isla de Praslin, la segunda más grande del archipiélago. Allí está la Reserva Natural del Vallée de Mai, un bosque donde crece el coco mer, símbolo del país del que se dice que tiene efectos afrodisíacos.