Si preguntáramos a generaciones anteriores cuánto, cuándo y a dónde viajaban antes, encontraríamos una diferencia notable con la manera en la que lo hacemos hoy. Viajar ha dejado de ser un lujo, para convertirse en algo prácticamente habitual entre, sobre todo, millennials y generación Z. Si bien los más jóvenes de estos dos grupos cumplieron la mayoría de edad en un entorno viajero, lo cierto es que el primero, ese que comprende las franjas de edad de las personas nacidas entre 1982 y 1994, ha sido el que más ha notado el cambio. Los millennials han pasado de viajar una vez por año en vacaciones con su familia o amigos, a hacerlo de manera masiva. Eso sí, la forma de viajar es completamente distinta.
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Ya lo sabíamos, pero desde que la pandemia azotó en nuestras vidas podemos decirlo más claro: viajar no solo es un placer, sino que es una manera ideal de abrir la mente, conocer culturas, personas y rincones que guardamos de por vida en nuestra retina. Más aún desde que, como afirman los datos de la agencia de viajes con desconocidos, WeRoad hemos adquirido el hábito de sustituir facturar la maleta de 23 kgs. por la mochila de 10. Una encuesta realizada por esta compañía lo deja claro: la mayoría de los millennials nacionales optarán por viajar este verano como mochileros (41%), prefiriendo destinos en Europa (43%) y Asia (32%).
Más mochilas, pero más inversión en la experiencia
Las previsiones dicen que, aunque sí optan por colgarse la mochila en la espalda, invierten algo más de dinero en los viajes que la media de nuestro país: el 70% de los españoles prevé un gasto medio de cerca de 1000 euros, el 46% de los millennials nacionales cuenta con un presupuesto de entre 1000 euros y 1500 euros; un 25% de ellos gastará entre 1500€ y 2000€; y un 29% invertirá más de 2.000 euros en sus vacaciones veraniegas.
Al contrario que sucede con la generación Z, que suelen encontrarse en situaciones laborales más precarias o todavía estudiando, los millennials destinan más cuantía económica a la experiencia del viaje, y, aunque muchos también son viajeros solitarios, valoran agencias de viajes que les conecten con personas y organicen experiencias únicas. Es decir, entre ellos la tendencia combina aventura, autenticidad cultural y la creación de conexiones personales.
Interés en conocer la vida local
Otro de los rasgos distintivos de los millennials es su tendencia a priorizar la flexibilidad en sus viajes. A menudo, no tienen relaciones estables o sus amigos tienen compromisos que dificultan coordinar vacaciones en grupo. La variedad en las situaciones personales —desde parejas que no comparten la pasión por viajar, hasta solteros que buscan compañía— hace que prefieran viajes organizados donde la espontaneidad y la libertad sean clave. Así nos lo cuenta la directora general de España de WeRoad, Laura Pérez: “Son personas que ya conocen París o Londres, por lo que buscan experiencias de viajes únicas. Ellos han pasado de la postal al post de Instagram, entonces buscan cosas muy auténticas, como las que organizamos. Por ejemplo, ir a Vietnam y viajar en moto con chicas locales, comer comida de allí, ver cómo montan los mercados, dormir en arrozales o, en La Habana, alojarse en residencias de cubanos. Quieren conocer el país, pero también conocer gente”.
Viajar solo sí, pero no siempre
Esta variedad de situaciones personales, unida a la pasión por viajar les lleva a reservar viajes en grupo con desconocidos, una tendencia que cada día está más en auge. Si bien existen ya muchas aplicaciones que nos permiten conectar con personas que no conocemos de nada (para citas, cenas, prácticas deportivas, o retiros, entre otras materias), la de los viajes es una de las que más está creciendo entre esta generación. Según Laura Pérez, esta inclinación viene dada por la facilidad que brinda de unirse a grupos de personas con intereses similares: “Tan solo escoger un destino y viajar en un grupo de personas que no conoces ya te segmenta”, cuenta. Pero aún más, pues si bien la soledad es uno de los males que más nos atañen hoy en día (el Barómetro sobre la soledad no deseada en España 2024, elaborado por Fundación ONCE y Fundación AXA, señala que una de cada cinco personas en España sufre soledad no deseada), el miedo a padecerla y, nuestra innata esencia social, dice la directora, quen nos lleva a “volver al concepto de la tribu. El ser humano es sociable y la gente que viene con nosotros es gente que tiene ganas de hacer amigos y de viajar. Recurrir a estas aplicaciones es una manera de conectar y llevarte luego personas contigo”.
Librarse de la gestión del viaje, y la preocupación por viajar solo a destinos que pueden resultar, de primeras, inseguros, son también factores que ayudan a reservar estas experiencias. Puede que por eso, y por la diferencia cultural que supone, WeRoad haya registrado ya un 30% de sus reservas en Sri Lanka, Albania, Indonesia y Tailandia para la temporada, dato que nos indican que, entre sus preferencias se encuentran los destinos donde puedan disfrutar tanto de naturaleza como de playa, así como de una oferta gastronómica y cultural diferente a la nuestra. No parece mal plan, ¿no?