Así es la finca de Menorca donde ha celebrado su boda la modelo Blanca Padilla

Era una boda muy esperada y para una ocasión tan especial, Blanca Padilla y su ya marido Alejandro García eligieron un rincón mágico de Menorca: el lujoso hotel Son Vell de Vestige Collection. Después de nueve años de discreto noviazgo, esta finca de 180 hectáreas rodeada de olivares fue el lugar donde se dieron el ‘sí quiero’ ante sus familiares y amigos. La íntima y emotiva ceremonia tuvo como marco los cuidados jardines del hotel, con unas espectaculares vistas de las que los invitados pudieron disfrutar gracias al sol que lució durante el fin de semana en la isla. La celebración fue un despliegue de elegancia y estilo en un escenario incomparable que combina a la perfección la historia del lugar y el lujo moderno. Los novios intercambiaron sus votos bajo un arco decorado con flores locales, realzando la belleza natural del paraje.

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UN BANQUETE DE LUJO

La recepción tuvo lugar junto a la impresionante piscina del hotel, donde se sirvieron cócteles y platos ligeros. La decoración, con tonos neutros y elegantes, complementó la arquitectura histórica de Son Vell, pues las mesas fueron adornadas con arreglos florales que creaban un ambiente acogedor a la vez que sofisticado.

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El banquete fue una experiencia culinaria de primer nivel, dirigido por el chef Joan Bagur, conocido por su capacidad para fusionar las recetas tradicionales de Menorca con influencias de la península y otros países. Propuestas que el cocinero prepara para los restaurantes del hotel, Sa Clarisa y Vermell.

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De ambiente relajado, en Sa Clarisa ofrece un viaje por los sabores mediterráneos más auténticos, utilizando únicamente ingredientes locales de la mejor calidad. Mientras que Vermell propone una oferta gastronómica elegante y delicada, inspirada en recetas populares y tradicionales de Menorca, con influencias de la cocina de la península, Gran Bretaña y Francia. Los dos restaurantes no solo están disponibles para los huéspedes del hotel, sus reservas están abiertas también a todos aquellos que deseen disfrutar de la exquisita gastronomía menorquina en un entorno privilegiado.

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EL BAILE Y LOS DETALLES PERSONALIZADOS

Cada detalle fue cuidadosamente planificado para reflejar la personalidad de los novios, desde tarjetas personalizadas hasta centros florales que crearon un ambiente de cuento de hadas. La noche continuó con un elegante baile en uno de los espacios abiertos del hotel, bajo un cielo estrellado. Una banda en vivo interpretó tanto clásicos románticos como éxitos contemporáneos que hicieron que todos los presentes se unieran a la pista de baile. Además, la pareja organizó una sorpresa especial para sus invitados: un espectáculo de fuegos artificiales que iluminó el cielo de Menorca, cerrando la noche con un toque mágico e inolvidable.

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ESCENARIO DE ENSUEÑO

La finca donde se encuentra Son Vell alberga una casa solariega original del siglo XVIII que recuerda a una elegante residencia de la nobleza o casa del signore, pues evoca el estilo veneciano. Lo completan una serie de edificios tradicionales de labranza, con acceso a terrazas o espacios ajardinados particulares, todos ellos meticulosamente restaurados para mantener su encanto original, lo que proporciona un entorno histórico, cultural y natural único para cualquier evento. Un refugio perfecto para desconectar a solo 20 minutos de la ciudad portuaria de Ciutadella.

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REFUGIO DE BIENESTAR Y RELAJACIÓN

Además de por su belleza arquitectónica y por ser un lugar perfecto para bodas, el hotel Son Vell es conocido por su oferta de experiencias. Los huéspedes pueden disfrutar de sesiones de yoga y pilates, cine al aire libre, masajes y tratamientos faciales con productos orgánicos de la firma Rowse. Son Vell ofrece también actividades como paseos a caballo, observación de estrellas y deportes acuáticos que buscan una completa experiencia para explorar la isla.

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