“Da igual si nos equivocamos” comienza diciendo Aitana en el videoclip del que intuimos será el próximo gran éxito de la cantante junto a Sebastián Yatra. Ambos han decidido unir sus voces en esta nueva canción que estrenan el 26 de abril y que además parece ser la confirmación definitiva de su reconciliación como pareja, más allá de lo profesional. Y es que en la vida hay que lanzarse y da igual si al final te equivocas o no, porque mucho peor sería no haberlo intentado.
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Para sellar ese momento tan especial en sus vidas encontraron la combinación perfecta entre la belleza de la múscia y los sublimes paisajes de Islandia, un país con menos de medio millón de habitantes en el que es algo más fácil pasar desapercibido y que recorrieron visitando sus escenarios más fascinantes llenos de lugares grandiosos, géiseres, glaciares, cascadas y volcanes que podemos ver en el videoclip. Y frío, mucho frío, y si no que se lo digan a Aitana que lo repite una y otra vez: “Pásame tu abrigo, abrázame; no soy buena para el frío, ni seré”.
Definitivamente Islandia es un buen lugar para las reconciliaciones porque su temperatura -con una media anual de 1º-2º en invierno y sobre los 12º en verano- invita a estar abrazados y eso que el videoclip se rodó en el mes de junio, cuando la cantante cumplía 24 años y podemos ver a Sebastián Yatra cantándole el cumpleaños feliz, pero ni entonces suben mucho las temperaturas.
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AKUREYRI, LA PERLA DEL NORTE
La pequeña ciudad de Akureyri, conocida como “la capital el norte” o “la perla del norte”, da título al videoclip. Una localidad en la que merece la pena hacer parada más allá de la imponente naturaleza de Islandia y un buen lugar para tomar como base para las excursiones por el norte, frente a la capital Reikiavik, que lo es para recorrer el sur del país.
Akureyri se encuentra situada al fondo del fiordo de Eyjafjördur, el más largo de la Islandia septentrional con 60 kilómetros hasta llegar al mar y en el que es fácil el avistamiento de ballenas, especialmente entre junio y octubre. Son muchas las empresas que ofrecen paseos en barco por el fiordo, la actividad estrella entre los que visitan la ciudad, donde se pueden ver ballenas jorobadas, rorcuales, delfines y distintos tipos de aves.
No es la única actividad que podemos hacer allí, que con sus 20.000 habitantes (apenas llega) es la segunda ciudad más poblada de Islandia y tiene una amplia oferta cultural y gastronómica. Junto con las ballenas, otro de sus símbolos es la enorme catedral luterana que en su interior guarda unas bellas vidrieras y que se sitúa sobre una colina desde donde se obtiene una buena panorámica. También se visita el jardín botánico de la localidad, un agradable lugar para dar un paseo.
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Para conocer la cara más cultural hay varios museos, como el de la Industria, el del Juguete, el de la Motocicleta (motorhjolasafn.is) o el más conocido, el Museo de Arte de Akureyri (listak.is/en), aunque el arte en esta ciudad se aprecia también en el exterior, solo paseando por sus calles. Es interesante pasar por el Centro Cultural Hof (mak.is), un edifico circular inspirado en las columnas basálticas islandesas, donde se realizan numerosos eventos, exposiciones y conciertos. Tampoco es el único lugar para asistir a un concierto, hay varios clubes que ofrecen múscia en directo -Akureyri es una ciudad universitaria, algo que se nota en el ambiente- como The Green Hat (graenihatturinn.is), uno de los más importantes del país en el que actúan artistas nacionales e internacionales.
Y una curiosidad que Aitana y Sebastián Yatra nos muestran en su videoclip. Akureyri también es famosa por otro motivo. La ciudad tiene unos peculiares semáforos con una forma única: su luz roja no es redonda, como estamos acostumbrados, sino que tiene forma de corazón, algo que llama la atención a los visitantes y que en realidad forma parte de una iniciativa para animar a los locales durante los largos y oscuros días de invierno. Desde luego a Aitana y a Sebastián ¡les ha encantado!
Antes de dejar Akureyri y adentrarnos en la naturaleza salvaje de la isla hacemos una última recomendación. Avanzando por el fiordo en dirección al mar es posible vivir una experiencia única, la de sumergirse en un spa de cerveza. Abierto desde 2017, el Spa Bjórböðin (bjorbodin.is/eng) es un buen lugar para relajarse, con vistas al valle y las montañas, para después degustar una rica cerveza local.
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MÁS ALLÁ DE AKUREYRI
Lagos, cascadas, géiseres… son varios los paisajes que los artistas han querido mostrarnos en el videoclip y que animan a un viaje.
A media hora de Akureyri se visita Godafoss, la llamada cascada de los Dioses, que erosiona el campo de lava de Baaröardalur. Con su forma semicircular, sus 30 metros de ancho y los 12 de altura es la más espectacular del norte de Islandia. No es la cascada que podemos ver en el videoclip, porque en las imágenes del final Aitana y Sebastián nos enseñan distintos paisajes y entre ellos vemos Gullfoss, en el Parque Nacional de Thingvellir, la cascada más famosa de Isandia que se encuentra en la zona sur, a una hora de Reikiavik. Dos saltos de agua que caen por una grieta de de 32 metros, rodeada de miradores, que es un auténtico top para los viajeros. El trío de imprescindibles lo completa Seljalandsfoss, donde Sebastián Yatra se asoma a su parte trasera, un salto de 65 metros de altura que impresiona se vea por donde se vea.
Seguimos en el norte, porque más allá de Godafoss, continuando por la misma carretera, se llega al lago de Mÿtvan. Un lugar deslumbrante rodeado de mini volcanes que posee gran belleza y donde los artistas caminan entre los géiseres de Hverir . “Está ardiendo el agua, te mueres, está a 80 o 100 grados” dice Aitana a Sebastián cuando se encuentran allí de visita y no está falta de razón. Hverir es una de las zonas geotermales más activas de la isla, una zona de tonos ocres donde las columnas de vapor, las fumarolas, las pozas de lodo invierno y el intenso olor a azufre dominan el paisaje.
El spa de agua y fuego más insólito del planeta es parada imprescindible en cualquier viaje y en él se sumerge Aitana para entrar en calor. La Laguna Azul es probablemente una de las experiencias más insólitas que se viven en la isla de los hielos y la naturaleza poderosa, esa que nadie se quiere perder. “Hazme una foto” pide la cantante, cómo no, si está en uno de los lugares más instagrameables de la isla. Sus aguas proceden en dos terceras partes del mar y están a una temperatura constante que se acerca a los 39º C, son ricas en sales minerales, lodos y nutrientes que favorecen la relajación del cuerpo ¡y del espíritu!
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Aún os falta un lugar por destacar y ese es Kerid, un lago de aguas azules dentro de un impresionante caldera volcánica que deja a Aitana sin palabras. No es para menos: 55 metros de profundidad, 170 de diámetro y 270 de circunferencia impactan a la vista, porque la composición mineral del terreno, unida a los efectos de la luz, le proponernionan una increíble tonalidad entre el azul y el turquesa, constrastada con el marrón y verde de la tierra. Un paisaje único en el que ya la cantante Björk quiso dar (y dio) un concierto hace unos años tras quedar también asombrada por un espacio tan deslumbrante.
LAS AURORAS QUE NO LLEGAN
Si como Aitana y Sebastián Yatra estáis desenado ver auroras boreales es importante tener en cuenta la fecha del viaje. Los artistas nos cantan en Akureyri: “Quedamos tú y yo mirando al cielo, esperando una aurora que no llega, y qué más da”… Pero si a ti, o a vosotros, no os da igual y estáis deseando ver esas luces del norte que bailan sobre nuestras cabezas, el mayor espectáculo de luz de la naturaleza, hay que tener en cuenta que el mejor momento es entre finales de octubre y finales de marzo, cuando las noches son más largas y el frío glacial hace que haya menos nubes en el cielo, condición indispensable para poder ver las auroras. En Akureyri, durante el invierno, será bastante sencillo verlas.
A Aitana y Sebastián Yatra parece no haberles importado tanto: “si estamos tú y yo, que no brille el cielo no importa, tú me alumbras mucho más y esta luz nunca se irá”. Brindamos por muchas más reconciliaciones en la vida, especialmente si se hacen en Islandia.