BIBLIOTECA DEL PALACIO NACIONAL DE MAFRA, PORTUGAL
En 1711 el lujurioso monarca Joao V decidió dar la espalda a su vida ociosa y encomendarse a Dios para que le concediera un heredero. A cambio, prometió construirle el palacio más grande todo su reino. A 40 kilómetros de Lisboa, hoy es Patrimonio de la Humanidad y tiene una de las bibliotecas más colosales de toda Europa, de las más antiguas de Portugal, junto a la de la Universidad de Coimbra. En sus dos plantas acoge unos 36.000 volúmenes bellamente encuadernados en piel por las pacientes manos franciscanas. Los libros están fechados entre los siglos XIV y XIX. Lo más curioso de esta biblioteca es que los fieles guardianes de los volúmenes que guarda son murciélagos que durante el día duermen colgados de las estanterías y al anochecer, cuando el recinto cierra sus puertas al público, ahuyentan a los insectos que merodean por su interior.
BIBLIOTECA NACIONAL DE AUSTRIA, VIENA
La biblioteca barroca más grande del mundo es también una de las más bellas de Europa y fue mandada construir por orden del emperador Carlos VI en un ala del palacio imperial de Hofburg, en Viena, residencia de los Habsburgo durante más de 600 años. Parece más un museo, sobre todo su imponente sala principal (Prunksaal), decorada con estatuas de mármol, pinturas y frescos en el techo. En sus estanterías de madera de castaño casi 8 millones de libros, entre los que sobresalen los 15.000 volúmenes del Príncipe Eugenio de Saboya.
BIBLIOTECA DEL PALACIO DE FONTINEBLEAU, FRANCIA
Todos los monarcas franceses, desde el siglo XII hasta el XIX, fueron dando forma al que es uno de los mayores palacios reales del país, rodeado de un precioso bosque de 20.000 hectáreas, antiguo coto real, y en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Un lugar tan sobresaliente –dio incluso origen a un estilo decorativo propio: el manierismo francés– tenía que tener una biblioteca a la altura, y la Galería de Diana se convirtió en la librería particular de Napoleón, con sus bóvedas de medio punto cubiertas de frescos que recuerdan a la del Monasterio de El Escorial.
BIBLIOTECA PALATINA DE PARMA, ITALIA
La familia Farnesse construyó en Parma el palazzo della Pilotta, un gran complejo de edificios que alberga tres palacios y tres museos, cuyo curioso nombre deriva del juego de la pelota vasca que se jugaba en uno de sus patios. Por su monumental escalera imperial se accede a la Galería Nacional, al Teatro Farnese, al Museo Arqueológico y a la Biblioteca Palatina, que data de 1761. En sus salas guarda más de 700.000 volúmenes, además de estampas, dibujos, periódicos, correspondencia y una valiosa colección de manuscritos hebreos, entre los que destaca la Biblia Atlántica.
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REAL BIBLIOTECA DEL PALACIO REAL, MADRID
A Felipe V se debe esta biblioteca que en su día era la librería particular de los reyes de España y ahora gestiona Patrimonio Nacional. Entre sus fondos destacan numerosos incunables, obras musicales, piezas de cartografía, valiosas colecciones–entre ellas más de 18.000 cartas privadas del primer Conde de Gondomar– y relevantes manuscritos de América. Además de ser un depósito de libros, es un centro de investigación sobre la historia de este, al que se accede solicitando cita previa (patrimonionacional.es).
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BIBLIOTECA DEL CLEMENTINUM, PRAGA
En sus orígenes, el Clementinum era la sede de la Universidad de Carlos. Más tarde, los jesuitas fueron conformando durante dos siglos (del XVI al XVIII) un gran complejo que fue sede de la Biblioteca Imperial, ahora Biblioteca Nacional de Praga. Las visitas guiadas (en inglés) por el edificio recorren los cinco patios en torno a los que se distribuyen sus estancias. ¿Sus tesoros? La capilla barroca de los Espejos, donde se encuentra el órgano que tocó Mozart en su visita a Praga y se organizan conciertos de música de cámara; la Torre Astronómica, de casi 70 metros de altura; la Sala de los Meridianos, la del Tesoro, la iglesia de San Salvador, la de San Clemente y la biblioteca, un lugar único, con una atmósfera muy particular y miles de libros y viejos manuscritos rodeados de globos terráqueos, estanterías infinitas y los impresionantes frescos de Jan Hiebl en el techo.
BIBLIOTECA APOSTÓLICA VATICANA
La “Biblioteca del Papa”, dentro del Palacio Vaticano, es una de las más antiguas del mundo, de mediados del siglo XV. Su colección de textos históricos es apabullante, con más de 1.600.000 libros, de ellos más de 8000 incunables y obras tan destacadas como el Codex Vaticanus, el manuscrito completo más antiguo de la Biblia, del siglo IV, además de actas originales del proceso de Galileo y cartas originales del caso de Martín Lutero. Como dato curioso, cuenta con 42 kilómetros de estanterías, que sirven de consulta a numerosos académicos e investigadores.
BIBLIOTECA DEL PALACIO REAL DE CASERTA, ITALIA
Para competir con el Palacio de Versalles y el Palacio Real de Madrid, el famoso arquitecto Luigi Vanvitelli recibió el encargo del rey Carlos III de Borbón de construir el Palacio Real de Caserta, rodeado de amplios jardines con fuentes, bosques naturales, un pabellón de caza y hasta una fábrica de seda. Ubicado en la región de Campania, el resultado fue el palacio más grande del mundo y modelo de arquitectura barroca que la Unesco incluyó en su lista del Patrimonio Mundial. Morada de varios reyes de Nápoles, entre sus tesoros está su biblioteca palatina, que ocupa los antiguos apartamentos, guarda unos 14.000 libros y documentos atesorados a lo largo del tiempo por la Familia Real y está bellamente amueblada en nogal y caoba (reggia-di-caserta.com).
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