PARQUE NACIONAL TAYRONA (COLOMBIA)
Cantaba Shakira a dúo con Carlos Vives “que si a Piqué algún día le muestras el Tayrona, después no querrá irse pa’Barcelona”. Han cambiado mucho las cosas entre la cantante y su pareja desde que se lanzó esta canción, pero nada en este excepcional espacio protegido de su país que comprende una estrecha franja costera entre el mar Caribe y la Sierra Nevada de Santa Marta. Ahí sigue, a 5700 metros de altitud, su pico Simón Bolívar, la montaña más alta del mundo junto al mar, su bosque tropical lluvioso, sus manglares, sus playas enormes y solitarias…
GRANADA (NICARAGUA)
La Granada de Nicaragua nada tiene que ver con la española, aunque las dos sean de las más turísticas de allí y de aquí. La del otro lado del charco no tiene la Alhambra, pero sí una de las arquitecturas coloniales más bellas del continente y, además, se ha ganado el sobrenombre de "la París de Centroamérica".
PARQUE NACIONAL DE BANFF (CANADÁ)
Entre montañas de roca gris con cúspides nevadas y bosques de coníferas brilla, con sus aguas azul turquesa, el lago Moraine, uno de los más bellos del mundo y una de las grandes atracciones del Parque Nacional de Banff (Alberta), el más antiguo de Canadá. A su alrededor, las montañas del valle de los Diez Picos, algunas de ellas con más de 3000 metros de altura, y hogar de los famosos osos grizzli y de otras 5000 especies de animales.
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PARQUE NACIONAL DOS LENÇÓIS MARANHENSES (BRASIL)
En un país tan extenso y con una naturaleza tan abrumadora, resulta difícil elegir solo un destino, pero en la lista de sus top tiene que estar este micocosmos de dunas blancas y miles de lagunas de agua dulce de color turquesa y manglares que dibujan una de las postales naturales de Brasil. Un formidable ecosistema que es surrealismo puro.
VOLCÁN ARENAL (COSTA RICA)
El Arenal es el volcán perfecto. Durante años atrajo todas las miradas por sus constantes erupciones de lava, pero aunque ahora lleva unos años dormido sigue causando admiración por su forma cónica y las numerosas actividades en la naturaleza que ofrece a su alrededor. A los pies de este coloso, pocas sensaciones más placenteras que sumergirse en las cascadas y aguas termales que manan en la exuberante reserva tropical en la que está inmerso el complejo Tabacón Thermal Resort & Spa y empaparse de la riqueza natural de Costa Rica.
JAMAICA
Las playas de postal de esta pequeña isla caribeña, junto con el ritmo de la música reagge, son la imagen más reconocida de Jamaica. Porque a nadie se le pasa por alto que Jamaica y Bob Marley son dos nombres que van indisolublemente unidos, la isla donde el artista nació y creció y en la que se puede seguir una ruta a través de todos los lugares por los que transcurrió su vida, los mismo en los que se ha rodado el biopic “Bob Marley: one love”, estrenado en 2024. Más allá de esta ruta, en Jamaica hay que explorar lugares como las Blue Mountains, Montego Bay, Port Antonio, pasear por Seven Mile Beach, descubrir sus cascadas o la laguna luminosa, ver atardecer en Rick’s Café o conocer Kingston, la capital isleña.
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NUEVA YORK (ESTADOS UNIDOS)
Tantas veces escenario de series y películas que antes de recorrer sus calles y avenidas, pasear por sus parques y sus barrios, uno tiene la sensación de que ya ha estado en ella. Es la capital del mundo, un hormiguero donde se vive a un ritmo de vértigo y se imponen tendencias al resto del planeta. Museos, tiendas, galerías e iconos de una forma de vida única.
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BARBADOS
Su nombre suena a paraíso caribeño, a playas de arena blanca y aguas turquesa, a lagunas con arrecifes de coral y a naturaleza virgen, a surf, a ron y a reggae... La isla más oriental de las Antillas Menores es uno de los países más pequeños del mundo, pero enorme para olvidarse de las prisas y pasar unas vacaciones disfrutando joyas como Bridgetown, su capital de aires coloniales, la bahía de Carlisle o la playa de Hot Pot…
BAHAMAS
Nassau es la puerta de entrada a las Bahamas, un archipiélago a medio camino entre el Atlántico y el Caribe formado por más de 700 islas, aunque muchas son arrecifes e islotes y poco más de una veintena están habitadas. En New Providence, la principal, está su capital, de arquitectura británica colonial, donde se encuentran los mejores restaurantes, las tiendas más sofisticadas, las galerías de arte, la animada vida nocturna caribeña... Pero Bahamas es, sobre todo, un enclave de playas vírgenes y aguas turquesa para descubrir navegando en un velero, arrecifes de coral, parques naturales y marinos, casitas de color pastel y mucha calma… Puro exotismo.
LAGO ATITLÁN (GUATEMALA)
De uno de los lugares que más se enorgullecen los guatemaltecos es de este lago de origen volcánico rodeado de un circo montañoso envidiable. Y no es solo su belleza, es también porque a sus orillas emergen una docena de pueblos de alma maya: San Juan, San Pablo, San Pedro… y tres volcanes de silueta perfecta que se elevan a más de 3000 metros sobre el mar.
CATARATAS DE IGUAZÚ (ARGENTINA-BRASIL)
Argentina comparte con Brasil una de las grandes maravillas naturales del mundo, que nadie debería perderse antes de morir: la catarata más ancha del mundo, donde el río Iguazú, que traza la frontera entre ambos países, se desploma por un precipicio de más de tres kilómetros de anchura. No hay nada igual en otro lugar del planeta. Son 274 saltos de agua los que dan forma a este espectáculo de agua y selva en el parque nacional del mismo nombre, Patrimonio de la Humanidad, entre los que destaca la Garganta del Diablo, un torrente de agua cayendo sobre el abismo desde 80 metros de altura que se puede disfrutar en lancha o sobrevolándolo en helicóptero.
GRAN AGUJERO AZUL (BELICE)
Esta filigrana misteriosa de la naturaleza, Patrimonio de la Humanidad, es la belleza escénica más portentosa de Belice, uno de los escasos territorios vírgenes que quedan en el planeta. Pero es que, además, este sumidero marino de contorno circular es el fenómeno de mayor tamaño en su género, el que ansían bucear los amantes del submarinismo.
RUINAS DE COPÁN (HONDURAS)
La “Atenas de los mayas” llaman al que es uno de los sitios arqueológicos más importantes de esta antigua civilización, que alcanzó su máximo esplendor entre los siglos VI y VII. Su rica historia y cultura se irá descubriendo en un paseo por sus soberbias construcciones: la acrópolis, la plaza Mayor, la escalinata de los Jeroglíficos, el altar Q, el juego de pelota, el cementerio, el templo Rosalila y su extensa red de túneles.
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MACHU PICCHU (PERÚ)
Si hay un lugar que todo el mundo citaría como el primer destino imprescindible de Perú, sería, sin duda, la Ciudad Perdida de los Incas. Y luego ya vendrían a la memoria Cuzco, Lima… No hay nada parecido en el planeta a este tesoro arqueológico que se encuentra a 3000 metros de altura en un hermoso paraje de los Andes peruanos. Templos, santuarios, espacios residenciales y cultivos sobre terrazas dan forma a esta antigua ciudad Patrimonio de la Humanidad entre barrancos a la que se puede llegar cómodamente en tren o recorriendo 43 kilómetros a pie por el Camino Inca en uno de los trekking más espectaculares del mundo.
SALTO DEL ÁNGEL (VENEZUELA)
Navegando en curiaras (piraguas) guiadas por los indios, o, más impactante, en avioneta o helicóptero, se descubre la cascada más alta del mundo, con casi un kilómetro de caída y sus aguas lanzándose al vacío entre la espesa selva y los tepuyes del Parque Nacional de Canaima, esas abruptas mesetas de cima plana y paredes verticales, características de este espacio Patrimonio de la Unesco. Muchos otros de sus escenarios fluviales o selváticos se alcanzarán en todoterreno saliendo cada día desde sus campamentos en cabañas.
ISLAS GALÁPAGOS (ECUADOR)
Lejos de todo, incluso del resto de Ecuador, este archipiélago volcánico que fascinó al mismo Charles Darwin e inspiró su teoría de la evolución es uno de los destinos más famosos del mundo para observar a la fauna. Un auténtico laboratorio natural donde tortugas gigantes, leones marinos, iguanas y muchas otras especies, algunas endémicas, conviven pacíficamente en sus 15 islas e islotes desperdigados por el Pacífico que la Unesco ha declarado Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera.
CHICHÉN ITZÁ (MÉXICO)
Al sur de México, en el interior de la península de Yucatán y a un par de horas de las turísticas playas de Cancún o Playa del Carmen, las ruinas de la ciudad maya de Chichén Itzá se levantan entre la selva como un poderoso legado de lo que fuera una de las grandes civilizaciones de la Antigüedad. Es Patrimonio de la Humanidad y una de las nuevas siete Maravillas del Mundo. Entre sus edificios y recintos más espectaculares destaca la pirámide de Kukulkán, también conocida como El Castillo, en la que, gracias a un singular efecto óptico, se admira la gran serpiente emplumada de los mayas descendiendo por una de sus escalinatas, señal de que hemos cambiado de estación.
PARQUE DE LOS HAITISES (REPÚBLICA DOMINICANA)
Aquel maravilloso y selvático escenario que Steven Spielberg nos mostró en Parque Jurásico no fue creado con Inteligencia Artificial, existe de verdad y está en ese apéndice al norte de esta isla caribeña. Un territorio virgen que alterna manglares, mogotes emergiendo de las aguas turquesas, cuevas sagradas para los indígenas y un festín de aves migratorias que ponen la banda sonora a este idílico destino para descubrir en silencio a bordo de un kayak o una pequeña embarcación
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LA HABANA (CUBA)
Desde el mítico Malecón azotado por el mar hasta su cogollo colonial. Desde el Vedado hasta la icónica plaza de la Revolución. Son sus edificios decadentes y sus vehículos de época, la calidez de sus gentes y su música sonando en todas las esquinas lo que le aporta su esencia y ese encanto anacrónico que hace de esta capital un auténtico viaje en el tiempo.
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BOCAS DEL TORO (PANAMÁ)
Muy cerca de la frontera con Costa Rica está el destino elegido en Panamá. Un colorido archipiélago caribeño formado por nueve islas, 52 cayos y miles de islotes al que se va a disfrutar de sus playas de arena blanca con cocoteros y aguas cristalinas, a practicar surf o snorkel, salir de fiesta, avistar delfines o hacer excursiones para ver aves tropicales o perezosos. Ni en Isla Colón, la principal de las islas, ni en el resto hay tiempo para aburrirse.
MISIONES JESUÍTICAS (PARAGUAY)
Por su interés cultural, histórico y religioso, las misiones que levantaron los jesuítas junto a los indígenas en medio de las selvas sudamericanas durante la colonización de América son un valioso testimonio que se puede descubrir en varios países haciendo una interesante ruta por sus ruinas y sus museos. Las de Santísima Trinidad del Paraná y Jesús de Tavarangué, en Paraguay, forman parte de la lista de la Unesco.
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SALAR DE UYUNI (BOLIVIA)
Bolivia presume de un lugar único en el mundo en el Altiplano: el desierto de sal más extenso y alto del planeta, a 3600 metros por encima del nivel del mar. Una corteza blanca formada por toneladas de sal que cuando llueve y lo lagos cercanos se desbordan se convierten en un inmenso reflejo de las nubes. Difícil distinguir dónde acaba la tierra y comienza el cielo. Y en medio de este singular paisaje, el primer hotel de sal del mundo.
SAN SALVADOR (EL SALVADOR)
La gran desconocida podríamos llamar a la capital de El Salvador y no debería serlo, pues tiene razones para ello, con un casco histórico con algunas joyas monumentales, empezando por su Catedral Metropolitana, y, sobre todo, la iglesia del Rosario, imagen icónica del país y uno de los templos más bellos de Centroamérica. Pero también, museos como el de Antropología, donde descubrir la cultura y la identidad salvadoreña, restaurantes que están situando en lo más alto su gastronomía y un entorno natural, encabezado por el Parque Nacional el Boquerón y el Volcán, para perderse.
ISLA DE PASCUA (CHILE)
A casi 4000 kilómetros de la costa, Rapa Nui, como la llamaban sus antiguos habitantes, es una de las islas habitadas más remotas del planeta y eso le otorga un gran misterio. No es el único, también lo es, saber cómo se esculpieron y trasladaron a las verdes colinas un centenar de moais, esas famosas esculturas gigantes que representan a sus ancestros y contemplan impasibles el Pacífico desde hace miles de años. Algunas con más de 85 toneladas y 10 metros de altura, son la máxima expresión de su cultura rapa nui.
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PUNTA DEL ESTE (URUGUAY)
Mar tranquilo, lujosas residencias frente a él, enormes yates en su puerto, restaurantes y hoteles de alto nivel, una animada vida nocturna, boutiques exclusivas, deportes náuticos... Punta del Este derrocha glamur en el verano austral, cuando muchos famosos eligen este lugar para sus vacaciones. Con más de 20 kilómetros de costa –con playa Mansa y playa Brava –, sus dos arenales más famosos- y altas sierras que miran al mar, también ofrece encantadores rincones y paisajes para quienes buscan la tranquilidad más absoluta. Muy próxima está la icónica Casapueblo, la escultura habitable más grande del mundo, mitad museo-mitad hotel e inspirada en Gaudí, desde la que se puede disfrutar de una de las puestas de sol más hermosa de Uruguay.