Predjama, el castillo más grande del mundo dentro de una cueva

El castillo de Predjama, una fortaleza de cuento, ¡y de récord! Pues este ‘milagro’ medieval que ha resistido en el tiempo durante 8 siglos está inscrito en el libro Guinness como el más grande dentro de una cueva. Su historia también tiene todos los ingredientes de un relato emocionante, ya que cuenta que este era el escondite donde se escondía el rebelde caballero Erasmo de Predjma, el Robin Hood esloveno, protagonista de una bella leyenda romántica. Pero vayamos por partes.

Y lo primero es situarnos. A medio camino entre Liubliana y la costa eslovena, el castillo de Predjama es una excursión de ida y vuelta en el día desde la capital de Eslovenia –a una hora en coche–, y forma parte del parque de la Cueva de Postojna, otro trocito maravilloso del mundo kárstico que se esconde entre los Alpes y el mar Adriático y se descubre conjuntamente con el castillo.

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Mimetizado con el paisaje, el castillo de Predjama es como un nido de águila, ubicado ante un precipicio de 123 metros sobre el arroyo Lokva, al que merece la pena descender para observar la panorámica de la fortaleza encastrada en la roca. Su estampa también impresiona desde el caminito que acerca hasta sus puertas. Aquí, en la boca de la cueva y con la espalda protegida por la roca, fue levantado en el siglo XVI, aunque en este mismo lugar ya había una construcción anterior, de 1202.

Fue propiedad de los nobles del Patriarcado de Aquileia, luego los duques austriacos se adueñaron de él, más tarde un asedio hizo que fuera pasto de las llamas y serían los caballeros de Lienz los que volvieron a darle vida, lo que demuestra que, pese a su verticalidad y complicado acceso, que se antoja inexpugnable, no siempre pudo defenderse. Su actual fisonomía es obra del barón de von Cobenzl que, tras la cesión del archiduque de Austria, amplió su tamaño original y le dio ese estilo gótico centroeuropeo que luce.

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Muchas cosas emocionantes esperan en el interior del castillo, que se visita con audioguía, y la más romántica es conocer la leyenda del caballero Erasmo de Predjama, hijo del gobernador de Trieste, que resistió al asedio del ejército imperial durante un año. Cómo pudo sobrevivir tiene su explicación, pues debajo de la fortaleza existe una red de cuevas subterráneas por las que podía salir para confiscar víveres en las poblaciones del valle de Vipava. La leyenda, en la que no falta el cariño de una enamorada, termina mal para el Robin Hood esloveno, pues la tradición de unos sirvientes y un certero cañonazo acabarían con la vida de Erasmo.

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El castillo y la historia no puede ser más inspiradora, el mismo George R.R. Martin, autor de Juego de tronos quedó impresionado, y ha conquistado a cineastas que han filmado en él documentales y películas. Como impresión causa recorrer sus salas interiores: la sala de armas, la capilla, la cocina, la sala de torturas. En el ático, además de las vistas que regala, se expone una rica colección de armas y armaduras de la Edad Media. Y en verano, enfrente del castillo, se celebran recreaciones de justas medievales.

Pero el cuento continúa en el mundo kárstico que se esconde debajo del castillo, una cueva con cuatro pisos interconectados, menos el superior, el de la Galería de Erasmo, habitada desde la Edad de Piedra, que se visita con linternas durante el recorrido. En realidad, solo una parte, 700 metros de los 14 kilómetros que han sido descubiertos, otras partes están reservadas a las visitas de adrenalina. En invierno, la cueva no se puede ver porque alberga una colonia de murciélagos que pasan aquí su hibernación.

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LA CUEVA DE POSTOJNA

A solo unos kilómetros de la fortaleza de Predjana y conectada con un bus lanzadera, está otra maravilla subterránea de la Naturaleza: la Cueva de Postojna. No solo es la cueva kárstica más visitada de Europa y la más rica en biodiversidad del mundo, pues en su interior viven más de 150 especies de animales, algunos muy curiosos, como el proteo, una ‘cría de dragón’, según la leyenda, que no mide más de 30 centímetros, puede vivir hasta 100 años y aguanta 10 sin comer.

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Una parte del recorrido guiado se realiza en un trenecito que se adentra en las salas de este paraíso subterráneo modelado por el agua a lo largo de millones de años y cuna de la espeleología mundial, en el que crecen formaciones kársticas gigantes que alcanzan los 16 metros de altura, aunque el símbolo de la cueva es una estalagmita de 5 metros y de color blanco reluciente llamada Brillante. Un más de los secretos que guarda en sus entrañas el kars esloveno.