7 planes diferentes para visitar (otra vez) París

PARÍS EN UN 2 CABALLOS

Pocas formas más originales que esta de conocer la ciudad que subidos a un Citröen 2CV, un coche mítico e inconfundible en el que podrás abrir la capota e ir contemplando los monumentos de la ciudad como lo hizo James Bond en Solo para tus ojos, en un Citröen ¡amarillo! (aunque si lo prefieres el tuyo puede ser rosa, o azul, o verde...). La empresa 4 roures sous 1 parapluie (4roues-sous-1parapluie.com/fr/) ofrece distintos recorridos por la ciudad con un conductor privado.

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UN TOUR ‘RETRO’ POR SUS BARRIOS ICÓNICOS

Para otro plan original sobre ruedas, en este caso sobre tres, las rutas que ofrece Retro Tour (retro-tour.com) para descubrir algunos de los barrios con más encanto subidos a lomos de un sidecar. Se hacen acompañados de un conductor local, que te va descubriendo lugares poco conocidos y algunos rincones secretos, de esos que solo conocen quienes han vivido en la ciudad. Hay disponibles distintos recorridos, tanto de día como nocturnos.

ALOJARSE EN EL ÚNICO HOTEL DEL MUNDO CON FÁBRICA DE CHOCOLATE

Casi un siglo de historia tiene el hotel Le Bristol, en un palacio en el corazón de París, un alojamiento elegante y exquisito que muchos eligen por sus vistas a la torre Eiffel desde algunas de sus habitaciones, por sus restaurantes galardonados con estrella Michelin -la brasserie 114 Faubourg, con una, o Epicure, con tres estrellas-, o por sus preciosos salones. Pero pocos conocen uno de sus grandes tesoros: su impresionante fábrica de chocolate que haría las delicias del mismísimo Willy Wonka. Un equipo de maestros chocolateros, liderado por Johan Giacchetti, transforman ingredientes de la más alta calidad en obras maestras del cacao. Para cada restaurante y cada bar del hotel han creado una selección personalizada de chocolates hechos a mano, 25 joyas comestibles que también están disponibles en cajas de regalo, para que los muy chocolateros se lleven un dulce como recuerdo de una estancia inolvidable.

LA CIUDAD DESDE UN GLOBO AEROSTÁTICO

No sobrevuela la ciudad, porque el globo de Generali está anclado en el parque André Citröen, junto al Sena, pero aún así este globo cautivo -el más grande del mundo- situado a 150 metros de altura es una experiencia diferente que ofrece unas vistas únicas de París -es el tercer punto más alto de la ciudad- para los buscadores de las mejores panorámicas: ballondeparis.com.

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SOBREVOLAR PARÍS EN HELICÓPTERO

¿Cuántas veces has estado en París? ¿Una, dos, ninguna…? Da igual si es la primera vez o si no la has visitado antes, esta perspectiva de París es diferente a cualquier otra. El río Sena, la torre Eiffel, Bois de Boulogne o el palacio de Versalles vistos desde el cielo es una imagen difícil de olvidar. Para un plan original y exclusivo Helipass (helipass.com/fr) ofrece vuelos de 25 minutos partiendo del helipuerto de París con escala cerca de Versailles, en St Cyr l’Ecole. La experiencia total tiene una duración de dos horas.

ESQUÍ NÁUTICO O SURFEAR LA OLA EN EL SENA

La forma más habitual de navegar por el Sena es en un crucero, los hay de todo tipo, incluso con comida o cena a bordo. Esta vez te proponemos acercarte a este icono de la ciudad de manera diferente, porque en el Sena se pueden hacer otras muchas actividades además de los tradicionales barcos. Esquí acuático, wakeboard y otras actividades deportivas son las propuestas de empresas como CN19 (cn19.fr), Spoty Ride (spotyride.com) o Ski Nautique Club Paris (skinautiqueclubdeparis.com). También puedes surfear una ola artificial, una actividad muy divertida y poco conocida que ofrece Spoty Ride.

NAVEGAR POR LOS CANALES CON TU PROPIO BARCO

Para estos barcos no es necesario licencia. Eso es lo primero que hay que saber para alquilar las embarcaciones de Marin d’Eau Douce (marindeaudouce.fr), que además son eléctricas. Pueden alquilarse por horas, medio día o el día completo y disfrutar de los más de 40 kilómetros de vías navegables en el bassin de la Villete, el canal de Saint Martin o el canal de l’Ourcq. También ofrece la posibilidad de preparar un pequeño pícnic para llevar en el barco.

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