JARDÍN DE MONFORTE, VALENCIA
En la Capital Verde Europea 2024 es fácil encontrar espacios de naturaleza en los que relajarse al sol, sobre todo teniendo en cuenta que allí luce unos 300 días al año. Los jardines del Turia están entre los más conocidos, pero esta vez preferimos buscar un rincón más escondido junto al Paseo de la Alameda y cerca del Museo de Ciencias Naturales. Se trata del Jardín de Monforte, una delicia en la que pasear entre fuentes y esculturas de mármol guiados por el murmullo del agua. También podrás ver unos leones tallados en piedra blanca que el escultor José Bellver diseñó para el Congreso de los Diputados y que acabaron aquí por no cumplir las expectativas de quienes había hecho el encargo.
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JARDINES DEL MUSEO SOROLLA, MADRID
De entre todos los jardines con los que cuenta la ciudad de Madrid, el del Museo de Sorolla es el más romántico. Situado en el barrio de Chamberí, el pintor quiso crear un jardín alrededor de su vivienda que hoy es un oasis de paz entre el ruido del centro de la ciudad. Tres patios que rodean la que fue su casa inspirados en otros jardines como el jardín de Troya del Alcázar de Sevilla, ciudad en la que Sorolla residió por temporadas, o el patio de la Acequia de los jardines del Generalife de Granada.
Macetas repletas de plantas, fuentes que refrescan las tardes y relajan con el murmullo del agua siempre presente, esculturas escondidas entre la vegetación, una alberca o columnas de piedra son algunas de las sorpresas con las que se irá encontrando el visitante.
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JARDINES DE SANTA CLOTILDE, LLORET DE MAR (GIRONA)
La mayoría de los viajeros que se dirigen cada año a la Costa Brava lo hacen en busca de sus playas, pero hay otra forma original de conocer este tramo costero gracias a tres hermosos jardines que tienen el Mediterráneo como telón de fondo. Se trata de los jardines de Cap Roig, el jardín botánico de Marimurtra y los jardines de Santa Clotilde, en los que hoy nos detenemos.
Encaramados al acantilado, su diseño se lo debemos al arquitecto Nicolau María Rubio, máximo exponente del paisajismo catalán, que aquí optó por integrar un jardín clásico del Renacimiento en este tramo de costa. Senderos, terrazas, esculturas, fuentes y unas magníficas vistas hacen de este lugar un espacio de inspiración y frescor como alternativa a los días de playa.
JARDINES DE ARTIGAS, LA POBLA DE LILLET (BARCELONA)
En el Pirineo catalán se esconde uno de los jardines con más encanto que puedas imaginar, una obra de arte en medio de la naturaleza salida de la imaginación del arquitecto modernista Antoni Gaudí. No solo la ciudad de Barcelona puede presumir de contar con grandes obras del genial artista, en la localidad de La Pobla de Lillet, en la que Gaudí trabajó durante un tiempo llamado por Eusebio Güell para construir un refugio de montaña, rediseñó unos jardines para la familia Artigas de los que hoy podemos disfrutar al estar abiertos al público (entrada, 5 €). Naturaleza y arquitectura fundidas en perfecta armonía con el agua como protagonista con numerosas fuentes y puentes sobre el río.
BOSQUE JARDÍN DE LA FONTE BAIXA, LUARCA (ASTURIAS)
Pocos saben que el mayor jardín botánico privado de Europa está en la localidad marinera de Luarca, en Asturias, una joya natural que se extiende a lo largo de 20 hectáreras y que se encuentra abierto al público. Un espacio natural único, con el Cantábrico como telón de fondo, donde se encuentran especies de plantas traídas de los cinco continentes, junto a esculturas y otras obras de arte. Un paseo por él embriaga al visitante con el aroma de camelias, azaleas, magnolios, hortensios… y sorprende con magníficos ejemplares, como helechos gigantes o un castaño con más de 600 años de antigüedad.
JARDINES JOAN MARAGALL, BARCELONA
Se nota nada más entrar que estos jardines fueron diseñados inicialmente para un rey, Alfonso XIII, en los alrededores del pabellón real que se construyó en Montjuïc dentro del recinto de la Exposición Universal de 1929 y que se idearon para que éste tuviera un lugar en el que descansar y hacer recepciones durante sus visitas a la exposición. Hoy están abiertos al público, excepto cuando la Familia Real está en Barcelona de visita oficial, porque el Palacete Albéniz, como hoy se llama el palacio, es su lugar de residencia.
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HUERTO CALIXTO Y MELIBEA, SALAMANCA
El huerto de Calixto y Melibea es un encantador espacio verde junto a la catedral de Salamanca y el casco antiguo. Un buen lugar para reposar tanto arte y belleza entre visita y visita por la ciudad, sobre todo si viajas en pareja, porque de él dicen que es uno de los jardines más románticos de España.
Junto a la entrada se encuentra un busto de La Celestina, la alcahueta más famosa de la literatura española. En el centro del jardín el pozo de los enamorados, al que acuden las parejas a colocar candados, y en sus 2.500 metros cuadrados se esconden más de 150 especies botánicas diferentes entre las que también hay plantas medicinales. Es un bonito lugar para disfrutar del atardecer.
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JARDINES DE LA CONCEPCIÓN, MÁLAGA
Más de 50.000 plantas de 3.000 especies diferentes conforman este oasis situado en al norte de la ciudad de Málaga. Sus creadores fueron los marqueses de Casa Loring y hoy es un jardín público que podemos visitar y perdernos largas horas por su interior (laconcepcion.malaga.eu). No solo posee una importante colección botánica, con plantas traídas de los cinco continentes, también hay especies monumentales, como un almez de más de 200 años. Busca en su interior alguno de sus rincones con más encanto: el cenador, la cascada, el estanque de la ninfa, el templete oriental o el lago.
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JARDINES DEL CASTILLO DE SOUTOMAIOR, PONTEVEDRA
La fortaleza medieval del castillo de Soutomaior (castelodesoutomaior.com), situado en las Rías Baixas gallegas, se perfuma de camelias cada año gracias a sus jardines considerados el jardín botánico más importante de Galicia. Castaños con más de 800 años de antigüedad, hasta 27 especies diferentes de coníferas y cientos de flores que se descubren en tres itinerarios diferentes por su interior: las camelias, los viñedos y el bosque. También la fauna, porque es hogar de aves como el verdecillo, el herrerillo común, la abubilla o el carpintero, entre otras, además de infinidad de mariposas que ofrecen un espectáculo visual único al inicio de la primavera. La mejor forma de conocerlo es a través de las visitas guiadas que pueden reservarse a través de su web.
PARQUE DE ALCEDA, VALLES PASIEGOS (CANTABRIA)
Los verdes valles pasiegos esconden un encantador parque en el que perderse durante la primavera situado en la localidad de Alceda, a media hora de Torrelavega. Con 7 hectáreas y más de mil árboles traídos de los 5 continentes es un lugar perfecto para dar largos paseos, descargar adrenalina en el Parque de Aventura de Alceda, saltando de árbol en árbol y luego relajarse en el famoso balneario de Alceda, con aguas termales de propiedades curativas que ya fueron utilizadas por los romanos.