Encajonado entre la sierra de Tormantos y los montes de Traslasierra, entre las provincias de Ávila y Salamanca, al norte; la ciudad de Plasencia al sur y los otros valles cacereños del Ambroz y La Vera, el Jerte es un territorio angosto y alargado. El marcado desnivel en sus laderas da lugar a un variado catálogo de paisajes y entornos naturales que en el mes de marzo se vuelve de color blanco y nadie quiere perderse.
Son más de un millón y medio de cerezos los que florecen en primavera y para celebrar este despertar en el valle tiene lugar una fiesta de interés turístico nacional que invita a disfrutar de uno de los lugares más mágicos de España. Aunque son los termómetros los que marcan la fiesta, este año ha coincidido con la Semana Santa. Debido a las altas temperaturas, cada vez más irregulares, la floración ha ido un poco más adelantada de lo que es habitual por estas fechas y las celebraciones se prolongarán hasta el 6 de abril. Una fiesta que se engloba en la programación de Primavera y cerezo en flor en el Valle del Jerte, que se extiende hasta el 3 de mayo.
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Los cerezos se cultivan en bancales (terrazas) en las montañas del Jerte siguiendo una tradición familiar de siglos, primero los situados en las zonas más bajas y los últimos, los de las más altas. Así pues, se puede ir visitando diferentes pueblos en función del momento que se elija para ir. Si se desea respirar tranquilidad y ver el espectáculo sin aglomeraciones, la primera semana de abril todavía es buen momento. La disposición, el entorno único y el microclima dan lugar a unas cerezas de gran calidad, así como a la picota del Jerte, una variedad que se produce de manera casi exclusiva en el valle.
Precisamente, la DOP tiene como uno de sus principales objetivos que se conozca la diferencia entre la cereza y esta, una especie que se desprende del árbol sin rabito y destaca por su calidad, su textura crujiente, su sabor dulce, su color oscuro y su menor tamaño. Para identificarlas hay que buscar el sello de garantía de la la Denominación de Origen Protregida que lo certifica.
QUÉ HACER EN LA FIESTA DEL CEREZO EN FLOR
Con motivo de la floración se organiza un extenso programa de actividades que reflejan la vida de la comarca, desde culturales o gastronómicas a propuestas de turismo activo (primaveraycerezoenflor.blogspot.com). Aunque también es una ocasión especial para admirar la arquitectura tradicional del valle, con bodegas, fraguas y lagares. Paseos interpretativos, teatro, talleres de fotografía, degustaciones, conciertos, mercado o exposiciones se desarrollan a lo largo de los días en todos los pueblos de la zona hasta su clausura en Cabezuela del Valle el 6 de abril. Tras la lluvia de pétalos –del 8 de abril al 3 de mayo– dará comienzo la Cerecera, la época de mayor actividad en la comarca, cuando se recolecta la cereza y se organizan degustaciones, catas de cereza, exposiciones, recreaciones etnográficas y jornadas de puertas abiertas en las cooperativas agrícolas.
RUTAS EN COCHE PARA VER LA FLORACIÓN
Para disfrutar de la floración desde distintas perspectivas se pueden hacer dos rutas en coche por la sierra, una circular y otra lineal. La primera, de unos 50 kilómetros de recorrido, comienza en Valdastillas y enlaza los pueblos de Piornal, Barrado, Cabrero, Casas del Castañar, El Torno y Rebollar. La lineal tiene 30, se inicia en Navaconcejo y sigue paralela al río Jerte, continuando por Cabezuela del Valle, Jerte, Tornavacas y el Puerto de Tornavacas. En la oficina de turismo del Valle del Jerte, ubicada en Cabezuela del Valle, informan sobre ellas.
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DE PUEBLO EN PUEBLO POR EL JERTE
Al Jerte no solo se viene a ver su hermosa floración, también sus encantadores pueblos donde el tiempo parece haberse parado y su espectacular naturaleza, con espacios tan soberbios como la Garganta de los Infiernos. Y, por supuesto, a saborear su rica gastronomía. En El Cabrero hay que probar su aguardiente de cereza; en Cabezuela del Valle, pasear por el casco histórico de empinadas y laberínticas calles que es conjunto histórico, en Navaconcejo, ver la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción; en El Torno, asomarse al mirador de la Memoria; en Valdastillas, iniciar la ruta a la cascada del Caozo; en El Piornal, admirar sus casas de granito…