El mejor itinerario para disfrutar de la Semana Santa en Sevilla

Nadie que haya estado en Sevilla puede negar que es una de las ciudades más bonitas del mundo, pero en estos días, gana en belleza. La Madrugá, el sentimiento cofrade, el rachear de los costaleros, las lágrimas saltadas, la carrera oficial, los palcos, las saetas, el olor a incienso mezclado con el humo de los cirios y los churros… Todo ello forma parte del ritual que del Domingo de Ramos al de Resurrección transforma la capital hispalense en una fiesta con mayúsculas que tiene su propio lenguaje.

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A Sevilla no se la comprende sin el Guadalquivir, ni sin la Feria de Abril, pero menos aún sin la Semana Santa, el gran acontecimiento para el que se prepara meses atrás y durante el que ofrece su mejor versión. Este año arranca nada más estrenarse la primavera y será la más corta desde hace 8 años, porque la noche del sábado 30 al domingo 31 de marzo toca adelantar los relojes para entrar en el horario de verano.

LAS PROCESIONES

Para entender esta celebración tan arraigada en la ciudad y no perderse, lo primero es hacerse con un programa donde se indican todos los horarios e itinerarios que siguen las 60 hermandades que desfilan por las calles de Sevilla. Lo hacen, sin lugar a la improvisión, desde el Viernes de Dolores (22 de marzo) hasta el Domingo de Resurrección. Una demostración de religiosidad y, a la vez, un espectáculo artístico en el que confluyen devoción, arte, colorido y música para recordar la Pasión de Jesucristo.

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Todos los días hay desfiles procesionales por la tarde y por la noche en los que se pueden ver tallas de gran valor, obras de destacados escultores como Martínez Montañés o Juan de Mesa. Cada cofradía sale de su iglesia y todas deben pasar por la llamada carrera oficial, que empieza en la calle Campana y termina en la catedral. Un tramo reservado a sillas y palcos, que se alquilan este año entre 85 € (en la plaza Virgen de los Reyes) y 962 € (plaza San Francisco). Es imprescindible elegir qué procesiones ver cada día, en qué punto verlas y situarse en ellos con antelación.

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Hay muchos momentos importantes que dejan escenas de inigualable belleza, pero la Madrugá (la madrugada del Jueves al Viernes Santo) es el summum, pues concentra algunas de las imágenes más veneradas, como el Jesús del Gran Poder, la Macarena, la Esperanza de Triana o el Cristo de los Gitanos, que procesionan durante toda la noche y congregan a miles de personas para verlas pasar.

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DE RUTA POR SUS TEMPLOS

Antes de que comiencen las estaciones de penitencia de las hermandades, por la mañana se suele hacer una ruta por algunos templos sevillanos. Imposible visitar, no en una semana, ni siquiera en un mes, los más de 120 que tiene la capital andaluza, la segunda ciudad de Europa con mayor número, solo por debajo de Roma. Así que habrá que elegir. Es una oportunidad para descubrir el legado arquitectónico sevillano, que va desde su imponente catedral –que desde esta Semana Santa ya se puede ver sin andamios, tras 7 años de restauración– hasta pequeñas capillas. ¿Los más populares? La basílica de la Macarena, la del Gran Poder, la capilla de los Marineros en Triana o la iglesia de San Luis de los Franceses. Desde este Viernes de Dolores al Viernes Santo se ven en ella sus titulares (imágenes que presiden cada hermandad) preparados en los pasos que desfilarán por las calles.

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TOUR COFRADE

Para conocer la historia y los orígenes de la Semana Santa se organizan tours cofrades que recorren las calles más antiguas de la ciudad. Los que organiza Civitatis (civitatis.com) duran dos horas, cuestan 12,60 € y tienen como punto de encuentro la plaza de Pilatos. Durante el paseo pasan por la plaza de la Alfalfa, la del Salvador (en la imagen) o la de la Campana mientras se cuentan algunas curiosidades y también cómo ha ido evolucionando la fiesta con más devotos de la ciudad. La última parada es la plaza de la Encarnación, frente a la iglesia de la Anunciación, donde se encuentra el Panteón de sevillanos ilustres.

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LAS PROCESIONES, TAMBIÉN DESDE LAS AZOTEAS

Para picotear, tomar un cóctel, contemplar la ciudad con perspectiva y hasta ver los desfiles procesionales alejados del bullicio, nada mejor que subir a las terrazas en las alturas de la capital hispalense. En el barrio de Santa Cruz están las del EME Catedral Mercer (emecatedralmercer.com), una de las más solicitadas, y Terraza Pura Vida, en lo más alto del hotel Los Seises (losseises.fontecruzhoteles.com). Sofisticada también, Justa Rufina (justarufina.com), en la plaza de la Magdalena.

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LOS MEJORES BARES COFRADES

En una ciudad que late con tanta intensidad como Sevilla, la pasión por las tradiciones es tan auténtica como la pasión por los bares, donde los sevillanos disfrutan compartiendo cervezas y tapas en una barra o en una terraza en cualquier época, y en Semana Santa no iba a ser menos. Los bares cofrades son lugares llenos de tradición y desde que empezó la Cuaresma viven con más intensidad estos días, cambiando incluso sus especialidades por platos típicos de estas fechas. Puedes hacer una ruta por ellos, empezando en Casa Ricardo (casaricardosevilla.com), templo del tapeo clásico, que todos los viernes reemplaza sus croquetas de jamón para dar paso a las de bacalao. Luego acércate a La Fresquita (Mateos Gago, 29), muy cerca de la catedral, donde huele a incienso y se escucha el sonido de la banda de cornetas y tambores de la Macarena. La siguiente parada es Matacandela (Gamazo, 16), un bar decorado con túnicas de nazareno y carteles antiguos de Semana Santa donde tienes que comer su bacalao frito con tomate y, de postre, torrijas. Y para rematar, La Chicotá, frente a los Caños de Carmona, punto de encuentro de hermanos y vecinos del barrio de La Calzada, que saben lo rico que está su montadito de bacalao con salmorejo.

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EL NUEVO HOTEL QUE MARCA ESTILO EN SEVILLA

Frente a la estación de Santa Justa, el Only YOU de Sevilla (onlyyouhotels.com) acaba de abrir sus puertas y se suma a los otros cuatro que tiene la marca lifestyle premium del grupo Palladium en Madrid, Valencia y Málaga. Un hotel que nace como punto de encuentro que conecta viajeros y locales a través de una agenda repleta de actividades que rinden homenaje al estilo de vida de la capital andaluza. A su diseño arquitectónico, su enfoque sostenible y su interiorismo interior, que lleva la firma del reconocido Lázaro Rosa-Violán, suma su oferta gastronómica, encabezada por el restaurante Trotamundos, su carta de coctelería, su zona Breakery (para desayunos y meriendas) en el lobby, del reconocido pastelero Manu Jara, y una floristería.   

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DICCIONARIO BÁSICO DE LA SEMANA SANTA PARA DEBUTANTES

La Semana Santa de Sevilla tienen su propio lenguaje. Único y singular, se nutre de tradiciones y expresiones típicas profundamente arraigadas en el imaginario sevillano que tienes que conocer:

• Carrera Oficial. Es el recorrido obligatorio que tienen que hacer las cofradías en su estación de penitencia, comienza en la plaza de la Campana y concluye en la catedral. Está cercado porque en él se colocan los palcos privados y las sillas de alquiler. Se debe entrar y salir de ella cumpliendo un estricto horario.
• Bulla. Aglomeración de personas que se congregan en las calles para contemplar los pasos que desfilan en las procesiones.
• Estación de penitencia. Así se conoce también al recorrido que hacen las hermandades por las calles, siempre y cuando se haga parada al menos en un templo.
• Titular. Imagen que preside cada hermandad.
• Hermano Mayor. Responsable superior de una hermandad, elegido en el ‘cabildo’ por los hermanos.
• Cruz de guía. Insignia en forma de cruz que abre la procesión por las calles durante el recorrido.
• Paso. Es el conjunto formado por las andas y las imágenes que se sustentan sobre estas. Pueden ser de Cristo, de la Virgen o una representación escultórica de una escena de la pasión, muerte o resurrección de Jesús.
• Costaleros. Hermanos de la cofradía que cargan sobre su cabeza y cuello los pasos en procesión guiados por el capataz. Protegen su físico del enorme peso con un costal de arpillera que colocan entre las cervicales y las trabajaderas del paso.

• Nazarenos. Son los hermanos de la cofradía y quienes componen el cortejo procesional de cada hermandad. Llevan cirios o insignias, van vestidos con túnicas y cubiertos por el capirote y antifaz. Los que van en la presidencia portan, además, vara. Los penitentes se distinguen por ir sin capirote y llevar una cruz a cuestas.
• Levantá. Así se describe el momento en el que los costaleros alzan el paso para iniciar la marcha tras el toque del llamador – la pieza metálica situada en el frontal de los pasos– por parte del capataz.
• Chicotá. El trayecto que recorre un paso desde que los costaleros lo levantan hasta que detiene la marcha.
• Marcha. Composición musical que interpretan las bandas que acompañan a las procesiones y ayuda a marcar el paso a los costaleros.
• ¡Al cielo con ella! Expresión empleada por los capataces y costaleros de un paso en el momento de la levantá.
• Capillita. Palabra popular con la que se conoce a las personas que viven con entusiasmo las actividades cofrades.
• Madrugá. Periodo comprendido entre la noche del Jueves Santo y el Viernes Santo. Es aquí cuando algunas hermandades más numerosas y conocidas.
• Palio. Dosel sustentado por los varales que llevan los pasos de Virgen. Son al igual que los mantos, verdaderas obras de arte. Por extensión se denomina con este nombre al paso de Virgen completo.
• Venia. Es la solicitud que realiza cada una de las cofradías a su paso por la Campana para poder efectuar la entrada en la carrera oficial y continuar con su estación de penitencia.
• Saeta. Oración hecha cante flamenco que se canta con devoción a las imágenes bien desde un balcón o desde la calle. Pueden ir acompañada de una petalá, que consiste en lanzar pétalos de flores sobre el paso de una imagen.
• Aguador. La persona encargada de portar agua para dar de beber a los costaleros que levantan el paso.
• Mantillas. La tradición dice que el Jueves Santo las mujeres se visten de negro y lucen mantilla en la cabeza durante su visita a los templos de las hermandades.