10 lugares de Francia no tan conocidos que son Patrimonio de la Humanidad

ABADÍA CISTERCIENSE DE FONTENAY

Fundada por Bernardo de Claraval en 1118, Fontenay, es la abadía cisterciense más antigua y mejor conservada del mundo, gracias a su construcción en piedra. Situada al noreste de la ciudad de Dijon, en la borgoña francesa, es una muestra excepcional de cómo vivían y se autoabastecían las primeras comunidades cistercienses, con su majestuosa iglesia abacial, la panadería, dormitorios, herrería, refectorio, el claustro…, y un ejemplo único del arte románico.

Fue uno de los primeros monumentos franceses en ser declarado Patrimonio de la Humanidad (1981). En la actualidad está en manos privadas, pertenece a la misma familia desde el siglo XIX, y recibe cada año miles de visitas: abbayedefontenay.com.

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PLAZA STANISLAS, PLAZA DE LA CARRIÈRE Y PLAZA DE LA ALLIANCE EN NANCY

Nancy no cuenta con un único lugar en la lista de patrimonio de la Unesco, sino con un conjunto monumental formado por tres plazas, por las que pasar de forma irremediable en la visita a esta localidad francesa de espíritu universitario. Fueron parte de una remodelación urbana sin precedentes, realizada entre 1752 y 1756 por orden de Stanislas Leszczynski, antiguo rey de Polonia exiliado en Francia y duque de Lorena.

La plaza de Carrière, con el palacio del Gobierno en uno de sus frentes; la de la Alianza, más pequeña y con una fuente en el centro; y la de Stanislas, la joya de este plan urbano con la que presumen los locales de poseer la plaza más bonita del mundo. Las fachadas clásicas de sus edificios, entre los que se encuentra el Ayuntamiento, la Ópera, el Gran Hotel de la Reina o el Museo de Bellas Artes, las puertas de hierro forjado y sus muchas terrazas son sus señas de identidad.

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CANAL DEL MIDI

La red que forman los 360 kilómetros navegables que conectan este canal en Toulouse con el canal lateral a la Garonne fue construida para facilitar el transporte entre el Mediterráneo y el Atlántico. Hoy se recorre en barco gracias a sus aguas tranquilas, atravesando esclusas, dársenas, acueductos y puentes. Una hazaña de la ingeniería del siglo XVII que hizo que el Canal du Midi fuese declarado Patrimonio de la Humanidad en 1996.

Los 241 kilómetros que unen la ciudad de Agde –en el Mediterráneo– con Toulouse, convertidos en uno de los canales navegables más largos de Europa, recorren lugares tan interesantes como Béziers, Narbona, Carcassonne o Castelnaudary. Empresas como Le Boat (leboat.es) alquilan barcos sin necesidad de licencia para vivir la experiencia.

PIRINEOS – MONTE PERDIDO

Este espacio natural compartido entre Francia y España y formado por un extraordinario paisaje montañoso tiene su altura máxima en el macizo de Monte Perdido, con 3.352 metros de altura. Incluido en 1997 como bien transfronterizo Patrimonio de la Humanidad, sus más de 30 mil hectáreas incluyen dos parques nacionales, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en la provincia de Huesca, y el Parc National des Pyrénées, en la parte francesa (pyrenees-parcnational.fr/fr).

PAISAJE CULTURAL DE SAINT-ÉMILION

Son 5.000 hectáreas las que conforman el paisaje cultural repartido entre los ocho municipios de Saint-Émilion, el primer paisaje de viñedos convertido en Patrimonio de la Humanidad que cuenta con el título de jurisdiccional desde el siglo XII. Un paisaje dedicado al cultivo de la viña donde descubrir bodegas que elaboran excelentes caldos, hacer rutas en bici o a pie por los viñedos y conocer localidades medievales como Saint-Émilion, Saint-Christophe-des-Bardes, Saint-Étienne-de-Lisse, Saint-Hippolyte, Saint-Laurent-des-Combes, Saint-Pey-d’Armens, Saint-Sulpice-de-Daleyrens o Vignonet, que guardan un magnífico patrimonio.

PROVINS, CIUDAD MEDIEVAL

A poco más de una hora en coche, al sureste de París, la localidad fortificada de Provins, situada en los dominios de los poderosos condes de Champaña, constituye un testimonio de lo que fueron los primeros desarrollos de ferias comerciales internacionales durante la Edad Media. Aún hoy se conserva su trazado urbano de casas medievales, almacenes y graneros, plazas y edificios religiosos que invitan a un viaje en el tiempo. Además de su bien conservado sistema defensivo -puertas y murallas- construido para la protección de las ferias.

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CUEVA CHAUVET-PONT D’ARC

En esta cueva situada al sur de Francia, a 80 kilómetros de Nimes y otros tantos de Aviñón, se descubrieron en 1994 los dibujos figurativos más antiguos -36 mil años de antigüedad- y mejor conservados del mundo, conocidos como “la primera gran obra maestra de la humanidad”. Una muestra excepcional de arte prehistórico cuyo extraordinario estado de conservación hizo que fueran declaradas Patrimonio de la Humanidad en 2014. Hoy se visita una réplica, La Grotte Chauvet 2, en la localidad de Vallon-Pont-d'Arc, a poca distancia de la original.

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LA MAISON CARRÉE DE NÎMES

Este templo romano situado en la localidad de Nimes -antigua provincia romana conocida como Nemausus- fue incluido en la lista del patrimonio mundial en el año 2023. Edificado en el siglo I d. C. en honor a Cayo César y Lucio César, nietos del emperador Augusto, hoy es el único templo del mundo que se conserva completo, con un excepcional estado de conservación y convertido en un museo (arenes-nimes.com).

PAGOS DE VIÑEDOS DE BORGOÑA

Los climats, o pagos de Borgoña, se trata de unas parcelas de tierra delimitadas desde hace siglos, que se encuentran al sur de la ciudad de Dijon y que gozan de unas condiciones especiales -geología del terreno, exposición...- que confieren a los vinos de unas características especiales (climats-bourgogne.com). Algunas de esas vides se rodean de muros de piedra construidos desde la Edad Media, como los de Clos de Vougeot, uno de los más prestigiosos de Borgoña.-

FARO DE CORDOUAN

En medio del océano Atlántico, este faro situado en el estuario de Gironda, entre la Pointe du Verdon y la ciudad de Royan, lleva en pie desde finales del siglo XVI y principios del XVII expuesto como está a las mareas. Una joya marítima declarada Patrimonio de la Humanidad a la que se accede con una excursión en barco, siempre controlando el estado de las mareas, donde se visitan las diferentes salas, la capilla real, las vidrieras y las espectaculares vistas que hay que ganarse tras ascender los 301 escalones que nos llevan a la cima.

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