La ruta del tapeo por Alicante tiene vistas al mar

Nadie que quiera descubrir Alicante deja de subir al castillo de Santa Bárbara, sortea las olas de la explanada de España, visita el MARQ y algún otro de sus museos, callejea por el barrio de Santa Cruz y remata el día en el puerto deportivo, que tiene mucha vida de día y también de noche. Pero para vivir la ciudad al completo, hay que hacer una ruta por sus bares y probar aquí y allí los bocados más apetecibles, los más tradicionales y los más vanguardistas. Porque en España somos muy de tapeo y esta costumbre no la perdemos allá donde vayamos, en la capital de la Costa Blanca se hace, además, mirando al mar y a lo que sale de él.

LA BARRA DEL NOU

“Que sitio más auténtico”, es la frase más pronunciada cuando se visita por primera vez Nou Manolín (grupogastronou.com). Un establecimiento histórico de la ciudad, en la calle Castaños, con más de 50 años de trayectoria, cuya barra conquista a alicantinos y a turistas. Tanto es así, que la revista Forbes lo ha elegido entre los 10 mejores restaurantes de tapas de España. Y no queda ahí la cosa, porque su reconocimiento también le ha llegado por parte de grandes cocineros como Ferràn Adrià, Quique Dacosta y el famoso chef Joël Robuchon. En sus vitrinas reina el producto fresco sin cocinar, especialmente pescados y mariscos que llegan todos los días de las lonjas de Santa Pola y Denia y se degustan en la barra, en el restaurante –en el que han comido desde Penélope Cruz a Pau Gasol–, y en los otros locales que forman el grupo GastroNou: Piripi y Pópuli Bistró. Tapas de boquerones en vinagre, bravas, pincho Picasso, swarovski de ensaladilla con anchoa, de huevo de codorniz frito con jamón ibérico, calamares a la romana, salmonetes… Todo riquísimo.

Las rutas de tapeo más famosas de España y dónde tapear

PROBAR EL BUEN BAR

Más informal, con mesas altas, bajas y una gran barra, es Probar el buen bar (probarelbuenbar.com), un local creado con la intención de que los clientes se sienten como en casa. Lo suyo es un no parar, pues cada dos por tres cambian la carta e inventan sugerencias nuevas que llenan sus pizarras: ensaladilla de anguila ahumada, croqueta invertida, tortilla de butifarra de Perol y tomate, buñuelos de sepia a la brutesca. Su solete de la Guía Repsol avala el buen hacer de Carl Borg, el ideólogo de todo esto, que, junto a su equipo, se ha propuesto renovar el bar de toda la vida. Son los sabores de siempre, pero presentados de manera diferente, ¡y sorprendente!

Olvídate del mar, el Mediterráneo de interior también existe

MANERO

Atravesar la puerta del bar Manero (barmanero.es) es transportarse a finales del siglo XIX, un bar boutique para tapear de lujo entre vitrinas y mostradores de un ultramarinos repletas de productos delicatessen. Croquetas de rabo de toro, de boletus y jamón ibérico, gildas, ensaladilla de marisco con gamba de cristal, tortilla de papas trufada o de gambas rojas, conservas, ostras… Todo lo que está en la carta está rico y se saborea con gusto en este ambiente glamuroso. Tapeo gourmet en un local que, además, es una coctelería donde disfrutar de un combinado, un café y bistró y un winebar sede del club Dom Perignon en el primer Manero. Más tarde se sumaría otro en Madrid.

CERVECERÍA SENTO 

En el número 1 de la calle Girona se encuentra otra de las referencias del tapeo alicantino, con una oferta tentadora de pinchos, raciones y montaditos. Tienen otros siete locales repartidos por otras localidades de la provincia (somossento.es), el más nuevo acaba de abrir en la calle Castelar, 5, y la acogida a sus especialidades no puede ser mejor. Iván se llama el montadito con el que han ganado el primer premio Tapeate en la ciudad, un delicioso bocado a base de lomo alto, foir, turrón, sal maldon, rúcula y nueces, pero también lo son los otros 30 que hay para elegir. Y tan apetecible como su marinera (ensaladilla rusa sobre rosquilla de pan), su pincho de pollo al peso o sus papas especiales con queso fundido y bacon.

LA TABERNA DEL GOURMET

En 1979 la familia Perramón-San Román abrió, al lado del primer negocio familiar, La Taberna del Gourmet, que era apenas una barra y un pequeño comedor en la entreplanta. Ese fue el comienzo de un lugar que hoy es una referencia gastronómica en Alicante, como lo es el restaurante Monastrell de María José San Román y los que forman el grupo Gourmet. La sostenibilidad y la proximidad son la base de su producto. La mayoría de los vegetales que se sirven en sus platos crecen en la huerta Terramón de su propiedad, una finca de 15.000 m2 que poseen en Mutxamel. Las carnes son ecológicas, el pescado, de primera calidad y el pan sale cada día del obrador propio. Se puede optar por montaditos variados, huevos ecológicos, entradas del mar, mariscos de lonja o probar su menú de tapeo (36 €)

BARRA CENTRAL

Para palpar la actividad y la vida cotidiana de la ciudad no hay mejor lugar que pasar por el Mercado Central, ubicado en un edificio de dos plantas de 1911 con elementos modernistas. En sus puestos, pescados y mariscos del Mediterráneo, frutas y verduras de las huertas cercanas y esta barra en la que hacer un descanso y saborerar alguno de sus platos populares. La pacenta con su jugo cocinada a baja temperatura es buena elección, pero también lo son sus lomos de sardina al ceviche o su bocadillo de ternera con salsa de pasas y cebollino. A la zona de la plaza del Mercado, junto a la calle Castaños, habrá que volver más tarde, porque es una de las zonas populares para el conocido como «tardeo», la costumbre local de tomar una cerveza en alguna de sus terrazas.

¿Y si este fin de semana pasas por los nuevos mercados gastronómicos de Madrid y Barcelona?

PARA COMER, UN ARROZ, Y DE POSTRE, UN HELADO

Más allá del tapeo, en Alicante hay que comerse un arrocito, porque la capital de la Costa Blanca es la Ciudad del Arroz, con marca registrada. Se prepara de mil maneras –a banda, a la alicantina, arroz negro, al horno, con costra–, y se sirve acompañado de un alioli que aquí se llama ajoaceite. Monastrell (monastrell.com), el restaurante Nou Manolín o Pópuli Bistró, estos dos últimos del grupo Grastronou (grupogastronou.com) son un acierto para probarlos acompañados de vino de la DOP Alicante. Y para acabar el periplo gastronómico, qué mejor que un helado de esos que tienen fama en la ciudad, como los de Laneu (laneuhelados.es) y Livanti (livanti.es), para relamerse.

Los 10 pueblos más bonitos de Alicante, puro encanto mediterráneo