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Atapuerca: viaje a los orígenes

Entramos en la máquina del tiempo con Juan Luis Arsuaga, director científico del Museo de la Evolución Humana y codirector de Atapuerca. Del último grito mundial en arquitectura museística a la Sima de los Huesos, la experiencia combina ciencia, historia y aire libre. La emoción de las excavaciones de las que surgió el Homo antecessor y la posibilidad de disfrutar, en el corazón burgalés, de una jornada plena de sensaciones


22 de febrero de 2024 - 19:31 CET

Encontrar lo inesperado. Ese es el sueño que alberga, cada vez que llega una nueva campaña de excavaciones, Juan Luis Arsuaga. Y ese es también el espíritu con el que nos aventuramos, de su mano, en un viaje a través del tiempo, desde el modernísimo Museo de la Evolución Humana (MEH) hasta las dolinas y las simas de Atapuerca, donde cada año no dejan de surgir noticias sobre los orígenes del hombre.

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HOVIAJES 2124 BURGOS© NANO CAÑAS
SIERRA DE ATAPUERCA: La visita a los yacimientos transcurre por la Trinchera del Ferrocarril, un paso artificial de roca caliza en la que posa Juan Luis Arsuaga.

Del pasado al futuro o del futuro al pasado, a gusto del consumidor. Aunque quizás, dice Arsuaga, convendría amueblar un poco la cabeza en el museo antes de acercarse a la Trinchera del Ferrocarril, donde se sitúan las excavaciones. Comprender hasta qué punto la ciencia y el misterio se dan la mano en un lugar como este. Así que el Burgos más cosmopolita, el que sirve de pórtico para descubrir los encantos de una ciudad estilosa y patrimonial, nos recibe a las puertas del Museo de la Evolución Humana.

La última de las criaturas en llegar al museo es un joven mamut de Siberia

Con Arsuaga paseamos por el MEH siempre con la boca abierta. El propio espacio de “arquitectura transparente”, tal como lo concibió el arquitecto Juan Navarro Baldeweg, es uno de los mayores atractivos  de este centro, inundado de luz y en diálogo constante con la ciudad. Un universo en el que las estrellas son los fósiles, las más de 200 piezas originales halladas en las excavaciones de la sierra, entre ellas los restos del Homo antecessor, con 850.000 años de antigüedad. Piezas alrededor de las cuales se despliega toda la magia de un museo que explica la evolución humana como nunca antes se había hecho. La pelvis de Elvis, el hacha de mano Excalibur o el cráneo de Miguelón, el “más completo del mundo” en su género, correspondiente a un Homo heidelbergensis que vivió hace 400.000 años, son algunas de las piezas imprescindibles.

© NANO CAÑAS
© NANO CAÑAS
Un viaje en el tiempo: Las estrellas del Museo de la Evolución Humana son los fósiles originales. Sobre estas líneas, una reproducción del bergantín HMS Beagle, que fue el que llevó a Charles Darwin a las Galápagos.

En torno a ellas, los visitantes se asombran en la galería de los homínidos, donde un poco más adelante nos encontramos a Miguelón “de carne y hueso”, en una reconstrucción científica impactante. O metiéndose en el interior de un cerebro, con sus infinitas conexiones. O admirando las proporciones de la sección del bergantín HMS Beagle, que fue el que llevó a Charles Darwin a las Galápagos. El último en incorporarse a la galería de criaturas ha sido un mamut, un individuo joven, de seis metros de largo por 3,5 de altura, que fue encontrado en Siberia, y que cuenta sus años entre los 40.000 y los 50.000.

En el museo se exponen recreaciones de cuerpo entero de nuestras especies antepasadas más representativas

Todo lo aprendido en el MEH podemos ahora bajarlo a continuación al terreno. A solo 15 kilómetros está el CAYAC, el centro de acceso a Atapuerca. Desde aquí nos acercamos a esa verdadera trinchera que son los yacimientos. Junto a José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell, Juan Luis Arsuaga es codirector de estas excavaciones, en un enclave que la Unesco reconoció como Patrimonio de la Humanidad en el año 2000. Cortes de excavación que tienen nombres ya míticos: la Galería, la Sima del Elefante, la Gran Dolina. Son 20 nuevos centímetros hacia abajo cada año, que continúan en busca de “lo inesperado”. En época de excavaciones (entre junio y julio), la visita transcurre por los miradores; fuera de ella, cada espacio se aborda a pie de obra. Eso sí, con casco.

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Juan Luis Arsuaga junto a la escultura hiperrealista de un hombre neandertal en la Galería de los Homínidos.

La visita a la trinchera es la que está abierta al público, pero alrededor de ella hay unos cuantos enclaves más que ya forman parte del lenguaje de arqueólogos de todo el mundo. La Cueva del Mirador, la Cueva Mayor, la Galería de las Estatuas, la Sala de los Cíclopes o Fuente Mudarra, un asentamiento a orillas del río Pico. Para bajar a la “oficina” del experto en la Sima de los Huesos, donde seguramente se acumula “el mayor número de fósiles de la historia”, hay que hacerlo a través de una escala de espeleólogo: cada travesaño pueden ser cientos, miles de años.

En la sima de los huesos se acumula el mayor número de fósiles de la historia

El aprendizaje al lado de Juan Luis Arsuaga seguirá después compartiendo mesa con él en lo último de la gastronomía de Burgos: el restaurante Cobo Estratos, donde la nueva cocina y los productos de la tierra se combinan en su menú de la evolución. Por supuesto, acompañado de esos vinos de la Ribera del Duero que tienen por estos pagos algunas de sus más altas líneas de diseño. Más experiencias, si caben, en un impresionante viaje a los orígenes de la humanidad.

© NANO CAÑAS
© NANO CAÑAS
Viaje a los orígenes: Juan Luis Arsuaga junto al mamut que se expone en el Museo de la Evolución Humana. Sobre estas líneas, el cráneo de Miguelón, el más completo del mundo en su género.

El apunte experto

››El circuito de visitas al Museo de la Evolución Humana y a las excavaciones se completa con el Centro de Arqueología Experimental de Atapuerca (CAREX).

››A nueve kilómetros se encuentra la reserva Paleolítico Vivo, que recrea, con caballos, bisontes y otras especies, el espacio natural del Paleolítico, mediante un safari a pie o en todoterreno (paleoliticovivo.org).

La visita al yacimiento y al museo se complementa con el centro de arqueología experimental

››A media hora del yacimiento se localiza la bellísima villa ducal de Lerma. 

››En Burgos nadie se puede perder una visita a su maravillosa  catedral gótica. 

››Ni un recorrido por la ciudad, por los alrededores del paseo del Espolón.

© Gonzalo Azumendi
© NH Collection/ CARLOS MANZANO ALONSO
En época de excavaciones, durante los meses de junio y julio, la visita a los yacimientos se realiza por los miradores (arriba).

Guía de viaje

Guía de viaje

© NH Collection

Cómo ir y cómo moverte

A Burgos se puede llegar en AVE desde Madrid, a 278 kilómetros. Del aeropuerto de Bilbao queda a menos de dos horas y a 124 kilómetros de Vitoria. En los bajos del Museo de la Evolución está el mayor aparcamiento público de la ciudad. Entre este y el Centro de Acceso a los Yacimientos hay 20 minutos en coche, tomando el desvío pasado Ibeas de Juarros. Desde el CAYAC parte una carretera hasta las excavaciones.

Cuándo ir

Todas las épocas del año son buenas para visitar Burgos, si bien en invierno las circunstancias meteorológicas impiden, en ocasiones, la visita a los yacimientos. En época de excavaciones, en junio y julio, solo se puede visitar la Trinchera del Ferrocarril desde los miradores.

Dónde dormir

El hotel NH Palacio de Burgos, también conocido como Palacio de la Merced (nh-hotels.com), ocupa un impresionante edificio gótico de los siglos xvi y xvii protegido por la Unesco en pleno centro de la ciudad. El hotel Landa (landa.as), en el kilómetro 235 de la A-1, a diez minutos del museo, está construido alrededor de una torre del siglo xiv y cuenta con una piscina gótica abierta todo el año; es más, resulta una excelente propuesta gastronómica.

Dónde comer

Además de con la modernidad, pero basada absolutamente en los productos tradicionales, el restaurante Cabo Estratos (coboestratos.com), dirigido por el chef Miguel Cobo y con estrella Michelin, está comprometido con la propuesta del MEH, aportando su propio menú de la evolución. Dos clásicos de la excelente cocina tradicional burgalesa son Casa Ojeda (restauranteojeda.com), reconocido en varias ocasiones como mejor restaurante de Castilla y León, y Azofra (hotelazofra.com), ambos con el lechazo castellano como plato estrella.

MÁS INFO

El MEH (museoevolucionhumana.com) es el centro de operaciones ideal para planificar la visita al centro y a las excavaciones. Para visitar los yacimientos o el Centro de Arqueología Experimental hay que reservar (tel. 947 42 10 00, reservasatapuerca@fundacionatapuerca.es).

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