Para defender Malta de los turcos, que codiciaban esta isla mediterránea estratégicamente situada al sur de Sicilia, los caballeros de San Juan construyeron en el siglo XVI La Valeta, una imponente ciudad fortificada de calles en cuadrícula, templos y palacios de piedra dorada y murallas que han resistido intactas 450 años. Nosotros la visitamos en un par de días, una escapada perfecta para un fin de semana.
¿POR QUÉ VIAJAR A LA CAPITAL DE MALTA?
Volar a Malta es muy barato. Las compañías aéreas ofrecen vuelos directos desde varias ciudades españolas como Madrid, Sevilla, Barcelona, por precios que pueden rondar los 50 € por ejemplo, con Ryanair. Los restaurantes tienen precios razonables (es fácil comer por unos 15 €, incluyendo vino maltés de buena calidad) y por 80 € nos podemos alojar en un hotel. La Valeta no es una ciudad cara si la comparamos con Madrid o Barcelona: una cerveza en un bar puede costar entre 1,35 y 1,50 €, un billete de autobús 1,50 y un café alrededor de 2 €. Estos ya son motivos suficientes.
Un truco para ahorrar (aún más) es hacerse con el Multisite Pass Heritage Malta, que permite visitar muchos monumentos y museos del patrimonio isleño. Hay que mirar si compensa, dependerá de los sitios a los que quieras acceder, pero si son unos cuantos compensará seguro. El coste es de 60 € para adultos y 30 € para niños y es válido para un mes. Se puede adquirir en: heritagemalta.mt/store.
QUÉ HACER EL PRIMER DÍA
09.00 LA NO-PUERTA DE RENZO PIANO
Una entrada espectacular, diseñada por Renzo Piano, da acceso a la capital fortificada de Malta, donde los cañones marcan la hora. El arquitecto italiano recibió en 2009 el encargo de remodelar la City Gate, la puerta principal de la ciudad, y no se le ocurrió otra cosa que derribarla y dejar una entrada diáfana. Así se las gastan los genios. Nada más entrar por esta no-puerta, se descubren los poderosos volúmenes de piedra del nuevo Parlamento y las ruinas de la antigua Ópera, rescatada como auditorio al aire libre. El conjunto es magnífico.
10.00 CUADROS DEL PRÓFUGO CARAVAGGIO
Por la calle de la República, la principal, se baja desde la City Gate hasta la concatedral de San Juan, que exhibe dos lienzos de Caravaggio, el cual huyó a Malta tras matar a un hombre en Roma. Más adelante está el Palacio del Gran Maestre (hoy sede de la presidencia de la República), con su impresionante armería. Y dos manzanas más abajo, Casa Rocca Piccola, un palacio del siglo XVI con sus muchas obras de arte, su jardín y su guacamayo.
12.00 PASEO EN GÓNDOLA MALTESA POR EL PUERTO
Antes de fundar La Valeta, los caballeros tenían sus cuarteles al otro lado del Grand Harbour, en Birgu-Vittoriosa, que es otra preciosa ciudad fortificada y uno de los últimos refugios de las dghajsa, las tradicionales barcas de remos maltesas. Los barqueros recorren en dghajsa los mil vericuetos del inmenso puerto, incluido Fort Ricasoli, el fuerte fantasma que fue Roma en Gladiator, la ciudad de la Ilíada en Troya y Alejandría en Ágora, tres de las más de 150 películas que se han rodado en Malta.
13.00 PUES NO SE COME NADA MAL
Quien piense que en Malta se come mal por haber sido inglesa durante siglo y medio, se equivoca. Para demostrarlo, ahí está la panadería-restaurante Nenu (nenuthebaker.com). El capuccino, mejor tomarlos en Caffé Cordina, que desde 1837 ocupa un palacio con terraza en la plaza de la República (caffecordina.com).
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16.00 CAÑONAZO POR TODO LO ALTO
Hora de ver y escuchar el Saluting Battery, cañonazo ceremonial que se dispara junto a los jardines de Upper Barrakka, los cuales dominan a vista de gaviota buena parte de la ciudad y del Grand Harbour. Desde este punto, el más alto de la ciudad, hay un bonito paseo bajando por la calle de la Batería hacia los jardines de Lower Barrakka y el Siege Bell War Memorial.
20.00 LA CALLE MÁS ANIMADA
Strait Street ya no es la calle golfa de antaño, donde recalaban todos los marineros de paso, pero sigue siendo la más animada. StrEat Whisky & Bistro (whisky, hamburguesas y música en vivo) suele estar hasta arriba. Si nos gustan los bares con historia, iremos a The Pub, en la calle Archbishop, donde el actor inglés Oliver Reed paraba durante el rodaje de Gladiator y murió de un infarto tras una buena juega.
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QUÉ HACER EL SEGUNDO DÍA EN LA VALETA
10.00 DE LA EDAD MEDIA A LAS CATACUMBAS
A 12 kilómetros de La Valeta, tierra adentro, está Mdina, la primera capital de la isla. Pura Edad Media. De camino, en Attard, hay que ver cómo soplan el vidrio a la antigua usanza en los hornos de Mdina Glass. Y después visitar en la vecina Rabat las catacumbas de San Pablo (en la imagen), un laberinto de más de 2.000 metros cuadrados con tumbas cristianas, judías y paganas del siglo IV al IX.
14.00 VUELTA POR EL SUR DE LA ISLA
Vale la pena acercarse a Dingli, en el sur de la isla, para asomarse a sus acantilados de 200 metros y comer en Diar il-Bniet (diarilbniet.com). Después, vuelta a La Valeta dando un rodeo por Qrendi, para visitar los templos megalíticos de Hagar Qim, el Stonehenge de Malta.
18.00 DE COMPRAS
De regreso a La Valetta, detrás de la concatedral de San Juan está Santa Lucía, la calle de los plateros, donde lo habitual es llevarse de recuerdo una cruz de Malta. En el número 152, se halla la tienda de vinos Ellul, buen lugar para comprar caldos de Meridiana, los más apreciados de la isla. En la calle de la República abundan también las tiendas de artesanía y souvenirs.
21.00 CENA EN EL MUELLE
Un lugar majo para cenar y luego tomar una copa es Valletta Waterfront (vallettawaterfront.com), muelle histórico recuperado como puerto de cruceros y zona de ocio.
INFO PRÁCTICA QUE NECESITAS SABER PARA VIAJAR A LA VALETA
PARA MOVERTE
Ir en taxi del aeropuerto a nuestro alojamiento en La Valeta sale por algo menos de 20 €. Dentro de la ciudad, lo mejor es pasear.
Para explorar el Gran Harbour, hay taxis acuáticos, pero lo ideal es un barco tradicional a remos dghajsa, como los de la Koperattiva tal-Barklori (maltaboattours.com).
Por el interior de la isla, que es pequeña (12 x 27 kilómetros), se viaja bien en autobús de línea. Los precios son bastante asequibles. Otra opción interesante para moverse por la isla son los coches de alquiler. Hay que tener en cuenta, eso sí, que todas las señales de tráfico están en inglés y que se conduce por la izquierda.
PARA COMER
Nenu (nenuthebaker.com) es una antigua tahona donde se hornea el aplastado pan ftira con diversos ingredientes encima, como una pizza. Además, se ha de probar la sopa de viuda y los pastelillos de dátiles (imqaret) con helado.
En Dingli hay un restaurante genial, Diar il-Bniet (diarilbniet.com), de cuidado estilo rústico, donde solo se sirven productos de la granja familiar: excelentes, los tomates secados a sol, la helwa (sémola de sésamo con almendras) y el conejo frito.
Algunos platos típicos malteses, aparte de los mencionados, son la timpana (macarrones rellenos con carne picada y huevo duro cubiertos con una capa de hojaldre y horneados), la minestra, el ravjul (pasta similar a los raviolis) y el guiso de conejo (stuffa tal fenek). La influencia italiana en la gastronomía isleña es evidente.