Si Finisterre es nuestro finis terrae, el fin de la tierra, el de México es el arco de Los Cabos. Una maravilla natural, al sur de la península de California, donde el mar de Cortés se encuentra con el oceáno Pacífico. Para añadir más espectacularidad a este decorado de postal, lo rodean las hermosas playas del Amor y del Divorcio.
Nos cuentan los lugareños que los nombres de los arenales tienen su origen en una triste historia sucedida en el siglo XVIII y protagonizada por una mujer y un marinero de origen japonés al que ella rescató de las aguas. Ambos quedaron perdidamente enamorados y disfrutaron de su unión en la hoy conocida como playa del Amor. El padre de la joven, que no estaba de acuerdo con la relación, asesinó al marinero y ella, en su desesperación, decidió quitarse la vida en la playa del Divorcio.
Los Cabos, el México alternativo de las estrellas de Hollywood
La historia es trágica y guarda relación con la naturaleza de las dos pequeñas playas, de fuertes corrientes y oleaje y abiertas entre formaciones rocosas. A cambio, compensan con arenas blancas y finas y aguas intensamente azules y de una biodiversidad tan asombrosa que son el paraíso de los buceadores.
CÓMO LLEGAR A LA PLAYA DEL AMOR
Desde la playa de El Médano en taxi acuático o desde la marina de Cabo San Lucas en lancha, en catamarán o en cualquier otra embarcación parten los tours de Cabo Adventures (cabo-adventures.com) que se aproximan al paisaje rocoso que protege la bahía por uno de sus lados y al icónico arco. Los guías van amenizando la travesía dando pistas a los pasajeros sobre los parecidos de las rocas de granito de formas caprichosas que van apareciendo ante la vista: aquí está Scooby Doo, ahí al lado, el dedo de Neptuno... Entre dos de ellas se abre la pequeña playa del Amor. A sus espaldas espera la del Divorcio que, en otro tiempo, eran una sola, pero la naturaleza, que es sabia, decidió poner distancia entre ambas.
Las 20 mejores playas del mundo según los viajeros (y una es española)
Los más atrevidos se aproximan al arco y a la playa en kayak o paddleboard y otros en barcos con fondo de cristal que permiten observar, sin mojarse, los peces tropicales y la rica vida marina de este enclave. Quien quiere disfrutar aún más hace snorkel en el mar de Cortés, el mismo que hipnotizó al oceanógrafo Jacques Cousteau y que este bautizó como “el acuario del mundo”.
Las siete Maravillas del Mundo, para una vez en la vida
EL ARCO DE CABO SAN LUCAS
En uno de los islotes próximos se ve a una colonia de leones marinos que parecen ajenos al trajín de barcos que navegan por la bahía de Cabo San Lucas y contemplas impasibles el magnífico arco de piedra que los demás solo podemos admirar desde la distancia, salvo cada 4 años, aproximadamente, cuando la marea baja hasta el punto de que es posible pasar por debajo de él desde la playa del Amor a la del otro lado, la del Divorcio.
Quien quiere añadir romanticismo al momento, se embarca en un velero al atardecer y disfruta de una relajada velada en la que no faltan ni los tacos ni las micheladas ni el vino espumoso con el que brindar frente al simbólico arco y la playa del Amor y despedir el día con el mejor telón de fondo.
Viajamos al pueblo mágico de Todos Santos en Baja California Sur para seguir la ruta de Salma Hayek