En el turismo, como en la moda, también hablamos de tendencias, preferencias en el sector de los viajes que reflejan los cambios de comportamiento de los viajeros. Comprenderlas, es vital para poder ofrecer la mejor experiencia posible.
Si hay una preocupación en los últimos años ha ido calando entre las prioridades de muchos viajeros es la búsqueda del cuidado del cuerpo. El llamado turismo de wellness ha estado presente como una de las principales opciones a la hora de viajar en los últimos años, pero ahora da una vuelta de tuerca más. Ya no hablamos de wellness, sino de wellbeing, un término inglés que significa ‘bienestar’ en un sentido amplio. Hablamos de un estado de satisfacción, de un equilibrio tanto a nivel físico como mental.
Por parte del sector del lujo se observa cómo los viajeros demandan experiencias que van más allá de las comodidades o la exclusividad, se buscan vivencias enriquecedoras, conexiones profundas con los destinos, y especialmente, una oferta de bienestar y autodescubrimiento que potencie el cuidado tanto físico como mental.
Teniendo en cuenta estas tendencias, algunos hoteles están viendo una clara oportunidad de crear productos que respondan a esas expectativas, pero conseguir que los huéspedes alcancen ese equilibrio físico y mental, el bienestar y esa conexión con el destino, no es tarea fácil.
Sin embargo, hemos descubierto un resort en la bahía de Samaná, en la República Dominicana, con una innovadora propuesta de wellbeing que cumple con esta nueva tendencia, porque cuenta con el primer centro de autoconocimiento y bienestar del Caribe. Os contamos de qué se trata.
WELLBEING EN UNA ISLA PRIVADA
Recientemente inaugurado (en verano de 2023), la bahía de Samaná cuenta con un nuevo referente en el turismo de lujo basado en esta innovadora propuesta de wellness. Se trata de Cayo Levantado Resort (cayolevantadoresort.com/es/), un alojamiento en el que destacan tres pilares fundamentales: cultivar el ritmo interior, conectando cuerpo, mente y espíritu -ese wellbeing del que hemos hablado antes-; celebrar el ritmo cultural a través de la promoción de la cultura local -con esa conexión profunda con el destino-; y honrar el ritmo natural a través de la preservación del entorno -poniendo el foco en la imprescindible búsqueda de la sostenibilidad-.
La cultural dominicana está presente en cada espacio, desde los grandes a los pequeños detalles, reflejando la autenticidad de la isla caribeña. Su diseño innovador refleja la belleza de los arrecifes y la vegetación tropical de la bahía de Samaná, desde su icónica entrada en forma de ballena al diseño de los jardines, el de muebles o el de las piezas decorativas.
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AUTOCONOCIMIENTO Y BIENESTAR EN EL CARIBE
Si algo nos llama la atención en las exclusivas instalaciones de Cayo Levantado es Yubarta, un espacio de desarrollo personal que surge precisamente con la intención de redefinir el concepto de bienestar del que antes hablábamos. Su nombre, Yubarta, rinde homenaje a las ballenas jorobadas que entre los meses de enero y marzo crían en las cálidas aguas de Samaná.
Se trata del primer centro de autoconocimiento del Caribe y brinda a los huéspedes la oportunidad de vivir una experiencia con un enfoque integral y holístico, involucrando la armonía del cuerpo, la mente y el espíritu a través de cuatro caminos: refresh, restore, relax y renew. Estos caminos se traducen en diferentes actividades y rituales que integran ejercicios físicos, meditación, sesiones de spa o asesoramiento nutricional, entre otros, y lo hace en una atmósfera de autodescubrimiento y autodesarrollo. Yubarta se ubica en el centro de la isla y marca el ritmo con el que late el corazón de Cayo Levantado. Es el espacio con mayor vegetación y silencio, un lugar donde cada área está diseñada e inspirada en la historia de transformación de las ballenas jorobadas.
El centro cuenta con áreas abiertas, cenotes, sala de aeroyoga, palapas con sahumos (un antiguo ritual para trabajar sobre la limpieza, curación y protección del espíritu), piscinas de agua natural y congeladas, un atelier de creación artística y experimentos de física cuántica e incluso una cueva escondida con cristales curativos.
Las salas de terapia tienen forma hexagonal, para representar la conciencia del ser humano, invitando a desconectar y reconectar con tu propio viaje personal.
En ellas se realiza meditación a través de los chacras, terapias de sonido con cuencos tibetanos bajo el agua que trabajan las emociones y los miedos a través de las vibraciones sanadoras y hasta limpiezas chamánicas con sahumerios de resinas y hierbas. También ofrecen sanación solar (sungazing), la técnica Wimhof (respiración holotrópica, inmersión en agua helada y concentración), la respiración consciente o las lecturas astrológicas. En total, existen 25 técnicas que abarcan cuerpo, mente y espíritu.
Como decimos, cuando el lujo no está solo en las comodidades o instalaciones, sino en regenerarse, este tipo de viajes de bienestar y transformación se convierten en algo inolvidable. Una tendencia que os mostramos, que hemos encontrado en este rincón del Caribe, y que esperamos que en los próximos años se extienda a otros muchos rincones del mundo, porque estamos seguros de que en ella reside el futuro de los viajes.
Viajar para cuidarnos y reconectar con nosotros mismos y que el viaje suponga una transformación personal, en todos los sentidos.
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