© PersonalizadoMUSEO BALENCIAGA, GETARIA
Admirado por sus colegas y contemporáneos, desde Christian Dior a Coco Chanel o Hubert de Givenchy, quien se refería a él como «el arquitecto de la alta costura», Cristóbal Balenciaga tiene en Getaria, la bonita villa guipuzcoana que le vio nacer y en la que aprendió el oficio de su madre –costurera de la familia de los Marqueses de Casa-Torres–, la muestra más importante de su legado. Tan espectacular como el sinuoso volumen cristalino que lo aloja, un anexo al decimonónico Palacio Aldamar, es su colección permanente: 1200 trajes y complementos que el genial modisto creó en las casas de París, San Sebastián, Madrid y Barcelona. Las exposiciones temporales, los talleres familiares, los cursos de técnicas de alta costura y las experiencias combinadas que se organizan desde él exploran nuevas perspectivas del artista vasco (cristobalbalenciagamuseoa.com).
Regreso a Getaria, la cuna de Balenciaga, en el estreno de la nueva serie sobre su vida
© Getty ImagesMUSEO CHRISTIAN DIOR, GRANVILLE
La Mónaco del Norte llaman al pequeño pueblo amurallado de Graville, en la Normandía francesa, al que algunos se acercan buscando sus playas de arena fina, su casino, el cercano Monte Saint Michel y los amantes de la moda, conocer el lugar que guarda la memoria de Christian Dior. Rodeada de un jardín enorme repleto de flores, la preciosa villa de Les Rhumbs en la que creció, con vistas a la playa, ahora es un museo que acoge exposiciones temporales y las creaciones de alta costura del maestro, pero también de sus sucesores al frente de la maison, desde Yves Saint Laurent o John Galiano o la actual diseñadora de la firma Maria Grazia Chiuri (musee-dior-granville.com).
© @momuantwerpMOMU, AMBERES
Amberes se ha consolidado como destino internacional de la moda. Y como tal, tiene su barrio más fashionista –en torno a la calle National y las colindantes Lombarden y Steenhouwers– y un museo a su altura, el MoMU, renovado en 2021, donde descubrir interesantes exposiciones temáticas y la mayor y principal colección de moda en Bélgica. Entre sus 35.000 piezas se encuentran creaciones de diseñadores locales de la talla de Raf Simons, Martin Margiela o Ann Demeulemeester (momu.be).
© Getty ImagesYVES SAINT LAURENT, PARÍS
Pocos talentos y tan fructíferos como el de Yves Saint Laurent, el genio de la alta costura cuya presencia se siente nada más entrar en los dos museos que acogen su legado. El de París se ubica en la misma maison donde el artista concibió su obra. Ahí está el salón donde las clientas esperaban para probarse sus diseños, su estudio, los libros, fotografías y dibujos sobre la mesa y ahí también, repartidos por el palacete de la avenida Marceau, los 35.000 vestidos, accesorios y otros objetos del artista que convirtió en ropa obras de Mondrian, Picasso o Matisse, y revisó toda la historia de la moda (museeyslparis.com).
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© @myslmarrakechYSL, MARRAKECH
Yves Saint Laurent cayó rendido a Marrakech nada más poner un pie en esta ciudad en 1966, estableciendo un vínculo perpetuo con ella. Esta relación llevó al modisto y a su pareja Pierre Bergé a adquirir el jardín Majorell, que se convirtió en su residencia. Junto a esta, en la calle que lleva su nombre, abrió en 2017 un moderno museo, que, además de arte marroquí, acoge una colección permanente de sus obras (museeyslmarrakech.com).
© PersonalizadoFIT, MUSEO DE LA MODA, NUEVA YORK
Cómo eran los corsés, qué tipo de calzado llevaban las mujeres en épocas pasadas, qué es el robe à la française o cómo era la vestimenta masculina en el siglo XIX. Las respuestas a todas estas preguntas se van desvelando a lo largo del recorrido que propone el Museo del Instituto de Tecnología de la Moda-FIT (fitnyc.edu/museum). Un viaje que muestra la evolución de la forma de vestir desde el siglo XVIII hasta la actualidad, la alta costura y el prêt-à–porter, donde no faltan prendas de los más grandes: Dior, Galiano, Chanel, Balenciaga, Yves Saint Laurent…
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© @gucciosteriaGUCCI GARDEN, FLORENCIA
El antiguo palazzo della Mercanzia, en la piazza della Signoria de la capital de la Toscana, acoge el museo dedicado al prestigioso diseñador italiano. Inaugurado por el mismo Guccio Gucci en 1921 es un homenaje a los trabajos artesanales, los objetos vintage y las históricas campañas publicitarias de la reconocida marca. En el mismo lugar, el espacio Gucci Garden acoge un jardín inmersivo y multisensorial, una gelería dirigida por la crítica María Luisa Frisa, un concep store y el restaurante Gucci Osteria da Massimo Bottura, del reconocido chef con tres estrellas Michelin (gucci.com)
