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Waterford, la ciudad irlandesa que The New York Times nos recomienda visitar este año

La más antigua de Irlanda debido a su origen vikingo, esta preciosa localidad es también punto de partida de una vía verde que recorre algunos de los paisajes más escenográficos del país


Actualizado 24 de enero de 2024 - 19:02 CET
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Hace unas semanas, el diario estadounidense The New York Times hizo pública su reconocida lista ‘52 Places to go’ que publica anualmente con sus recomendaciones para descubrir en el año que da comienzo. Este 2024, entre muchos otros destinos entre los que se encontraba la ciudad española de Valencia, se posicionaba una pequeña localidad irlandesa de origen vikingo situada al sureste del país, un rincón que resume bien algunos de los principales atractivos de la isla esmeralda.

Idílicos paisajes de verdes montañas cubiertas de bosques y prados que declinan hacia el poderoso océano, entre los que de vez en cuando aparecen pequeñas localidades costeras cuyos habitantes tienen en los pubs su lugar de reunión vecinal. Waterford es una de ellas.

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LA CIUDAD MÁS ANTIGUA DE IRLANDA

De Waterford lo primero que conviene saber es que es la cuna de la cultura vikinga en Irlanda. De hecho, está considerada la ciudad más antigua del país, fundada precisamente por ellos en el año 914. Las huellas de ese pasado son evidentes en diferentes puntos, por ejemplo, en el Museum of Treasures, distribuido en tres espacios (uno de ellos específico sobre la presencia vikinga) y también en la Torre de Reynaldo, superviviente del antiguo castillo edificado por el primero de los reyes nórdicos asentados en el lugar.

Tampoco habría que perderse la fábrica de cristal de Waterford, con su magnífica tienda. Observar el proceso de elaboración de las diferentes piezas en esta manufactura que tanto prestigio y riqueza ha supuesto para esta ciudad desde su creación, a finales del siglo XVIII, es realmente ilustrativo.

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POR LA VÍA VERDE: GREENWAY WATERFORD

Algo más de 120 kilómetros separan las ciudades de Waterford y Cork. Un recorrido que podemos enlazar en bicicleta en un par de jornadas, haciendo noche en Dungarvan. El premio: una ruta que regala algunos de los paisajes más escenográficos del sur del país.

 

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Si 120 kilómetros nos parecen mucho, podemos dedicar solo una jornada y hacer el primer tramo hasta llegar a Dungarvan, el más sencillo -no hay apenas desniveles-. El recorrido está perfectamente adaptado a todo tipo de público y su longitud se puede ajustar en función de las condiciones físicas y la disponibilidad de tiempo de cada uno. También es el tramo más cómodo, pues discurre por el antiguo trazado de un tren que dejó de funcionar en 1982. En total son 46 kilómetros de vía verde, perfectamente pavimentados y señalizados, sobre todo en los cruces con los caminos y carreteras que conducen hasta las localidades cercanas.

© Turismo de Irlanda

Para recorrer la vía verde puedes alquilar las bicicletas en Waterford Greenway Hire (waterfordgreenwaybikehire.com), con delegaciones tanto en Waterford como en Dungarvan y en el punto intermedio de Kilmacthomas.

Comenzando en Waterford y siguiendo el antiguo trazado del ferrocarril, entre colinas ondulantes de un verde perfecto, llegamos en algo más de una hora hasta la pequeña localidad de Kilmacthomas, en cuyas inmediaciones aún sigue en pie la vieja estación, ahora en desuso. Poco antes de ella, la ruta pasa por uno de los puntos más espectaculares, el viaducto de Kilmacthomas. De siete ojos y construido con piedras labradas en los años 70 del siglo XIX, salva otro puente más antiguo (el de la carretera) y el río Mahon.

© Getty Images

Unos kilómetros más allá está el túnel de Ballyvoyle, de unos 800 metros de longitud, excavado a mano en la roca, donde conviene circular con precaución, pues no hay iluminación. Dentro de él merece la pena detenerse y admirar cómo, en apenas un siglo y medio, la naturaleza ha logrado generar incipientes estalactitas y estalagmitas. Entre prados y campos de labranza llegamos hasta el punto panorámico de Clonea Strand Beach, que domina esta kilométrica playa de arena, un buen lugar para tomar el sol (cuando sale), bañarse (los más valientes) o pasar una jornada bien relajados con la pareja, la familia o los amigos.

 

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© Turismo de Irlanda

Una vez superada la playa (la vía verde discurre paralela a ella) en un par de kilómetros alcanzamos Dungarvan, justo en la desembocadura del río Colligan. Centro administrativo del condado de Waterford, es un lugar ideal para entrar en un pub, pedir una cerveza negra, maravillarse con el arte de improvisados músicos y dejarse llevar por un ambiente abierto y, desde luego, muy hospitalario.

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CONTINUAR HASTA CORK

Los que se sientan mejor preparados físicamente pueden continuar hasta Cork, eso sí, con algunos tramos por carretera convencional y alcanzando una cota máxima de algo más de 200 metros de altura. El recorrido completo es de 126 kilómetros y lo ideal para ese segundo tramo es contar con los servicios de algún guía, una asistencia que se puede acordar previamente, por ejemplo, con la empresa de alquiler de las bicicletas.

 

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VISITAR LA BONITA LOCALIDAD DE COBH

A media hora de Cork (y una hora de Dungarvan) Cobh fue el último puerto en el que recaló el Titanic antes de su fatídico hundimiento. En este destino vacacional, antes llamado Queenstown, hay un museo dedicado a aquel legendario buque (Titanic Experience) y a las vivencias de algunos de sus pasajeros.

Pero Cobh es muy conocida también por sus casitas de colores, entre las calles Old y West View, muy próximas a la catedral de St. Colman, con la que conforma una de las estampas más encantadoras y reconocibles (e instagrameables) de todo Irlanda.

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¿CÓMO LLEGAR A WATERFORD DESDE ESPAÑA?

Hasta Cork llegan vuelos directos desde España de las compañías Aer Lingus (desde Málaga, Tenerife, Lanzarote y Palma de Mallorca) y Ryanair (desde Barcelona, Alicante, Gran Canaria, Sevill…). Desde Madrid, Iberia solo vuela allí en verano.

Desde Cork hasta Waterfordf habrá que ir en bus o tren. También se puede volar a Dublín con estas aerolíneas y, una vez allí, en bus o tren hasta Waterford (unas dos horas y media).