Azeitão, descubrimos el antiguo escondite de la nobleza portuguesa

Quintas, palacios, alquerías… desde el siglo XV las grandes familias aristocráticas portuguesas eligieron Azeitão, en el municipio de Setúbal, como lugar predilecto para el descanso rodeados de los deslumbrantes paisajes del Parque Natural de la Sierra de la Arrábida. Situado a tan solo 40 kilómetros de Lisboa, este destino es hoy una escapada maravillosa para desconectar y empaparse del auténtico espíritu portugués, de lugares de tanta belleza que conquistan desde hace siglos a quienes lo visitan.

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La freguesía de Azeitão está formada por un conjunto de pueblos de aires tranquilos, a la sombra de esta sierra, que invitan a recorrerlos a pie, sin prisas, conversando con quienes nos encontramos en el camino, sintiendo la naturaleza y descubriendo sus vinos -estamos en la tierra donde se produce el famoso moscatel de Setúbal- y su gastronomía.

VILA FRESCA Y VILA NOGUEIRA AZEITÃO: LAS VILLAS TRANQUILAS

El paseo puede comenzar por Vila Fresca de Azeitão, una villa de casas blancas con sus fachadas repletas de flores y la iglesia decorada con los típicos azulejos del siglo XVII. La villa creció alrededor de la Quinta Fresca, que más tarde se denominaría Palacio da Bacalhôa (www.bacalhoa.pt), fundado por el rey João I. Considerada una de las fincas del siglo XV más bonitas que se conservan en el país, el palacio y sus jardines parecen directamente sacados de un paisaje de postal, una visita que supone un recorrido por la historia de Portugal. Con influencias de Europa, África y Oriente y azulejos portugueses de los siglos XV y XVI, el conjunto arquitectónico es una obra de arte en sí mismo. Los jardines de esta antigua propiedad de la familia real portuguesa son uno de los platos fuertes de cualquier visita.

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La visita al museo del vino Bacalhôa Adega Museu, ayudará conocer su historia, también realizan exposiciones temporales y cuentan con una sala de degustación. Este se encuentra en Vila Nogueira de Azeitão, otro de los pueblos de la freguesía que se formó alrededor de otra quinta, la de da Nogueira, propiedad de la esposa del rey Pedro I de Portugal. Hay que recorrer sus callejuelas curioseando entre las tiendas de artesanía, conocer el palacio de los Duques de Aveiro y la casa-museo de la bodega José María da Fonseca.

DE PALACIOS Y BODEGAS

No hay viaje que se precie a este rincón de Portugal sin catar sus vinos y en Azeitão se encuentran algunas de las bodegas locales más reconocidas. No solo es una oportunidad de saborear los blancos, rosados o tintos, o descubrir el auténtico moscatel de Setúbal, es que las bodegas de la zona son preciosos edificios repletos de historia que merece a la pena descubrir.

Comenzamos por la Casa Museo José María da Fonseca (www.jmf.pt), que llama la atención por su fachada tradicional y sus jardines. Fundada en 1834, es una de las bodegas con más trayectoria de la región y se encuentra en Vila Nogueira de Azeitão. Una visita a su interior permite dejarse seducir por el aroma del célebre moscatel entre barricas con más de cien años. Un vino que no es posible probar, pero sí conocer su historia, es su Moscatel Torna Viagem. Para crear este caldo único, las barricas de moscatel viajan a bordo de barcos de la marina portuguesa como antaño hicieran durante la época de comercio marítimo, un recorrido que aporta nuevos aromas y sabores al vino. Lo que comenzó como un descubrimiento curioso ha pasado a ser tradición familiar, que se repite con distintas añadas para conservar a posteriori en la Casa Museo de Azeitão.

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Tampoco puede faltar la visita a La Quinta das Torres, una masía del siglo XVI con imponentes torreones y un lago de más de 900 metros cuadrados, con las enredaderas y hiedras decorando el edificio. Su patio exterior, sus reconocidas fuentes y sus cúpulas hacen de esta quinta un espacio único en el que hoy se celebran todo tipo de eventos.

A los pies de la sierra de la Arrábida, uno puede relajarse y aprender de vinos en la Quinta de Calatravos (quintadecatralvos.pt). Los viñedos y las bodegas ofrecen visitas para catar los productos más famosos de Azeitão: sus vinos, quesos y empanadas. Una quinta en el que relajarse entre viñedos con vistas a las tupidas laderas de esta sierra que desploma su naturaleza sobre las aguas turquesa del Atlántico.

LA PLAYA, AL LADO

No más de quince minutos en coche separan Azeitão de algunas de las playas más bonitas de esta costa, escoltadas por la naturaleza, si nos acercamos a Portinho da Arrábida. El agua está fría, pero el paisaje compensa con creces la visita e incluso el baño si es temporada de verano. Una sucesión de calas como Galapos, Galaphinhos… y así hasta llegar a la de Portinho da Arrábida, donde merece la pena quedarse a comer en el restaurante O Farol (farolarrabida.pt), sobre la misma arena de playa. Los pescados y mariscos no pueden ser más frescos y los arroces harán que quieras volver, porque no podrás en un día probarlo todo.

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PARA ALOJARSE

En el Parque Natural de la Sierra de la Arrábida, la Quinta da Arrábida (quintadaarrabida.pt) es un rincón para el descanso entre pinos y alcornoques, madroños, higueras, mebrillos, nogales y otros árboles frutales en una finca de 11 hectáreas en el corazón del parque. También tiene una granja -donde conejos, pavos, patos y gallinas esperan a las familias que llegan con niños para que los alimenten- y un horno de leña en el que los huéspedes pueden hornear su propio pan, si lo desean. Quinta da Arrábida cuenta con tres preciosas casas rurales de arquitectura tradicional y totalmente rehabilitadas, con todas las comodidades para unos días disfrutando del mar y la naturaleza.

PARA QUESO LOVERS

La visita a Azeitão será más redonda si pruebas la gastronomía local, especialmente su famoso queso: Queijo de Azeitão. Un queso de oveja nacido en la sierra de la Estrella que es similar al queso extremeño de la Torta del Casar pero a la portuguesa y que también cuenta con denominación de origen protegida desde 1986. Tan delicioso que es uno de los souvenirs más deseados por los viajeros y podrás comprarlo (y catarlo) en muchas de las tiendas locales.

Azeitão es también tierra de dulces, como demuestra su Torta de Azeitão, un bizcocho con toques de canela y limón; de mielque gracias a la flora existente en la sierra de la Arrábida favorece las condiciones de la apicultura donde se produce una miel de gran calidad y sabor aterciopelado; o las Esses de Azeitão, unas sencillas pero deliciosas galletas de canela y las queijadinhas, unas quesadillas de leche de oveja que también deberías probar.