Casas rurales, hotelitos y cabañas en la naturaleza donde refugiarse este invierno

EL ACEBO DE CASA MURIA (HUESCA)

Jennifer y José Luis rehabilitaron con cariño y de manera artesanal esta antigua casa de labor del siglo XVIII ubicada en pleno Pirineo aragonés, preservando su espíritu y su personalidad. El resultado es un precioso hotel de montaña de 7 habitaciones con vistas a la inmensidad del valle de Benasque, a las montañas El Posets y El Gallinero y a un maravilloso bosque. Su jardín es un remanso de paz, incluso en los días de invierno gracias a su orientación sur. Para su diseño contaron con la ayuda de del escultor Vicente García Plana, quien creó un concepto nuevo en el Pirineo oscense (land art), compuesto por grupos escultóricos de nombres tan sugerentes como Los Yunques de las Nubes de Renanué o Los Espanta Brujas Móviles de Renanué.

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El hotel, cuenta además con un museo Ducati, con una exposición de motos de la mítica marca italiana única en el mundo, fruto de la pasión de su propietario. Además, por las inmediaciones del hotel pasa una de las más interesantes rutas para los amantes de las dos ruedas: la ruta N-260, que une el Mediterráneo con el Cantábrico.

CAN FONT DE MUNTANYA (GIRONA)

Diez años tuvieron que pasar para que el proyecto de la familia propietaria se hiciera realidad desde que se trasladaron a vivir a este entorno del Baix Empordà, en medio del macizo de las Gavarres. Dos viviendas independientes conforman Can Font de Muntanya, un hotel de montaña en Cruïlles, con mucho encanto, que acoge siete amplias habitaciones en armonía con el lugar, luminosas, tranquilas y, en el caso de las suites, con terrazas y balcones. Para sentirse como en casa, en el cuidado interiorismo de sus habitaciones, amplios baños y el resto de espacios comunes se ha dado prioridad a los materiales naturales. En la finca los huéspedes disfrutan, además, de piscina, caballos, huerto ecológico y una gran extensión de terreno para disfrutar al aire libre. Además, Can Font de Muntanya es autosuficiente en la producción de energía eléctrica, agua y calefacción, gracias a la energía solar, los pozos centenarios que posee la finca, y calefacción mediante la quema de madera obtenida limpiando el bosque.

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VILLA PACHECA (CANTABRIA)

Con mimo y respetando la arquitectura tradicional cántabra Adriana y Germán pusieron en marcha esta casa rural de montaña en pleno valle pasiego de Toranzo. Un alojamiento boutique de alquiler completo para 10 personas rodeado de robles, alcornoques, pinos, frutales y verdes verdísimos, con grandes muros de piedra y la típica balconada de las viviendas montañesas al exterior. En el interior, una enorme chimenea preside el salón de más de 70 m2 donde pasar una tarde de invierno junto al fuego con un buen café y una deliciosa quesada. Para los que quieran hacer planes en el entorno, Puente Viesgo está a solo 10 kilómetros, así como las famosas Cueva de El Castillo, Patrimonio de la Humanidad.

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CONSOLACIÓN (TERUEL)

Una bañera excavada en el suelo de pizarra negra, una chimenea colgante, una ermita-refugio... La atrevida propuesta de este alojamiento singular en la comarca turolense del Matarraña son sus 10 habitaciones-cubo de madera y cristal, integradas en la naturaleza, entre pinos y encinas. Tan importantes son aquí los espacios interiores como los que se encuentran al aire libre. El restaurante y las zonas comunes están en el edificio principal, junto a una ermita del siglo XVI.

LA CIJA Y LA TENA (SEGOVIA)

En la tranquila localidad segoviana de Casla, que, a su vez, está muy cerca de dos de los grandes atractivos de la zona: Riaza y Pedraza, se sitúan estas dos casas rurales con mucho encanto en las que se encuentra paz, campo, paseos, siestas, libros, chimeneas y bellos rincones para disfrutar en familia o con amigos. La Cija tiene capacidad para 12 personas en 5 habitaciones dobles; La Tena, para un máximo de 6 personas y se pueden alquilar de forma conjunta o por separado. Cuando se sale de la casa hay mil rincones para perderse, desde el sabinar de Casla al acebal de Prádena, La Pinilla o Navafría, donde hacer todo tipo de actividades.

NABIA HOTEL (ÁVILA)

Disfrutar en pareja del campo, de paseos entre bosques de robles y castaños, del aire puro de un entorno de altas montañas, cenar verduras, hortalizas y frutas de la huerta ecológica... Los días trancurren tranquilos en este refugio de la sierra de Gredos, a las afueras del pueblo de Candeleda. Su docena de habitaciones, con todo lujo de detalles, resultan de lo más acogedoras e íntimas, especialmente la suite con chimenea. El gran salón de estar invita a leer un libro frente al crepitar de los troncos; el restaurante, a una degustación de sabores tranquila, y los exteriores, cuando sale el sol, a respirar en el jardín que rodea a esta construcción integrada en la naturaleza.

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CABAÑAS VILA SEN VENTO (A CORUÑA)

En los árboles como de cuento, para espíritus aventureros, para escapadas románticas o de aire country. En este complejo rural a las afueras de Santiago de Compostela, cerca del Camino Francés, hay cabañas para todos los gustos que se fusionan con el paisaje (vilasenvento.com) y tienen como común denominador chimenea de leña y jacuzzi. Un pequeño oasis natural en una gran finca de 40.000 m2 donde los días fríos se sortean al calor de la lumbre. Junto a las cabañas hay villas para grupos más grandes (entre 10 y 16 personas) y una casa rural en una antigua casa de labranza gallega restaurada.

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HOSPEDERÍA DEL VALLE (MADRID)

Relax, naturaleza y descanso. Poco más se llega buscando a esta hospedería (hospederiadelvalle.es) del pequeño pueblo de Gargantilla de Lozoya, en la Sierra Norte madrileña. Muebles de aire provenzal, suelos de madera, detalles románticos, ropa de cama y baño de calidad y un toque de elegancia y calidad ambientan sus seis acogedores apartamentos. Tienen entre 60 y 80 m2, son para dos o cuatro plazas y han sido decorados de forma individual y exclusiva. Algunos tienen terraza con vistas al valle del Lozoya y otros, jardín con porche. En el entorno hay infinidad de actividades para los que busquen estar activos, desde recorrer en piragua el embalse de Pinilla a rutas de senderismo o a caballo por el valle del Lozoya.

IRATI BARNEAN (NAVARRA)

La selva de Irati es el entorno en el que se ubica este glamping formado por un conjunto de 5 iglús para aquellos que buscan disfrutar plenamente de la naturaleza. Construidos en terrazas, lo que les asegura vistas panorámicas espectaculares, tienen capacidad para 2 y 4 personas, cuentan con todas las comodidades y un diseño muy cuidado. Disfrutar del silencio es fácil en este alojamiento único que nace con vocación sostenible, donde prima la utilización de energías renovables, el uso eficiente de los recursos y el consumo de productos kilómetro 0.