Lucca es una encantadora ciudad amurallada llena de preciosas piazzas y edificios medievales y es también una provincia rebosante de pueblos amurallados, fortificaciones, villas palaciegas y localidades balnearias donde resuena un nombre propio, el del gran compositor italiano que nació en ella. Arranca el Año Puccini y con él la oportunidad de seguir la ruta que sigue sus pasos y participar en las numerosas actividades que se han organizado como homenaje a su figura.
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El primer lugar donde comenzar a descubrir el territorio Puccini es la ciudad de Lucca, cuyo casco histórico está protegido por un cinturón de piedra de más de 4 kilómetros de perímetro y 11 baluartes. Una muralla que nunca se puso a prueba en un conflicto y en torno a la cual los luchessi hacen su vida: pasean, practican deporte, pasan el rato en las verdes praderas que lo rodean, se sientan en las terrazas y disfrutan de vistas maravillosas. Tras cruzar una de sus seis puertas, los pasos llevan hasta la casa donde nació el 22 de diciembre de 1858, en el número 8 de Corte de San Lorenzo, que ahora en su museo (puccinimuseum.org). Un monumento dedicado al gran compositor de ópera da pistas de su ubicación en la misma plaza donde abre sus puertas.
La visita por las distintas plantas del edificio descubre objetos personales, partituras originales de composiciones juveniles, cartas, fotografías, recuerdos, bocetos de libretos, vestuario de las representaciones de sus obras y hasta el piano donde compuso Turandot. Piezas que desvelan a la vez la personalidad, el genio y la pasión de uno de los creadores de óperas más importantes del mundo. Aunque Puccini tenía varias residencias, siempre permaneció ligado a la de Lucca.
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Todo en esta ciudad queda a mano caminado: la via del Fosso, recorrida por un canal, la de Santa Croce, llena de cafés, tiendecitas y pequeños comercios, el palacio y a la torre Guinigi, singular por la curiosa vegetación de su azotea o la piazza redonda del Anfiteatro. A espaldas de esta, la basílica de San Frediano es de las más antiguas de la ciudad, con un espectacular mosaico en su fachada. Pero por cualquiera de las encantadoras callejuelas empedradas que se pase van asomando edificios de piedra, palacios renacentistas, iglesias y plazas, como San Michel o la monumental de Napoleón, un inmenso rectángulo presidido por el Palacio Ducal. Un poco más allá, a 5 minutos de paso, la de San Martino, en la que se levanta la catedral.
PUCCINI EN CELLE
Alejándose un poco de Lucca, a media hora en coche, hay lugares que merecen atención, como el Puente del Diablo, cerca de Borgo a Mozzano. Salva las aguas del río Serchio y aunque esta estructura de piedra y arcos asimétricos lleva el nombre de la Magdalena, todo el mundo el conoce como el del Diablo, pues, según una leyenda, fue este quien lo terminó de construir tras hacer un pacto con el maestro de obras.
Veinte minutos más lejos, otro de los lugares imprescindibles para seguir las huellas de Puccini es la pequeña aldea Celle di Pescaglia, una verdadera casa-museo en cuyo interior se exponen fotografías, manuscritos y objetos que pertenecieron al maestro y a través de los cuales se puede recorrer su trayectoria humana y artística: su sillón favorito, el gramófono que le regaló Thomas Alva Edison, el piano con el que compuso parte de su ópera Madame Butterfly…
El otro de los lugares imprescindibles de la provincia de Lucca vinculados a Puccini es Torre del Lago, que queda a media hora en coche. Aquí el nombre de Giacomo Puccini también se hace omnipresente, pues en este lugar el compositor fijó su residencia estival, hoy convertida en el museo Villa Puccini (giacomopuccini.it/en) y que ha sido rehabilitada para el centenario. Situada frente al lago de Massaciuccoli, la visita a este palacete de estilo art nouveau permite admirar sus estancias, que se conservan iguales a como cuando él las ocupó.
Cerca de la entrada hay una estatua donde los amantes de la lírica se apuntan a fotografiarse con el gran maestro y también el escenario en el que cada año tiene lugar el Festival Puccini (puccinifestival.it), que en 2024 celebra su 70ª edición. Entre el 12 de julio y el 24 de agosto se ofrecerán seis títulos del compositor italiano representados en orden cronológico para mostrar su recorrido artístico. Despedir el recorrido como una comida frente a las calmadas aguas del lago, por ejemplo, en el Chalet del Lago (chaletdellago.it) será el mejor colofón a esta ruta por un sorprendente rincón de la Toscana alejado de las rutas más convencionales.
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MÁS PUCCINI
En Lucca todos los días del año hay oportunidad de escuchar la música de Puccini en la iglesia de San Giovanni. Pero hay muchos otros eventos que llenan su agenda musical anual, principalmente en los meses de verano, como el Virtuoso & Belcanto Festival (virtuosobelcanto.com), en el Teatro del Giglio, o la Sagra Musicale Lucchese (sagramusicalelucchese.com)
CÓMO LLEGAR A LUCCA
Lucca se encuentra a 78 kilómetros (1 h y 15’) del aeropuerto de Florencia, conectado en algo más de dos horas con distintas ciudades españolas. El de Pisa es el más cercano, a 35 kilómetros. Desde ambas ciudades se puede llegar a Lucca en tren (27’ y 1 h y 45’, respectivamente), coche o autobús.