LA ALAMEDA DEL PARRAL
Para visitar la ciudad de Segovia de una manera diferente hay que recorrer este sendero que comienza en el antiguo convento de Santa Cruz la Real, situado a unos 750 metros del acueducto, bajando por el paseo de Santo Domingo de Guzmán. La alameda es una de las rutas favoritas de los segovianos, que la eligen para dar un agradable paseo especialmente cuando quieren huir de los cientos de turistas que llenan el centro de la ciudad. Por el camino nos iremos encontrando con unos cuantos monumentos, como la Real Casa de la Moneda, la iglesia templaria de la Vera Cruz, además del convento donde comienza la senda.
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EL CASTILLO ROSA SEGOVIANO
Segovia tiene castillos soberbios, pero pocos saben que uno de los más curiosos es, en realidad, un castillo-iglesia y, además, es ¡de color rosa! No está teñido, sino que de este tono es la piedra con la que fue edificado. Está en el pueblo de Turégano y tiene una larga historia, pues en su origen debió ser alcazaba mora y luego un templo románico que quedaría embutido dentro de una fortaleza. Se puede visitar por dentro o disfrutarlo sentado en las terrazas de la plaza porticada de la villa.
LA RUTA DE LOS PUEBLOS ROJOS, NEGROS Y AMARILLOS
La diversidad geológica de la sierra de Ayllón ha dado origen a curiosas y coloristas rutas de arquitectura popular: la de los pueblos rojos de arenisca ferruginosa, los negros de pizarra y los amarillos de cuarcita. De los primeros, el más bonito es Madriguera, un conjunto urbano impecable que presume no solo de casas de este color, también de su iglesia de San Pedro Apóstol y de buzones, llamadores, enrejados y demás detalles de puro diseño. Entre los negros, El Muyo es el más representativo, además del más alto de la provincia. En Alquité y Martín Muñoz de Ayllón el amarillo es el color dominante.
REAL CASA DE MONEDA
La primera casa de moneda mecanizada en España se abrió en la capital segoviana y hoy es una joya del patrimonio industrial que no muchos conocen. Se encuentra en la margen izquierda del Eresma y fue construida por el arquitecto Juan de Herrera por encargo de Felipe II. Tras la puerta de este edificio del siglo XVI, un museo donde recorrer la historia de la moneda y también el Centro de Interpretación del Acueducto (turismodesegovia.com/es/casa-de-moneda), ambos con el agua como hilo conductor. Y en el exterior, un jardín íntimo donde el rey disfrutaba junto al río.
Segovia desde un globo y otros planes diferentes en la ciudad
CASTILLO DE CASTILNOVO
Muy cerca de Sepúlveda, entre los pueblos de Villafranca del Condado y Valdesaz, sorprende encontrarse con esta espléndida fortaleza de estilo gótico-mudéjar mitad fortaleza mitad palacio inmersa en un bosque de encinas, sabinas y álamos. De origen musulmán, puede presumir de haber sido residencia o propiedad de caballeros tan ilustres como el condestable Álvaro de Luna, los Reyes Católicos y hasta de Juana la Loca tras la muerte de su marido Felipe el Hermoso. Su interior acoge actualmente eventos.
FUENTIDUEÑA
Hoy apenas tiene algo más de un centenar de habitantes, pero Fuentidueña llegó a ser una villa importante desde tiempos inmemoriales, que hasta tuvo castillo y estuvo cercada por gruesas murallas, y de la que ha quedado un conjunto declarado de interés cultural. Sus ruinas todavía dan testimonio de ello, pero también las de la iglesia de San Martín, el hospital de la Magdalena o la portada del palacio de los condes de Obedos. Los templos de San Miguel o Santa María la Mayor, ejemplo del románico segoviano, su necrópolis de tumbas antropomorfas excavadas en la roca, el bonito paraje del embalse de las Vencías y las bodegas repartidas por la comarca de Valtiendas dan para pasar unas horas muy entretenidas.
HOCES DEL RÍO RIAZA
Segovia tiene unas famosísimas hoces creadas por el río Duratón y otras igual de espectaculares que no suenan tanto excavadas por el Riaza y están también protegidas como parque natural. Se accede a ellas bien desde Valdevacas de Montejo, desde Montejo de la Vega de la Serrezuela (donde se encuentra la Casa del Parque) o desde el aparcamiento de Las Canteras. Al disfrute de recorrer las hoces y desfiladeros se suma el de observar a las aves acuáticas en sus aguas y a buitres leonados, alimoches y otras rapaces en los farallones calizos, donde tienen sus nidos.
LA JUDERÍA
Desde el agradable paseo del Salón de Isabel II que bordea la capital segoviana por el sur se accede, atravesando el postigo del Sol, a la antigua judería. Hasta cinco sinagogas llegó a tener este barrio intramuros, de las que se conserva la mayor, hoy convento del Corpus Christi. Para visitar también, el Centro Didáctico de la Judería, ubicado en la que fuera la casa del rico hebreo Abraham Seneor; y para disfrutar los platos de aquella época que elaboran en el Fogón Sefardí (lacasamudejar.com).
LA SENDA DE LOS PESCADORES
Cuéllar tiene dos caras, la más monumental, con su castillo y sus templos, y la más natural que no todos conocen: la Senda de los Pescadores, que transcurre por la ribera del río Cega. Siete kilómetros de ruta fácil entre barrancos y un bosque de extraordinaria biodiversidad para disfrutar caminando.
LA RUTA DE LOS MURALES DE NAVA DE LA ASUNCIÓN
El street art no es solo patrimonio de las grandes ciudades y la prueba es el pueblo segoviano de Nava de la Asunción, donde las paredes de sus viviendas exhiben casi una veintena de murales de gran tamaño del artista madrileño Román Linacero, conocido como Sr. Momán. Aquí El Niño salvaje, más allá Vive en la casa que soñabas, detrás Invasión de colorines y una más dedicado a los vecinos mayores forman parte de esta colección de diferentes temáticas que han dado lugar a una ruta artística por el pueblo.
CUEVA DE LOS ENEBRALEJOS
Pasillos estrechos, cielos de agujas que gotean sin parar, formas caprichosas e imposibles y el lejano eco de unos hombres que hace 4.000 años enterraban aquí, dentro de tinajas de barro, a sus seres más queridos. Las entrañas de la cueva de los Enebralejos (cuevadelosenebralejos.es), junto al pueblo de Prádena de la Sierra, son un paraíso misterioso que merece la pena conocer. La visita a la gruta, de unos 700 metros de longitud, y al parque arqueológico en el que se encuentra es como realizar un auténtico viaje a un pasado muy muy lejano.
LA CASA DE ANTONIO MACHADO
Soria, sí, ¿pero Segovia? Pues también. Trece años (de 1919 a 1932) pasó Antonio Machado en la capital segoviana dando clases de francés en el Instituto de Bachillerato de la ciudad. La modesta pensión en la que vivía está en el número 5 de la calle Desamparados, a dos pasos de la catedral, y la visita a su interior permite contemplarla más o menos como cuando a habitó. En sus paredes, retratos, carteles y obras que recuerdan al autor.