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Lugares de Asturias que quizá no conoces para descubrir en 2024

Damos por supuesto que ya has visitado los imprescindibles asturianos, pero hay muchos otros lugares sorprendentes que también merecen la pena y de los que ni siquiera has oído hablar.


29 de diciembre de 2023 - 14:03 CET
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MONASTERIO DE VALDEDIÓS 

El único monasterio cisterciense de Asturias se localiza en la parroquia de Puelles, a 8 kilómetros de Villaviciosa. Rodeado de un bucólico entorno, fue un encargo de los reyes Alfonso IX de León y su esposa Berenguela de Castilla y hoy lo habita una comunidad de monjas carmelitas samaritanas. El monasterio forma conjunto monumental con las iglesias de Santa María la Real y San Salvador. En los meses de verano, esta última joya del prerrománico asturiano conocida como el Conventín acoge recitales de poesía y conciertos de órgano y música clásica (monasteriovaldedios.com). Una hospedería y un albergue para peregrinos del Camino de Santiago completan el conjunto monumental.

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RUTA DEL ALBA

Para descubrir esta ruta hay que adentrarse en uno de los espacios protegidos más extraordinarios de la Cordillera cantábrica: el Parque Natural de Redes, con todas las opciones de senderismo que uno pueda imaginar, porque posee extensos bosques de robledales y hayedo, glaciares, cuevas y pequeños pueblos de piedra. A 50 kilómetros de Oviedo, en la localidad de Soto de Agues, arranca un sendero de 14 kilómetros (ida y vuelta) que no puede ser más cómodo y más bonito para recorrer en unas cuatro horas, es la Ruta del Alba y lleva hasta a la Cruz de los Ríos, donde confluyen dos arroyos. En el camino surgen cascadas, pozas, puentes medievales, pasos angostos… La escapada puede completarse con otros imprescindibles de esta Reserva de la Biosfera, como la Casa del Agua de Sobrecobio, en Rioseco, el desfiladero de los Arrudos o los miradores a los embalses de Rioseco y Tanes.

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NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES DE BARRO 

En mitad de la ría que separa las poblaciones de Niembro y Barro y en un paraje natural de gran belleza, encontramos la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores y su cementerio, que bañan las aguas del río que llegan hasta sus muros. Cuando baja la marea las embarcaciones quedan varadas en la arena, pero cuando sube se puede recorrer la ría en barca e incluso con tablas de paddle surf. Empresas como Escuela Asturiana de Surf (escuelaasturianadesurf.com) las alquilan en la zona. Para los que quieren ir más allá, a unos 7 kilómetros queda otro de esos lugares de Asturias que hay que descubrir, la playa de Gulpiyuri, una de las más bellas y curiosas de la costa porque se encuentra nada menos que a 100 metros del mar.  

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CASCADAS DE ONETA 

A unos 20 kilómetros de Navia, el camino que lleva desde la aldea de Oneta hasta estas cascadas es un breve paseo entre praderas perfecto para la primavera y el otoño. No tiene ninguna dificultad y al llegar, el premio son tres caídas de agua que refrescan el ambiente. La más alta y estruendosa es la primera, la llamada Firbia, con unos 20 metros de altura y rodeada por frondosos bosques de robles, alisos, sauces y fresnos, las otras son las de Ulloa, próxima a un molino, y Maseirúa, la más pequeña. 

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PLAYA DE VERDICIO

Una senda bordea los acantilados que se extienden desde Luanco y hasta el de San Juan de Nieva, en el borde de la ría de Avilés. Desde ella nos podemos asomar a esta playa natural de San Martín de Podes, en el concejo de Gozón (también conocida como Tenrero) que, como las de su entorno, están resguardadas por un campo de dunas, bañadas por un fuerte oleaje y escoltadas por un anfiteatro de verdes prados.  

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PLAYA DE GUEIRÚA 

Entre las localidades de Cudillero y Luarca, en la costa occidental asturiana, se extienden 35 kilómetros de acantilados rocosos contra los que el Cantábrico se bate con fuerza. Muchas son las playas que se suceden en este tramo litoral de gran belleza, como la pequeña y poco concurrida de Guirúa. Sus extrañas formas y relieves creados por la erosión, sus islotes de piedra en hilera que emergen de las aguas afilados como cuchillos o su aspecto salvaje hacen de esta playa un filón para amantes de la fotografía de naturaleza.  

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COLOMBRES 

Capital del concejo de Ribadeba, la localidad de Colombres guarda un legado arquitectónico indiano que la hizo merecedora del título de Pueblo Ejemplar en 2015. Una visita a este pueblo asturiano debe pasar por el Museo de la Emigración de la Fundación Archivo de Indianos (archivodeindianos.es), ubicado en un edificio indiano de 1906, donde se recogen numerosos documentos y fotografías de los emigrantes que dejaron esta villa para buscar un futuro mejor en América y que a su regreso, tras hacer fortuna, ayudaron a transformar Colombres en la hermosa localidad que es hoy. Una vez visitado el museo conviene hacer una ruta por el resto de casonas, entre las que sobresale la Casa Roja, la Mansión del Abuelo, la Casa de los Leones o la Casa de las Palmeras, donde incluso nos podemos alojar.  

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LA SENDA DEL ARCEDIANO 

En el entorno de los Picos de Europa, esta histórica vereda empedrada enlaza Soto de Sajambre con la aldea de Amieva y fue construida por los romanos para unir León con Asturias. Son 13 kilómetros los que recorre la senda del Arcediano, atravesando el magnífico desfiladero horadado en la roca caliza por el río Sella. La excursión es uno de los atractivos del valle de Sajambre, salpicado de pequeños pueblos donde podemos conocer la forma de vida de sus habitantes y cómo se han adaptado desde hace cientos de años a la orografía de este terreno para sacar partido a lo que tenían más cerca y abundante y elaborar productos tan apreciados como el queso de Los Beyos.

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SANTA CRISTINA DE LENA 

Es una de las grandes joyas del arte prerrománico asturiano, una pequeña ermita situada sobre una colina del valle del río Lena, a la que se accede andando por un sendero junto a la localidad de Pola de Lena. Construida en el siglo IX, de una única nave rectangular abovedada con capillas adosadas y un pórtico, tanto su exterior como el interior son de gran belleza, en especial el iconostasio, que separa el altar del resto de la iglesia, formado por tres arcos asentados sobre columnas. La Unesco declaró Santa Cristina de Lena Patrimonio de la Humanidad, junto a las más conocidas, por su cercanía a Oviedo, de Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo. El templo se visita de martes a domingo (2 €).  

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MOLINOS DE MAZONOVO 

Batanes, ferrerías, molinos y otros ingenios hidráulicos se concentran en una esquina de la comarca asturiana Oscos-Eo. Un territorio que es Reserva de la Biosfera con valles bucólicos, ríos, cascadas y pequeños caseríos donde el tiempo parece haberse detenido tres siglos atrás. Taramundi es un buen punto de partida para descubrir este entorno, donde descubrimos el Museo de los Molinos de Mazonovo (en la imagen), el más grande de España dedicado a ellos, y Os Teixois, una ferrería del siglo XVIII que pasa por ser uno de los conjuntos etnográficos más antiguos de Asturias. 

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ESPINARÉU Y EL RÍO INFIERNO 

El río Infierno nace en el concejo de Piloña y baja por los bosques del Parque Natural de Redes. Su nombre se lo debe al color de la vegetación que lo envuelve y que, en otoño, se torna de un amarillo intenso, como las llamas del infierno. En sus aguas transparentes se reflejan los bonitos hórreos de la localidad de Espinaréu, un conjunto etnográfico que no tiene igual en Asturias. Son 20 hórreos, el más antiguo data de 1548, y 6 paneras, construidos en madera de castaño y sobre cuatro pilares (en origen servían para guardar la cosecha y evitar humedades), decorados con sobrepuertas talladas o pinturas para embellecerlos. Todos los hórreos tienen propietario y se requiere permiso para visitarlos por dentro. Del conjunto destaca la panera conocida como l'Horru La Capilla, llamada así porque se usó para oficiar misa antes de que se construyera la iglesia. 

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