Al pie mismo de la montaña de Aitana, techo de Alicante, está la Finca Seguró, siete bancales de cultivo y lo que fueron algunas construcciones para faenas agrícolas. En manos de la familia suiza que la adquirió hace tres décadas, la finca ha cobrado nueva vida como bodega y alojamiento rural. Pero por lo que resulta única es porque aquí están las habitaciones más originales e insólitas de toda la provincia: diez fudres de vino (barriles) de gran tamaño con una comodísima cama doble, su porche, su cercado y una plataforma de madera desde la que contemplar, sin prisa alguna, el impactante paraje donde se encuentran.
No está mal como introducción de lo que espera a quienes se animen a recorrer este inesperado Alicante interior. Tan cerca del Mediterráneo, pero tan ajeno a los grandes movimientos turísticos del litoral. El corazón de la provincia es un territorio agrícola y vinícola, pero también tiene un gran estilo y muy buen gusto.
“La cocina de producto triunfa en los buenos restaurantes de las comarcas del interior de alicante”
Bajo el paraguas de la DOP Vinos Alicante, aquí se producen variedades no tan habituales como los orange (fermentados con hollejos de uva blanca), blancos secos de uva malvasía, tintos con personalidad y, ante todo, el fondillón. Un vino histórico de origen centenario del que ya escribió William Shakespeare y que fue muy apreciado durante las conquistas oceánicas patrias y las de otras potencias europeas.
Monóvar es la referencia en la producción de fondillón. Y en la comarca natal del genial escritor José Martínez Ruiz, más conocido como Azorín, es obligada la visita a productores como Bodegas Monóvar. Bajo tierra envejecen sus etiquetas de fondillón, algunas durante un número de décadas que se antoja imposible. También otros vinos (blancos, rosados y tintos), madurados en una innovadora bodega con pasillos repletos de aromáticas barricas de madera de roble.
No menos recomendable es la Finca Collado, en la comarca del Vinalopó. Esta zona es muy conocida por su producción de uvas de mesa, precisamente las que se toman en Nochevieja en todo el país. Pero en esta finca agrícola, la cosecha de uvas monastrell, bobal, garnacha, moscatel y malvasía es para elaborar vinos con tanto carácter como su etiqueta Delit. Esta pequeña bodega ofrece a sus visitantes una entretenida integración en el paisaje agrícola. Tras la visita a los viñedos, a la bodega y la cata de sus vinos, cada cual elige el que más le guste y se lo ponen en una cesta de pícnic bien surtida de viandas para disfrutar todo ello en el lugar de la finca que se prefiera.
Muy cerca de aquí, las localidades históricas de Villena y Biar son paradas más que recomendables en la ruta por el interior de la provincia alicantina: la primera, con un imponente castillo musulmán, y Biar, con su fortaleza que sobresale por encima de un bien conservado conjunto medieval.
Impacta después contemplar el extenso mar de viñedos y las casitas de fachadas blanqueadas o color tierra que salpican el paisaje en torno a la Bodega Pepe Mendoza, en la Marina Alta. Una parte de la producción ocupa un antiguo riurau, esa característica construcción local donde las uvas moscatel tornaban a pasas a salvo de elementos climáticos adversos. Se impone la cata de los vinos de esta modélica bodega, entre los que destacan El Veneno (para beber sin miedo) y Pureza, golosa experiencia a base de uva moscatel de Alejandría.
“Las uvas de mesa del vinalopó son las que se toman en nochevieja en todo el país”
Todas estas bodegas y algunos otros productores y negocios turísticos forman parte de la Ruta del Vino de Alicante , que pone en valor el valioso patrimonio histórico, cultural, natural y etnográfico de las comarcas del interior.
El apunte experto
- La Ruta de los Castillos del Vinalopó pasa por Villena, Sax, Biar, Petrel, Elda, Novelda, Castalla, Bañeres y Monóvar.
- Las fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy, Elda, Petrel, Villena o Crevillente.
- Un paseo por la Ruta del Agua de Sella, entre antiguos molinos harineros, huertas y naturaleza.
- Prueba la pericana, una picada de pimientos secos, capellanes (pescado) y aceite de oliva, servida como guarnición o aperitivo.
- Recomendable una visita al valioso tesoro íbero de Villena en el nuevo Museo de Villena (MUVI).
Guía de viaje