Nos sobran los motivos para visitar Córdoba. Amén de su extenso palmarés –es la ciudad del mundo que cosecha más títulos Patrimonio de la Humanidad, cuatro para ser exactos, que se corresponden con la Mezquita-Catedral, la Fiesta de los Patios, El Casco Histórico y Medina Azahara–, es una de las capitales más excepcionales de Andalucía y uno de los lugares más bellos de España. Y es que a esta orilla del Guadalquivir no solo nos esperan la despampanante Mezquita-Catedral, los jardines del Alcázar de los Reyes Cristianos o el derroche de alegría de sus patios, sino que en sus calles se entrelacen huellas árabes, judías y cristianas tiene su encanto añadido. El verano no es momento de visitar Córdoba, las altas temperaturas impiden hacer vida en la calle. Pero en otoño, ese sosiego se vuelve más respirable para pasear, vagabundear e inspirarse.
Pero sus patios, callejones y la rica historia de su pasado son solo algunos de los alicientes para visitar la ciudad porque sus alrededores son igual de sorprendentes. En ¡HOLA! hemos elaborado una breve guía con cinco de los pueblos más bonitos de Córdoba situados entre parques naturales, sierras y embalses. Aunque no son los únicos, si se tiene tiempo suficiente, hay muchos más por descubrir.
Priego de Córdoba
Declarado Conjunto Histórico, Priego está ubicado al sureste de la capital, a apenas una hora de distancia en coche. Su visita nos sumerge en un fascinante recorrido entre placitas pintorescas –pocas tan bellas como la de San Antonio–; fuentes y manantiales –ninguna como la espectacular Fuente del Rey–; iglesias barrocas maravillosas –pocos sagrarios como el de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción– y, sobre todo, miradores maravillosos para perder la vista en el horizonte: el Balcón Adarve es punto y aparte.
Hay que recorrer el Barrio de la Villa, repleto de macetas en los balcones y en las callejuelas, que cuidan sus vecinas, y si se puede, dormir en alguna de los cientos de opciones de casas y apartamentos rurales que encuentras aquí mismo.
Iznájar
Cuando se toma la última curva de la carretera que viene de Villanueva de Tapia, justo antes del puente que vuela por encima del agua, la visión de Iznájar se revela fascinante. Declarado Bien de Interés Cultural, se encuentra encaramado en lo alto como una pequeña península rodeada de agua por el embalse más grande de Andalucía. Desde el Mirador de la Villa se divisa la Sierra de la Ventana y el arroyo de Priego. Solo cuando el embalse no se encuentra en su máxima capacidad el paisaje vuelve al pasado, viéndose el Puente Molinillo y la antigua carretera.
Pero el embalse no es ni mucho menos el único reclamo de Iznájar. En el barrio de La Villa se encuentra el castillo que, desde el siglo XVIII, da nombre al pueblo. Más abajo, el pintoresco Patio de las Comedias, con sus cientos de macetas, es uno de los lugares más fotografiados del pueblo.
Zuheros
Es uno de los pueblos más bonitos del mundo, y no lo decimos nosotras. Este título, bien mostrado en una placa en el mismo centro de Zuheros, le fue otorgado en 2016 en la reunión anual de la Federación de Pueblos más bonitos del Mundo. Ubicado a tan solo 75 kilómetros de Córdoba, este pueblo declarado Conjunto Histórico ha sabido mantener intacta la esencia del pasado a través del tiempo. Contemplado desde la lejanía, sus casas envueltas en cal blanca y bañadas por el sol regalan una estampa de esas que hay que mantener en la memoria. De nuevo en el pueblo, desde el Mirador de La Villa podrás admirar la sierra, un paisaje repleto de crestas, tajos y extensos campos forrados por centenares de olivares.
El perfecto laberinto de sus calles te invita a que te tomes tu tiempo y te pares a contemplar cada detalle y cada rincón, a que te empapes de la autenticidad de Zuheros.
Cañete de las Torres
Larga es la historia de este pueblo típico de la campiña cordobesa declarado Bien de Interés Cultural. Ubicado en la comarca del Alto Guadalquivir y a tan solo 50 kilómetros al este de la capital cordobesa, Cañete de las Torres está rodeado de extensos olivares, campos de trigo y girasoles. Uno de sus principales atractivos es el denominado Huerto Francés, un barrio típico cordobés recorrido por estrechas callejuelas y pequeñas plazuelas, pero no es el único. La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, su imponente castillo con torre de homenaje o el monumento de la Escalera al Cielo son algunos de los enclaves que bien merecen una visita.
Palma del Río
Una carretera serpenteada por kilométricos plantíos de naranjos te conduce al Conjunto Histórico de Palma del Río, un tranquilo pueblo donde el Palacio de Portocarrero, integrado dentro del antiguo alcázar, nos devuelve la confianza en la humanidad como depositaria de belleza. Alrededor del Palacio puedes darte una vuelta por la Alcazaba, contemplar el barroco de la Iglesia de Nuestra Señora o descubrir el museo dedicado a los diseñadores Victorio & Lucchino, en el antiguo convento de Santa Clara. Y si estás en modo museo también puedes visitar el dedicado a Manuel Benítez El Cordobés, en la calle Ancha.