saint climent 2p5yfx7© Cordon Press

Valle de Boí, un paisaje de los Pirineos donde ser feliz

Iglesias medievales con sus campanarios apuntando al cielo, paseos senderistas y hasta un balneario de Guinness en medio de las montañas


21 de noviembre de 2023 - 9:37 CET
© Vall de Boí

Para conocer lo que encierra este valle lo primero es situarse en el Pirineo de Lleida y en la comarca de la Alta Ribagorza, porque es el entorno donde se ubica este tesoro de belleza natural y patrimonial en el que la Unesco ha puesto sus ojos, con un conjunto de iglesias medievales en su lista del Patrimonio de la Humanidad, además de ser destino Starlight. Y si hablamos de belleza natural, lo que tiene reservada es la naturaleza portentosa del Parque Nacional de Aigüestortes, paraíso para los senderistas y deportistas.

Para ti que te gusta

Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte

Navega de forma ilimitada con nuestra oferta

1 año por 49€ 9,80€

Este contenido es solo para suscriptores.

Celebramoscon un 80% de descuento.

Suscríbete 1 año por 49€ 9,80€

TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE CADA MES POR ESTAR REGISTRADO.

Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.

© Cordon Press

OCHO PUEBLOS, OCHO IGLESIAS Y UNA ERMITA

Los canteros lombardos mandados traer por los señores de Erill, una baronía de la alta Ribagorza muy ligada durante siglos a los reyes aragoneses levantaron aquí ocho iglesias y una ermita construidas hace más de ocho siglos. De las nueve, la más icónica es Sant Climent de Taüll, cuya torre exenta de seis pisos de altura es el emblema del románico catalán. Su interior estuvo decorado con bellas pinturas policromadas, cuyos restos fueron trasladados al Museo de Arte de Cataluña, en Barcelona. Hoy muestra el esplendor que tuvo en sus orígenes, incluida la reproducción del Pantocrator que decora el altar mayor.

 

El valle de Arán tiene un buen puñado de pueblos bonitos

 

Sin salir del pequeño pueblo de Taüll se puede ver otra de estas joyas de la arquitectura medieval, la iglesia de Santa María, con sus arcos lombardos de los ábsides, la reproducción del conjunto pictórico del ábside central y su torre de cinco pisos despuntando sobre los tejados de negra pizarra del centro del pueblo.

© Cordon Press

La iglesia de Erill, dedicada a Santa Eulalia, tiene a diferencia de las anteriores un porche con arcadas y pilares y conserva en su interior una copia en madera de las siete figuras que formaban el Descenso, obra escultórica cuyo original se repartió entre el Museo Nacional de Arte Románico de Cataluña y el Museo Episcopal de Vic. En Erill está también del Centro del Románico de la Vall de Boí (centreromanic.com), un espacio de interpretación donde se proporcionan las claves para conocer y entender el conjunto de iglesias románicas.

La de Sant Josep, en el pueblo de Boí, es también de bella factura. Como lo son el resto: San Quirce, en Durro; Sant Feliú, en Barruera; Santa María, en Cardet, o La Asunción, en Coll. Estaciones de paso obligatorias en esta extraordinaria ruta por el arte románico que ha hecho de Boí un lugar de referencia mundial en la Historia del Arte.

© Cordon Press

CÓMO DESCUBRIR EL PARQUE NACIONAL DE AIGÜESTORTES

Aigüestortes y Estany de Sant Maurici es un parque nacional inmenso, a unas tres horas de Lleida, con cumbres que superan los 3000 metros de altura, ríos, barrancos, cascadas y más de 200 lagunas. Tiene dos zonas bien diferenciadas. La entrada al sector oriental del parque se efectúa desde Espot, en el valle del Àneu. Al sector occidental, el planell de Aigüestortes, se accede desde el valle de Boí. Existe un servicio de taxis para subir para acceder a él.

 

Alto Urgell: esplendor romántico y aventuras acuáticas

 

Por el lado oriental, subiendo desde Espot, la morfología es más suave y las grandes crestas de granito sirven de envoltorio a decenas de lagos. El más famoso es el estany de Sant Maurici, una cubeta de forma alargada y aguas cristalinas a 1900 metros de altitud junto a la que se levantan las dos agujas de granito conocidas como el Gran Encantats y el Petit Encantats.

© Vall de Boí

Pero aun siendo el más conocido, el lago de Sant Maurici no es ni el más grande ni el más bello. Entre las 200 lagunas que salpican la accidentada geografía del parque las hay de todo tipo, forma y color. Alargadas, como el estany Tort; redondas, como casi todas las de las cotas superiores, ya sea el Amitges o el Rodo; de colores azulados, como el Ratera, u oscuros como una noche de pesadilla, caso del estany Negre. Agua y roca en mil combinaciones posibles para vestir un espacio singular.

 

Road trip por los Pirineos, los ineludibles que no debes perderte

 

 

Aigüestortes, la mitad occidental del parque, es la zona en torno al río Sant Nicolau, que desagua en el valle de Boí. Aquí el agua es el verdadero protagonista, porque fluye y se embalsa de mil modos diferentes, desparramándose en docenas de brazos y meandros por una extensa pradera herbácea y recogiéndose en cada oquedad de granito. Nunca un nombre (aguas retorcidas o tortuosas) estuvo tan justificado. Este espacio llano, de bosques, prados y agua se recorre a través de un itinerario circular de pasarelas de madera sin ninguna dificultad e ideal para hacer con niños.

© Boí-Taüll

LA SENDA DE LA NUTRIA, IMPRESCINDIBLE

Con más de 150 kilómetros de senderos señalizados, la excursión más recomendable del parque nacional es la senda de la Nutria. Ideal para una tranquila jornada a pie, incluso con toda la familia, y a través de varios de los ecosistemas del parque. Asciende por el valle del río Sant Nicolau y empieza en el aparcamiento de la Palanca de la Molina, entre Boí y Caldes de Boí. Tiene unos 8 kilómetros de longitud y se tarda unas tres en completarla.

 

UN BALNEARIO DE GUINNESS

A 1500 metros de altura, las 37 fuentes de aguas mineromedicinales que dan vida al balneario de Caldes de Boí, le han llevado, por su variedad, a entrar en el Libro Guinness de los Records. Las hay cloruradas, sulfuradas, sulfatadas y bicarbonatadas. Su efecto terapéutico ya lo descubrieron los romanos hace 2000 años. El complejo reúne un edificio de servicios termales con una amplia carta de tratamientos tanto para niños como para adultos, dos establecimientos hoteleros, una amplia zona ajardinada con piscinas exteriores e interiores y un spa con vistas privilegiadas de las montañas para disfrutar de la calma y la naturaleza.
 

© Valle de Boí

MIRADORES DEL VALLE

Para contemplar el valle con amplitud de miras, dos miradores imprescindibles: el de la iglesia de Santa Maria de Cardet, al pie de su imponente ábside, con vistas privilegiadas sobre Barruera y el espacio natural del Salencar; y el de la Santeta, a 15 minutos del pueblo de Taüll, donde una mesa interpretativa ayudar a reconocer los pueblos de Boí, Erill la Vall, Barruera y, cerrando el valle, el de Cardet.

 

LA ESTACIÓN MÁS ALTA DE LOS PIRINEOS

No ha llegado todavía la nieve, pero cuando lo haga, expertos o debutantes que quieren pasar un día en familia tienen en Boí Taüll la estación más alta de los Pirineos, con una cota máxima de 2751 m y 45 kilómetros de pistas de esquí, además de un gran snowpark para todo tipo de actividades de ocio.
 

© Valle de Boí

DÓNDE COMER

En Taüll, en El Fair (restaurantelfai.com) y en Llesqueria L’Empriu (llesqueriaempriu.com), donde probar cocina de montaña. Buena elección son también La Plaça (hostal-laplaza.com), en Erill La Vall, un local pequeño y familiar, donde priman el producto local y de proximidad; en Barruera, Plató (tel. 973 69 40 55) y en Boí, Ca La Pepa (tel. 619 78 64 40).

 

DÓNDE ALOJARTE

En el hotel principal del balneario de Caldes de Boí (caldesdeboi.com). A tres kilómetros de Espot, en Els Encantats (hotelencantats.com), con habitaciones con decoración exclusiva y excelentes vistas a la naturaleza, además de spa. Y en Esterri d’Àneu, en Trainera (hoteltrainera.com), un hotel familiar bien situado con instalaciones muy bien cuidadas y spa.