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El otoño es una estación fantástica para visitar algunas de las ciudades españolas más apetecibles, disfrutar de su gastronomía y perderse por sus calles y tiendas, aprovechando que el calor ya no aprieta. En la foto podemos observar el impresionante Parador de Pontevedra.
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Paradores en pleno casco histórico o a un paso del centro en los que alojarte: habitaciones confortables, un entorno de ensueño, espacios comunes ideales y un extra de tranquilidad para reconectar con tu yo más íntimo. En la foto, aparece la habitación superior del Parador de Zamora.
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El Parador de Salamanca, ubicado en la orilla del Tormes y con unas increíbles vistas, será tu refugio después de una intensa jornada cultural.
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El Parador de Gijón, un molino centenario con estanque y jardines, ofrece un oasis de tranquilidad en medio del bullicio de la ciudad.
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Alójate en el Parador de Pontevedra para dormir como la nobleza en el Palacio de los Condes de Maceda y completa tu escapada con un homenaje culinario en su restaurante con especialidades.
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El Parador de Zamora se erige como único ejemplo de palacio renacentista en la ciudad. Ubicado en pleno centro, tras su regia fachada militar se esconde uno de los patios humanistas más bellos del Renacimiento y un maravilloso restaurante.
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Levantado sobre las ruinas del palacete de verano de Abd al Rahman I, el Parador de Córdoba no solo ofrece unas espectaculares vistas sobre la ciudad, sino que sus cenas en la terraza, su restaurante, sus jardines, su campo de pitch and putt golf… lo convierten en el lugar idóneo para descansar.
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Si hay un lugar en el que escuchar el latir del corazón de Mérida, ese es el Parador. No sólo por su origen histórico, también por su ubicación, en pleno centro de esta ciudad milenaria que como mejor se conoce es paseando.