Los senderos panorámicos están de moda y más estos días en los que apetece hacer rutas por la naturaleza y mejor si son junto al mar. Por el camino nos acompañan imponentes acantilados y pasaremos por algunas de las villas marineras más bonitas del Cantábrico.
Esto es lo que nos ofrece el Camino Natural del Cantábrico, un recorrido por las provincias gallegas de Lugo y A Coruña, a lo largo de 150 kilómetros de costa, recalando en algunos de los pueblos más bellos del norte: Ribadeo, Foz, Burela, San Cibrao, Viveiro, O Vicedo, O Barqueiro, Porto de Espasante y Ladrido; en rías que forman espacios naturales protegidos, como la de Foz, Fazouro o la de Ortigueira; y para rematar, pasaremos por algunas de las playas más bonitas de este litoral, como la de Las Catedrales.
El itinerario, que se realiza caminando o en bicicleta, se divide en 7 etapas que dan comienzo en Lugo y finalizan en A Coruña. Una ruta lineal, y dificultad media, que se puede hacer completa o solo uno de sus tramos.
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ETAPA 1: RIBADEO-PLAYA DE LAS CATEDRALES
Los 18 kilómetros que recorre esta etapa dan comienzo en la plaza de España de Ribadeo, para continuar entre playas salvajes y algunos de los acantilados más espectaculares de Galicia.
El recorrido pasa por la isla de la Pancha, con sus dos preciosos faros y una magnífica panorámica de la costa. El Castro das Grobas, la playa de Areosa, el Castro de Fornelos… y así hasta llegar a la localidad pesquera de Rinlo, un antiguo puerto ballenero donde conocer a la segunda cofradía de pescadores más antigua de España. También se descubren playas como la espectacular de los Castros, la de las Illas, la de Esteiro y al final el plato fuerte: Las Catedrales. Fuera de temporada no habrá bañistas, pero sí caminantes con la marea baja. Un espacio natural de deslumbrante belleza, en el que a partir de octubre ya no es necesario reservar la visita.
ETAPA 2: PLAYA DE LAS CATEDRALES-FOZ
Entre Las Catedrales y la ría de Foz-Masma, donde finaliza la segunda etapa, hay 21 kilómetros a los que se pone fin en el pueblo pesquero de Foz, el que da nombre a la ría.
Será difícil despedirse de Las Catedrales, pero nos esperan algunas playas que no se quedan atrás en belleza. Las de Arealonga, Lóngara, Fontela, Coto o San Bartolo son algunas de las que encontraremos a nuestro paso.
Al llegar a la Punta de Prados se divisa la ría de Foz, aunque habrá que sortearla y aún quedan kilómetros para alcanzar la parada final. Por el camino se atraviesa un bosque de eucaliptos, se cruza las desembocadura del río Masma, y continúa hasta llegar al puerto de Foz. El panel que indica el final de esta segunda etapa se encuentra en la zona ajardinada del puerto.
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ETAPA 3: FOZ-BURELA
El Camino Natural de la Ruta del Cantábrico tiene su tercera etapa entre las localidades lucenses de Foz y Burela, 20 kilómetros que de nuevo transcurren junto a la costa.
Aquí, además de playas, el caminante pasa por los castros de Llas, junto a la playa del mismo nombre, y el de Fazouro. Unas cuantas playas irán surgiendo a nuestro paso, así como pequeños pueblos como Cangas de Foz o Nois y después Burela, con uno de los puertos pesqueros más importantes del Cantábrico.
Imprescindible darse un merecido homenaje en alguno de los restaurantes de Burela, donde degustar su famosa merluza de pincho. Un manjar que, junto al bonito, ha puesto a esta localidad en el mapa gastronómico.
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ETAPA 4: BURELA-SAN CIBRAO
Tras haber saciado el apetito, una nueva etapa (13 kilómetros, la más corta de Lugo) nos espera entre Burela y San Cibrao.
El tramo avanza junto a la costa para luego alejarse de ella en dirección al pazo de Pedrosa. Antes de dirigirse hacia el interior, se recorren las playas de Ril, la Marosa o la de Rueta y al final, nos espera la localidad de San Cibrao. Para alcanzar el último tramo de la etapa hay que dirigirse al faro de Punta Atalaya, en una pequeña península, junto al que hay un mirador donde descansar con las mejores vistas. Las ruinas de una antigua fábrica de salazón, dos pequeñas playas y el aserradero, ponen el punto final.
ESTAPA 5: SAN CIBRAO-VIVEIRO
La más larga de las etapas es también la de mayor desnivel. Da comienzo en la ría de Liero y lleva al caminante hasta Viveiro, 30 kilómetros que se adentran por playas de arena blanca y bosques de eucaliptos.
Antes de alcanzar Viveiro, la capital de la Mariña Occidenteal, recorreremos la playa de Area o el pequeño pueblo de Celeiro. A nuestro paso por la ría, los pescadores arreglan sus redes, mientras se divisa el final de la etapa, frente a la oficina de turismo de esta localidad.
Hay que hacer ganas para conocer el casco antiguo de Viveiro, de pasado medieval, y cruzar la famosa puerta de Carlos V. También para comer en alguno de los restaurantes que ofrecen excelentes productos del mar.
ETAPA 6: VIVEIRO-O VICEDO
La sexta etapa se recorre al completo por la provincia de Lugo, 22 kilómetros de ruta que parte de Viveiro y llega hasta el puerto pesquero de O Vicedo.
Saliendo por el puente de la Misericordia, dejamos atrás Viveiro en dirección a la playa urbana de Covas, de ahí a la de Abrela y a la de San Román, cerrando la ría por el lado contrario por el que discurría el camino en la etapa anterior. Luego vendrá la playa de Caolín y finalmente O Vicedo, donde terminamos junto al Camino a Praia.
Si el cuerpo aún aguanta, hay que ascender por el largo y zigzagueante camino que sube al Fuciño do Porco, el mejor mirador natural de este tramo de la costa.
ETAPA 7: O VICEDO-LADRIDO
El límite entre las provincias de Lugo y A Coruña marca el recorrido de esta etapa, la última de todas, entre espectaculares acantilados.
De nuevo pasamos por un buen puñado de playas, y ya van unas cuantas a lo largo de este camino en el que nuestra mirada siempre se llena de mar. Arealonga, la playa y el estuario de Esteiro -una zona de especial protección-, la de Picón, Bimberio o la Concha irán saliendo a nuestro paso hasta llegar a Ladrido, donde el final lo encontramos junto a la iglesia de Santa Eulalia.
No podemos concluir el recorrido por esta senda panorámica junto al mar sin sentarnos a reposar lo vivido, y qué mejor sitio para hacerlo que “el banco más bonito del mundo”. Pasada la playa de Picón, en lo alto de los acantilados de Loiba, este mirador excepcional es un auténtico borche de oro al Camino Natural de la Ruta del Cantábrico.
Más información y mapa de la ruta en: mapa.gob.es/es/desarrollo-rural/temas/caminos-naturales/caminos-naturales/sector-noroeste/cantabrico/default.aspx