Los Cotsworld suenan a paisajes relajados de verdes colinas donde pasta el ganado, granjas ecológicas y a vida rural en pueblecitos de piedra de color miel. Es en este entorno tranquilo y bucólico a dos horas de Londres que guarda la esencia más tradicional de Inglaterra en el que la familia Beckham es feliz. Aquí tienen su residencia cuando quieren huir del bullicio de la ciudad, un exclusivo cottage del condado de Gloucestershire muy british en el que el exfutbolista y la diseñadora disfrutan con sus hijos dando paseos por el campo, montando en bicicleta, cocinando o recogiendo miel de su propia granja de abejas, como se puede ver en el documental de Netflix que realiza un viaje por la trayectoria personal y profesional del que fuera jugador del Real Madrid.
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Al estilo de los Hampton de Nueva York, otro paraíso de descanso para los famosos que buscan la vida sosegada y natural, los Cotsworld se extienden por los condados de Oxfordshire, Somerset o Worcestershire y quedan a dos horas por carretera de Londres y a tan solo una de Bristol. Un buen punto de partida para recorrer este entorno de norte a sur y acabar en la capital es Stratford-upon-Avon, la ciudad que vio nacer a William Shakespeare, que posee un encantador catálogo de casas con entramados de madera, iglesias góticas y esencia inglesa en cada esquina. Está a hora y media del aeropuerto de Bristol, en el que hay que alquilar un coche para moverse libremente por las estrechas carreteras del lugar.
A 30 minutos se encuentra la primera de las paradas: la elegante Broadway, donde el encanto rural se percibe en sus bonitas calles cuyas magníficas construcciones son testimonio de las épocas doradas pasadas que vivió en los siglos XVI y XVII gracias a la producción y el comercio de la lana. Aquí la piedra caliza o limestone colorea de tono ocre las fachadas de los vetustos edificios de estilo Tudor que se encuentran a lo largo de High Street, una de las calles más largas de Inglaterra. A las afueras, por un estrecho camino rural, se alcanza Bacon Hill y la famosa torre que es uno de los iconos de la región.
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Solo 15 kilómetros más allá, Stow on the Wold repite la esencia de los pueblos de la campiña inglesa en estado puro, con sus fachadas de color miel, pero marca su distinción por sus numerosos salones de té donde probar el clásico cream tea, que se caracteriza por servirse con scones acompañados de mermelada y una especie de nata fresca. Pero este lugar fue popular antaño por sus ferias de ganado, donde sus famosas ovejas-león (cotswolds lions) eran muy codiciadas. Y de aquellos tiempos quedan hoy sus chures, callejones por donde pasaba el ganado.
Otro de los pueblos con más encanto de este entorno es Bourton on the Water, conocido popularmente como ‘la Venecia de los Cotswolds’, que no solo Londres iba a tener su Little Venice. Es pequeñito, pintoresco y atractivo por sus centenarios puentes de piedra sobre el río Windrush, su calle principal llamada Rissington Road, sus cafeterías y un pueblo de sí mismo en miniatura al que no le falta detalle.
Por estrechas carreteras se alcanza Bibury, la localidad más fotografiada de la región. Y la razón la tiene la bonita calle de Arlington Row, con su hilera de casas color miel y sus tejados puntiagudos que habitaban los tejedores de lana y que pasa por ser una de las más hermosas de Inglaterra. A otros lo que les atrae hasta aquí es conocer el pueblo de las andanzas del divertido personaje encarnado por Renée Zellweger en la película El Diario de Bridget Jones.
Inmerso en el bucólico paisaje de la campiña inglesa está Chipping Campden, donde sorprenden sus casas cubiertas por antiguos tejados de paja que han sobrevivido a los siglos y las innumerables tiendas de productos artesanales repartidas por sus exquisitas calles.
Media hora más allá está Tetbury, otro pueblo con una historia lanera detrás que hoy es el paraíso de los amantes de las antigüedades. Y otra media hora más, Castle Combe, en el condado de Wiltshire, donde sus apenas 300 vecinos disfrutan a diario de su mercado que se remonta al siglo XVI, su iglesia medieval y sus casas construidas con gruesas paredes de piedra y tejados de pizarra que han servido de decorado para películas de época.
PARADAS GASTRONÓMICAS
Para reponer fuerzas en Los Cotswolds hay innumerables pubs y restaurantes. Valdrá la pena acercarse a Chipping Norton y probar el menú orgánico de Wild Rabbit (thewildrabbit.co.uk), elaborado con productos de las granjas vecinas. O las propuestas de The Kingham Plough (thekinghamplough.co.uk), donde su chef, la premiada Emily Watkins, revoluciona el recetario clásico. A la hora del té, Badgers Hall (badgershall.com), en Chipping Candem, es un buen lugar para disfrutar de esta costumbre british.
PARA EL DESCANSO
Difícil elegir entre la gran oferta de alojamientos llenos de encanto para pasar unos días en los Cotswolds. Entre nuestros favoritos, The Porch House (porch-house.co.uk), un alojamiento de lujo en Stow on the Wold con elegantes habitaciones y su famoso pub. En Broadway está Lygon Arms (lygonarmshotel.co.uk), un histórico hotel boutique. Y en Bibury, The Swan (cotswold-inns-hotels.co.uk/the-swan-hotel), una posada del siglo XVII con acogedoras habitaciones y cabañas.