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hoviajes 2125 quattropole© JAVIER GARCIA BLANCO

Luxemburgo, Metz, Sarrebruck, Tréverls: maravillas sin fronteras

Cuatro ciudades, tres países y una experiencia llena de arte, cultura y patrimonio. Es QuattroPole, una aventura transfronteriza repleta de atractivos por descubrir: fascinantes edificios de origen romano, catedrales decoradas por Chagall y nuevos templos del arte contemporáneo


21 de septiembre de 2023 - 19:33 CEST

Cada mañana, más de 225.000 personas –casi la mitad de los habitantes de Metz, Sarrebruck, Tréveris y  la ciudad de Luxemburgo – cruzan una frontera para acudir a sus lugares de trabajo. Esa familiaridad transfronteriza llevó a las cuatro ciudades, todas situadas a menos de una hora en coche y pertenecientes a tres países distintos –Francia, Alemania y el Gran Ducado de Luxemburgo– a crear en 2014 la iniciativa QuattroPole, un proyecto de cooperación que hoy permite descubrir un destino fascinante que es mucho más que la suma de sus partes.

HOVIAJES 2125 QUATTROPOLE© JAVIER GARCIA BLANCO

Lo ideal es comenzar este particular tour en la ciudad de Luxemburgo, ya que su aeropuerto internacional la convierte en la base de operaciones perfecta. Para descubrir sus rincones de mayor encanto hay que recorrer el paseo circular Wenzel, que ofrece algunas de las estampas más hermosas de la ciudad. Además de atravesar las Casamatas del Bock –antiguas construcciones militares excavadas en la roca–, el circuito serpentea por el paseo de La Corniche, para muchos “el balcón más bello de Europa”. Este antiguo camino de ronda, del siglo xvii, ofrece vistas espectaculares del barrio del Grund, encajonado a los pies de la ciudad antigua, en el valle del Alzette. Allí se encuentra la abadía de Neumünster –hoy un animado centro cultural–, y en sus calles se puede disfrutar de un agradable paseo entre casitas pintorescas.

HOVIAJES 2125 QUATTROPOLE© JAVIER GARCIA BLANCO
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Destinos que suman. Arriba, acceso al Museo Dräi Eechelen de Luxemburgo. Junto a ests líneas, antigua siderurgia de Völklinger Hutte, en la alemana Sarrebruck.

El contrapunto a este viaje al pasado es Le Kirchberg, un distrito en el que hoy se concentran parte de las instituciones europeas, pero también señeras obras de arte moderno. Aquí se pueden contemplar obras de artistas de renombre, como Richard Serra o Jean Dubuffet, y no puede faltar una visita al MUDAM, el Museo de Arte Contemporáneo, diseñado por Ming Pei.

HOVIAJES 2125 QUATTROPOLE© JAVIER GARCIA BLANCO
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Arriba, la Schlosskirche (iglesia del palacio) desde el puente Viejo de esta ciudad. Junto a estas líneas, obra del artista Jacques Rival en las aguas del río Mosela, en Metz, Francia.

Viajamos ahora hasta el sur, a poco más de 60 kilómetros, para llegar a Metz. Esta bella ciudad de la Lorena francesa, también conocida como “el París del este”, destaca por su mezcla de arquitectura francesa y alemana, fruto de un turbulento pasado con sus vecinos germanos. El icono más reconocible de la ciudad es la imponente catedral de Saint-Étienne, un templo medieval decorado con 6500 m² de espectaculares vidrieras; parte de ellas son de estilo gótico, pero las más hermosas las realizó el pintor Marc Chagall en la década de los años sesenta. Metz cuenta también con notables ejemplos de arquitectura de inspiración germánica, como la estación de tren, el Temple Neuf y varios edificios modernistas y art déco. A pesar de este importante legado, hoy la ciudad brilla gracias al arte contemporáneo y la arquitectura de vanguardia. El nuevo ‘templo’ de esta cara moderna de la villa es, sin duda, el Centro Pompidou-Metz, diseñado por el premio Pritzker de arquitectura Shigeru Ban, cuyo interior está dedicado a la creación contemporánea en todas sus formas: pintura, escultura, fotografía, instalaciones…

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Pasado y vanguardia. Torre del Ayuntamiento de la ciudad alemana de Sarrebruck.

Otros 70 kilómetros de autovía nos conducen hasta Sarrebruck. Esta villa alemana, que durante décadas estuvo oscurecida por el hollín que salía de sus fábricas, ha recuperado hoy el esplendor de su pasado barroco. Gran parte del encanto de la villa se debe al mecenazgo del príncipe Guillermo y su hijo Ludwig, que convirtieron este lugar en un pintoresco paraíso a orillas del río Sarre. Gracias a ellos, y a su arquitecto de cabecera, Friedrich Stengel, hoy podemos contemplar joyas como la Ludwigskirche –uno de los templos protestantes más importantes de Alemania– y un espectacular castillo, el Saarbrücker Schloss, en cuya plaza se celebran todos los veranos conciertos gratuitos al aire libre.

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Una de las sorprendentes obras expuestas en el moderno Centro Pompidou-Metz, dedicado al arte contemporáneo y obra del arquitecto japonés y premio Pritzker Shigeru Ban.

La última etapa de QuattroPole nos espera en la también ciudad alemana de Tréveris. La urbe fue fundada por el emperador Augusto hace más de 2000 años, y su legado romano es, precisamente, uno de los principales atractivos de la villa. Además de la célebre Porta Nigra –una espectacular puerta monumental, Patrimonio de la Humanidad–, también hay que visitar el gran anfiteatro, que antaño acogió luchas de gladiadores y que hoy celebra eventos culturales. Otros hitos romanos son las termas imperiales –construidas en tiempos de Constantino– y la llamada Aula Palatina, un salón del trono que acabó convertido en basílica protestante. Tampoco puede faltar un recorrido por el centro, donde se pueden descubrir vistosas plazas, fuentes y edificios barrocos y, cómo no, las rotundas formas de la catedral de San Pedro, acompañada de la no menos bella iglesia de Nuestra Señora, uno de los primeros ejemplos del gótico alemán.

HOVIAJES 2125 QUATTROPOLE© LE PLACE DARMES

El apunte experto

  • En Metz, una cita señalada de cada verano es el Festival Constellations, dedicado al arte contemporáneo.
  • Völklinger Hutte, la antigua siderurgia Patrimonio de la Humanidad de Sarrebruck, que los años impares acoge una espectacular bienal de arte urbano.
  • En Tréveris hay que hacer un hueco para visitar la casa natal de Karl Marx.
  • Una noche en el Gran Teatro de Luxemburgo, con espectáculos de ballet y ópera.
  • Asistir a los conciertos gratuitos que se celebran en el Parque Municipal de Luxemburgo.

GUÍA DE VIAJE

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Cómo ir y cómo moverte

Las compañías Luxair y Ryanair tienen varios vuelos semanales al aeropuerto Luxemburgo-Findel desde Madrid y Barcelona, el único de la región que cuenta con conexiones directas con España. En ciertas épocas del año hay también con otros aeropuertos a través de Luxairtours. Una vez en la región, se puede optar por desplazarse en coche de alquiler –las cuatro ciudades están a menos de una hora entre sí– o bien recurrir al transporte público, ya que están muy bien comunicadas por tren y autobús. El billete Saarlorlux (desde 10 €) permite desplazarse por la región, y también hay conexiones entre Luxemburgo, Sarrebruck, Metz y Tréveris.

Cuándo ir

Lo ideal, para aprovechar un clima lo más benigno posible, es visitar la zona a finales de primavera, verano o a principios de otoño. En cualquier caso, la región es agradable en cualquier momento del año y ofrece muchas actividades alternativas a cubierto –sobran museos y actividades culturales– si el tiempo no acompaña.

Dónde dormir

Si optamos por Luxemburgo como base de operaciones, la ciudad está llena de alojamientos atractivos, como Simoncini (hotelsimoncini.lu), un sofisticado hotel boutique que ha hecho del arte y el diseño sus señas de identidad y cuenta con su propia galería de arte. También en el ducado, Le Place d’Armes (hotel-leplacedarmes.com) es un Relais & Château tranquilo y acogedor en el que el confort y el lujo son sus valores principales. Muy cerca del casco histórico de Metz está el hotel boutique La Citadelle (citadelle-metz.com), cuya decoración combina estilo y sobriedad sin renunciar al mejor diseño.

Dónde comer

Luxemburgo suele presumir de ser la capital europea con más estrellas Michelin por kilómetro cuadrado, y lo cierto es que no faltan locales con una oferta de calidad. Una apuesta segura es la Brasserie des Jardins (brasseriedesjardins.lu), un local con un Bib Gourmand y una carta en la que destacan platos tradicionales, como la boulette de ternera a la liégeoise. En Tréveris, Schlemmereule (schlemmereule.com) presenta una cocina de temporada que satisface a los paladares más exigentes. En Metz, el mejor lugar para disfrutar de la gastronomía de la Lorena se encuentra en la estación de tren: Terroirs de Lorraine (terroirsdelorraine.com), donde el chef Michel Roth da rienda suelta a su amor por los productos de su región natal.

Más info

MUDAM (mudam.com).Centro Pompidou-Metz (centrepompidou-metz.fr).