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Vino, arte y gastronomía: 5 pueblos a los que no les falta de nada

Si el disfrute forma parte de tu filosofía de vida, estas escapadas con sabor rural y olor a vino son para ti. Perfectas para un fin de semana de octubre. Pon en marcha todos los sentidos porque los vas a necesitar.


21 de septiembre de 2023 - 21:17 CEST
© Cordon Press

MOLINASECA, LEÓN

Al noreste de la provincia de León, muy cerca del límite con Galicia, El Bierzo es silencio, sosiego, naturaleza y vino. Todas sus villas medievales merecen una escapada, pero nos quedamos con Molinaseca, a pocos minutos de la más afamada Ponferrada, para dar un paseo por la calle Real mientras observamos a los peregrinos que van a Santiago.

 

SI TE GUSTA EL ARTE:

  • Atraviesa el puente romano sobre el río Meruelo, detente en las casas blasonadas de la calle Real con arquitectura de piedra bien conservada y visita el santuario de Nuestra Señora de las Angustias.
  • A pocos kilómetros, en Ponferrada, no te pierdas su castillo templario.

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© godelia

SI TE GUSTA EL VINO:

  • Dentro de la Denominación de Origen de El Bierzo, visita la bodega familiar Encima Wines (encimawines.com), sus viñedos centenarios y de paso cata sus vinos. Y a 8 kilómetros, en Ponferrada, la Vinoteca Benito Otero, de la misma familia.

 

SI TE APETECE PROBAR SU GASTRONOMÍA:

  • A 30 minutos de Molinaseca, en Pieros, la bodega Godelia (godelia.es, en la imagen) además de las tradicionales visitas guiadas a bodega y viñedos con cata, ofrece una experiencia para probar la gastronomía berciana junto al vino en uno de los restaurantes más acalamdos de la comarca: Moncloa de San Lázaro (moncloadesanlazaro.com). Cecina, lacón, quesos, botillo… no falta de nada.
© Getty Images

PEÑAFIEL, VALLADOLID

Pocos pueblos a los que se les reconozca más su relación con el vino que el de Peñafiel, donde debe de comenzar cualquier visita a la Ribera del Duero vallisoletana. Es un pueblo con muchos encantos, y no solo los del vino, que se descubren paseando por la plaza del Coso, que nos traslada directamente al Medievo; también tiene unas cuantas iglesias, un convento -el de san Pablo- y hasta un Museo de Arte Sacro.

 

SI TE GUSTA EL ARTE:

  • Un espectacular castillo corona la localidad a 200 metros de altura que además acoge en su interior el Museo Provincial del Vino. Antes de entrar al museo hay que asomarse a lo alto de la torre del Homenaje y contemplar desde allí el horizonte.
© almacarraovejas

SI TE GUSTA EL VINO:

  • Aquí estás de suerte, hay cientos de bodegas, tanto en Peñafiel como en los alrededores, con catas y experiencias de todo tipo.
  • En la localidad se pueden visitar Bodegas Peñafiel (bodegaspenafiel.com), Bodegas Protos (bodegasprotos.com), Bodegas Tomás Postigo (tomaspostigo.es) o la bodega Pago de Carraovejas (pagodecarraovejas.com, en la imagen), con una arquitectura espectacular.

 

SI TE APETECE PROBAR SU GASTRONOMÍA:

  • Sin duda, hay que reservar en el restaurante Ambivium (restauranteambivium.com), de Pago de Carraovejas, es inigualable. Con una estrella Michelin y otra Verde, combina buena gastronomía con catas de vino, en un entorno precioso con el castillo de Peñafiel de fondo.
© Cordon Press

BINISSALEM, MALLORCA

Hay una Mallorca desconocida, que va más allá de sus playas y el verano, en la que huele a vino y se degustan productos de la tierra. La isla cuenta con las dos únicas denominaciones de origen de las Baleares, una de ellas la de Binissalem (binissalemdo.com) que abarca una bella comarca que tiene como telón de fondo a la sierra de Tramuntana. Son cinco los pueblos que conforman la DO: Santa Eugènia, Santa Maria del Camí, Binissalem, Consell y Sencelles, cada uno con coqueta arquitectura rural y sus tradiciones arraigadas al vino y la gastronomía.

 

SI TE GUSTA EL ARTE:

  • Binissalem tiene un bonito casco histórico sobre el que sobresale el campanario de su iglesia de Santa María Robines, uno de los mejores ejemplos de barroco mallorquín. Y a 7 kilómetros se encuentra Inca, la capital del cuero y la piel en Mallorca, para darse al arte de las compras.
© vinos.ferrer

SI TE GUSTA EL VINO:

  • Puedes conocer pequeñas bodegas de tradición familiar. En Binissalem hay cuatro: Can Fumat (canfumat.com), Vins Nadal (vinsnadal.es), Ca’n Verdura (vinscanverdura.com) y bodegas José L. Ferrer (vinosferrer.com, en la imagen). Hacen visitas guiadas, talleres de aromas, catas y experiencias que combinan vino y gastronomía a la vez que transmiten su amor por su cultura y su tierra.

 

SI TE APETECE PROBAR SU GASTRONOMÍA:

  • La bodega José L. Ferrer ofrece experiencias gastronómicas con diferentes menús a elegir con productos propios de la gastronomía local como los fideus des vermar, las sopas mallorquinas, arroces… acompañados de sus vinos.
© Getty Images

BRIONES, LA RIOJA

El bonito pueblo de Briones, en la Rioja Alta, es el lugar perfecto para adentrarse en la milenaria cultura del vino. Porque tiene bodegas, viñedos y un museo del vino que ha sido reconocido por la Unesco como uno de los mejores a nivel mundial. Una villa medieval ubicada en lo alto de un cerro con el casco histórico repleto de palacios señoriales y casas blasonadas que se visitan perdiéndose en un paseo por sus calles que acaban casi irremediablemente en la plaza Mayor.

 

SI TE GUSTA EL ARTE:

  • Junto a los palacios, como el palacete barroco que ocupa el Ayuntamiento, y las casas señoriales hay que asomarse a los restos de su antigua muralla, pasar bajo algunas de las puertas que se conservan, visitar los restos de la torre del homenaje y del castillo, sobre un meandro del río Ebro. También se puede visitar una antigua botica del siglo XIX, la Botica de Rabal.
© bodegas Vivanco

SI TE GUSTA EL VINO:

  • Lo primero hay que acercarse al galardonado Museo Vivanco de la Cultura del Vino (vivancoculturadevino.es) que también es bodega. En el museo se descubre la historia del vino a través de las distintas civilizaciones, con algunas piezas únicas y exposiciones tanto permanentes como temporales. Y en la bodega se pueden conocer sus procesos de elaboración, hacer una cata y hasta una experiencia en viñedo.
  • No es la única en Briones que ofrece experiencias, también la bodega Betolaza (betolaza.es) o La Cueva del Americano (enbrionlacuevadelamericano.com), una cueva del siglo XVII y antigua bodega rehabilitadas.

 

SI TE APETECE PROBAR SU GASTRONOMÍA:

  • En Briones hay que salir de pinchos, que estamos en La Rioja y es tradición. Por el casco antiguo hay muchos bares sonde probar pequeños bocados. Sentados a la mesa, en el restaurante Los 4 Arcos o en Los Calados de Briones, en una bodega del siglo XVII.
  • La bodega Vivanco cuenta también con restaurante con vistas a los viñedos y gastrobar si se prefiere ir de pinchos.
© Getty Images

CHINCHÓN, MADRID

Que Chinchón tiene una de las plazas mayores más bonitas de España es algo irrefutable y que es uno de los pueblos más bonitos de Madrid es de sobra conocido. Lo que tal vez no se conozca tanto es su tradición vinícola, porque más allá del anís, en Chinchón también se hacen buenos vinos.

 

SI TE GUSTA EL ARTE:

  • Pasea por la plaza, del siglo XVI, un lugar que rezuma historia en el que se han celebrado desde mercados a autos sacramentales, corridas de toros y donde se han rodado hasta películas de Hollywood. Fíjate en sus 234 balcones, en las galerías de madera y en su estructura irregular.
  • En la iglesia de la Asunción puede admirar un cuadro de Goya en el altar mayor.
  • Y hay que pasar por el castillo de los Condes de Chinchón, del siglo XVI, al menos para admirar las vistas (no se puede acceder al interior).
© valazul

SI TE GUSTA EL VINO:

  • Visita la Bodega del Nero (bodegadelnero.com), en un edicifio del siglo XIX gestionada por una familia de bodegueros de larga tradición, con la quinta generación al frente. Se puede hacer una visita a los viñedos, a la bodega y rematarla con una cata de vino.
  • Y a las afueras de Chinchón la Bodega Val Azul (valazul.com, en la imagen), visita sus viñedos en una bonita finca a la que denominan “la Toscana madrileña”.

 

SI TE APETECE PROBAR SU GASTRONOMÍA:

  • En gastronomía Chinchón tiene mucho que decir. Aquí la gente viene a comprar ajos, judías chinchoneras, dulces al convento de Las Clarisas y a comer lechal asado.
  • El restaurante del Parador, situado en un antiguo convento agustino del siglo XVII, es un buen sitio para probar estas delicias.
  • Las judías y las migas en el Mesón Cuevas del Vino (cuevasdelvino.com).
  • Para una cocina con toques de vanguardia, la de la chef Miriam Hernández en La Casa del Pregonero (lacasadelpregonero.com).