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puebla de la sierra 2r4wh8h© Cordon Press

El Valle de los Sueños y otras sorpresas en Puebla de la Sierra

Obras de Picasso, Chillida, Antonio López, Tàpies, Barceló y un museo de escultura al aire libre nos esperan en este pueblo madrileño, el municipio con más obras de arte por habitante de España


Por: Andrés Campos
Actualizado 15 de septiembre de 2023 - 15:59 CEST

Tal vez no te suene Puebla de la Sierra, porque se encuentra en el rincón más apartado de la Comunidad de Madrid, a 107 kilómetros de la capital. Y también porque es uno de los que tiene menor densidad de población: 84 habitantes (en 2022). Pero si no te suena este pequeño pueblo de la Sierra del Rincón, es el momento de descubrirlo. Porque paseando por sus alrededores vas de sorpresa en sorpresa, y todas buenas, eso sin contar con que el final de excepción de esta ruta te lleva a navegar por las aguas dulcísimas del mayor embalse de la región. Comenzamos.

Puebla de la Sierra y el Valle de los Sueños, sierra de Madrid© Getty Images

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Pocos son los habitantes de Puebla de la Sierra, pero solo si no tenemos en cuenta los inmensos robles centenarios que lo pueblan, y los minotauros y otros extraños seres que se descubren paseando por sus boscosos alrededores y que integran el museo de escultura al aire libre Valle de los Sueños. El escultor Federico Eguía, nacido aquí, ha sido el impulsor de este museo nacido en 2005 y formado por más de un centenar de esculturas, así como de la Bienal del mismo nombre, que ya lleva siete ediciones y ha atraído a docenas de artistas. Por eso, porque hay muchas más esculturas que vecinos, Puebla de la Sierra presume de ser la localidad con más obras de arte por habitante de toda España.

Puebla de la Sierra y el Valle de los Sueños, sierra de Madrid: museo de escultura al aire libre© @valledelossuenos
El Museo de Esculturas al Aire Libre de Puebla de la Sierra partió de la iniciativa del escultor local Federico Eguía. Arriba, obra El etílope; Abajo, Selene.
Puebla de la Sierra y el Valle de los Sueños, sierra de Madrid: Selene© @valledelossuenos

Nada más llegar, admiraremos sus casas construidas con piedras sin labrar y nos pondremos a andar por la senda escultórica que rodea la población. En un par de horas se contemplan todas las esculturas, incluida la más alejada del pueblo, la Silla Gigante de Meira, de Xulio Lago y Roberto Brañas, con magníficas vistas. Esta silla blanca de más de cinco metros está plantada a 1500 metros de altura, 300 por encima de los tejados y 300 por debajo de las mayores alturas del valle: el alto del Porrejón y la peña de la Cabra. Una escultura descomunal a la que trepan algunos jóvenes para fotografiarse allá en lo alto. En pocos museos del mundo las obras se pueden tocar y no digamos escalar.

Puebla de la Sierra y el Valle de los Sueños, sierra de Madrid: © Andrés Campos

Camino de la silla se ve también el rebollo de las Puentecillas, un ejemplar singular de roble melojo (Quercus pyrenaica) con un tronco de 6,35 metros de circunferencia y una edad aproximada de 400 años. No es una escultura, es un monumento vivo.

Además del museo al aire libre, en Puebla de la Sierra hay otro museo a cubierto, de dibujo, obra gráfica y obra contemporánea japonesa. Aquí veremos creaciones de Picasso, Chillida, Antonio López, Tàpies y Barceló, y también numerosas obras de arte contemporáneo japonés, reunidas gracias al acuerdo con una asociación cultural del país asiático. Más arte, en menos sitio, imposible.

Puebla de la Sierra y el Valle de los Sueños, sierra de Madrid: Museo de Federico Eguía© @federicoeguia
Arriba, museo interior de Puebla de la Sierra; abajo, Seducción de Lola Santos, obra en terracota.
Puebla de la Sierra y el Valle de los Sueños, sierra de Madrid: Seducción© @valledelossuenos

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HACIA LAS DULCÍSIMAS AGUAS DEL ATAZAR

Una vez visitado Puebla de la Sierra y si nos gusta conducir, disfrutaremos haciéndolo por la viradísima carretera que sale del valle de la Puebla hacia el sur, camino de Robledillo de la Jara. Dos kilómetros antes de llegar a este pueblo nos desviaremos a la izquierda por una pista de tierra que lleva a El Atazar.

Nueve kilómetros después aparece El Atazar, una población minúscula de bien conservada arquitectura tradicional, con sus casas de mampostería tosca apiñadas alrededor de la iglesia de Santa Catalina de Alejandría. El caserío está en lo alto de una loma pelada, sin un árbol en dos kilómetros a la redonda, ni siquiera un ciprés proyectando su sombra sobre el camposanto. Lo rodea un mar de jaras y huele a ládano.

Sierra de Madrid: embalse de El Atazar© Getty Images

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Otro mar, pero de agua potable, se descubre tres kilómetros más adelante. Es el embalse de El Atazar, construido en 1972 en el curso bajo del Lozoya, cerca de su confluencia con el Jarama. Es la mayor presa de la región, más que todos los demás pantanos madrileños juntos: 1070 hectáreas de superficie, 72 kilómetros de costas, medio billón de litros... Buen lugar para remar o navegar a vela.

Paseos en piragua, windsurf, paddle surf, vela ligera y vela de crucero son algunas de las actividades que organizan empresas como Nortesport (nortesporth2o.es), con base en Cervera de Buitrago, en la orilla oriental del embalse, a 14 kilómetros de El Atazar y a 22 de Puebla de la Sierra. El agua es un espejo; alrededor, se mire donde se mires, el horizonte está lleno de montañas.

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PISTAS PARA COMER

En la misma Puebla de la Sierra encontramos El Refugio (elrefugiocoworking.com), el primer espacio de coworking y coliving rural en la montaña de la Comunidad de Madrid. Además de un espacio de trabajo ideal y habitaciones donde alojarse, cuentan con restaurante de comida sencilla con vistas a la plaza del pueblo y las montañas. También organizan salidas senderistas por la Sierra del Rincón o retiros de fitness, meditación y yoga.

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