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Fin de semana en Múnich, más allá de la Oktoberfest

Sus famosísimas cervecerías son un todo reclamo, pero también su coqueto casco antiguo, los parques, museos o los animados barrios. Esto es lo que puedes hacer en la capital bávara si la visitas un par de días


15 de septiembre de 2023 - 13:29 CEST
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La Oktoberfest no necesita explicación. Esta famosísima fiesta de la cerveza atrae cada año, ella solita, a millones de visitantes. En 2023 se celebra entre el sábado 16 de septiembre y el martes 3 de octubre y la pasión que desata la ha convertido en el festival cervecero más grande e importante del mundo. Un acontecimiento cultural que ha traspasado fronteras. Tanto es así que ya no se necesita ir a Múnich, lugar en el que se celebró por primera vez esta fiesta en 1810 para celebrar los esponsales entre el príncipe Luis I de Baviera y la princesa Teresa de Sajonia-Hildburghausen, para celebrar la fiesta más cervecera del año. Muchos otros países lo hacen, entre ellos España, donde ciudades como Madrid, Gijón, Barcelona, Valencia, entre muchas otras, homenajean a la gran fiesta bávara con miles y miles de litros de cerveza.

Bien, para vivir la Oktoberfest no es necesario ir a Múnich, pero seamos sinceros, nada como escaparse a su lugar de origen, en esta u otras fechas, para descubrir una de las ciudades más bonitas y animadas de Alemania, perderse por su coquetísimo casco histórico y sucumbir a su buen puñado de museos de renombre internacional. Entre otros planes.

 

Esto es lo que puedes hacer si pasas un fin de semana en Múnich:

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AL LLEGAR A MÚNICH

Si hemos llegado a última hora de la tarde a la ciudad, a diferencia de otras grandes ciudades donde uno no sabe bien por dónde empezar, en Múnich hay poca duda posible: Marienplatz, la plaza alrededor de la cual gira todo su compacto casco histórico. La primera imagen de esta coqueta ciudad en las inmediaciones de los Alpes será los casi cien metros de fachada del Ayuntamiento Nuevo, uno de sus iconos más reconocibles. Animada a todas horas, Marienplatz es testigo de cuanto importante acontece por allí: sobre sus empedrados se instalan desde las terrazas del verano hasta los puestos del famoso mercadillo navideño. Una buena panorámica de Marienplatz que ofrece el Glockenspiel Café (cafe-glockenspiel.de).

 

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DÍA 1

COMENZAMOS POR EL CASCO HISTÓRICO

Ya con todo el día por delante habrá que volver a Marienplatz para verla en su mejor ambiente y asomarse a los grandes monumentos del casco histórico. Ahora sí se podrá subir a la torre del Ayuntamiento –y en ascensor– para admirar las vistas, aunque la panorámica que ofrecen las alturas de la vecina iglesia de San Pedro es todavía mejor. Eso sí, para asomarse a ella habrá que subir casi 300 peldaños a pie.

A pasos escasos metros, el imprescindible mercado de Viktualienmarkt, con sus puestos de frutas y flores pulcramente ordenadas, de mermeladas caseras o embutidos alemanes, atesora también infinidad de cafés y chiringuitos en los que hacer un alto para probar unas salchichas weisswurst acompañadas de alguna de las cervezas por las que Múnich es mundialmente famosa.

Callejeando habrá de buscar la plaza de St. Jakobs, donde las vanguardistas hechuras de la nueva Sinagoga y el Museo Judío contrastan con el caserío medieval entre el que se esconde el Museo de la Ciudad o Stadtmuseum. Y, virando hacia la comercial Sendlingerstrasse, no habrá que perderse el exceso barroco de la iglesita de Assamkirche antes de poner rumbo hacia las peatonales y a rebosar de tiendas Kaufingerstrasse y Neuhauserstrasse, donde se levanta St. Michael, otra de las iglesias más bonitas de la ciudad.

 

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Muy cerca, el famoso doble campanario de la catedral o Frauenkirche, a cuya torre hay que subir combinando el ascensor con unos muy llevaderos 86 escalones para asomarse a otra de las mejores panorámicas.

Para comer algo puramente bávaro Andechser am Dom (andechser-am-dom.de) y luego se puede continuar dando un paseo por las más elegantes calles peatonales de Theatinerstrasse y Residentzstrasse, de la que parte la exclusiva Maximilianstrasse, con las más elitistas tiendas de moda.

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LOS GRANDES MUSEOS

Los apasionados al arte habrán de tomar una decisión, ya que la barbaridad de museos de primera que suma la ciudad hace que sea imposible poderlos ver todos en un fin de semana.

En las inmediaciones de la plaza de Königsplatz se alzan la Glyptotheca, las Colecciones de Arte Antiguo, la Galería Lenbachhaus, las tres grandes pinacotecas de Múnich y el Museo Brandhorst.

Y para rebajar semejante dosis de cultura se impone una cena en Schwabing, el antaño barrio bohemio que fuera conocido como el Montmartre de Baviera. Muchas de sus fachadas art-nouveau han sido restauradas, mientras que el bullicio estudiantil de la vecina universidad se concentra por la plaza de Münchner Freiheit, desde la que enfilar hacia callejuelas como Feilitzschstrasse u Occamstrasse para elegir entre su variada densidad de restaurantes.

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DÍA 2

En función de las horas de que se disponga podrá optarse por acercarse a conocer el palacio barroco de Nymphenburg, que fue la residencia de verano de los gobernantes del Reino de Baviera y rodeado de un gran parque; o encaminarse hacia alguno de los grandes museos que no dio tiempo a ver el día anterior o hacia el también visitadísimo Deutsches Museum, de los mejores del mundo de ciencia y tecnología.

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Los apasionados del deporte y los grandes coches tienen desde luego una cita con la espectacular arquitectura de Olympiapark, el Parque Olímpico construido para los Juegos de 1972, junto a cuyas instalaciones abren sus puertas el Museo BMW, en el que hacer un recorrido por el pasado, el presente y el futuro de esta elitista firma bávara de coches o, casi mejor, el BMW Welt, un vanguardista espacio al estilo del Guggenheim de Bilbao en el que, en lugar de obras de arte, se exhiben sus últimos modelos de coches y motos. Los locos del fútbol también podrán dedicarle unas horas al Allianz Arena, uno de los estadios más bonitos del mundo. 

 

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© @ratskellermuenchen

PISTAS PARA COMER

Anque ya hemos hablado de algunas zonas donde encontrar restaurantes a lo largo de la ruta planteada, también se puede tomar nota de estos:

Junto a las más célebres cervecerías, para probar la cocina típica de Baviera el Ratskeller (ratskeller.com, en la imagen), en los bajos del Ayuntamiento; el siempre concurrido Andechser am Dom (andechser-am-dom.de) o el famoso Haxnbauer (kuffler.de), con el mejor codillo de la ciudad. Para descansar de las consistentes y carnívoras especialidades locales: Hugo's Pizza Bar Lounge (hugos-pizza.de), favorito entre la gente guapa.

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TOP 10 DE MÚNICH PARA TENER EN RADAR LOS IMPRESCINDIBLES

 

  • Marienplatz: la monumental plaza alrededor de la cual gira el casco histórico
  • Frauenkirche: la imponente catedral de Múnich con su imponente verticalidad gótica
  • San Pedro: La mejor panorámica de la cuidad se obtiene desde la torre de esta iglesia
  • Viktualienmarkt: un mercado al aire libre lleno de vida, en el casco histórico
  • Residenz: la que fuera residencia urbana de la dinastía Wittelsbach
  • Odeansplatz: la plaza más monumental
  • Barrio de Schwabing: lleno de cafés, restaurantes y preciosas casas al que lleman el Montmartre de Baviera
  • St. Michael: Una iglesia renacentista con un interior espléndido y Assamkirche, la barroca que para muchos es la más bonita de la ciudad
  • Olympiapark: el parque construido para los juegos olímpicos de 1972. Al lado está el museo BMW y el galáctico BMW Welt
  • Sus cervecerías, sería una locura no haber entrado en unas cuantas, especialmente en la fábrica de Hofbräuhaus (hofbraeu-muenchen.de/es)

 

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