cueva los almendros2© @Cueva-los-almendros

Los hoteles más raros y originales de Europa (y España): vas a alucinar

Por qué alojarnos siempre en los mismos sitios cuando podemos probar nuevas experiencias en hoteles que a originalidad no les gana nadie. Esto sí que es una escapada diferente


Actualizado 12 de septiembre de 2023 - 22:50 CEST
© @hotel_jested_official

JEŠTĚD HOTEL, REPÚBLICA CHECA

Duerme en una colosal torre de televisión en la montaña

 

A una hora en coche al norte de Praga, la región checa de Český Ráj (‘Paraíso Checho’ es su significado) esconde profundos bosques de los que emergen colosales torres de piedra arenisca formando un paisaje único y diferente en Europa. Liberec es la capital de la región, a la que hay que dirigirse para descubrir este grandioso escenario y de paso poner un punto de originalidad con el alojamiento. Para eso está Hotel Ještěd (jested.cz), a 13 kilómetros del centro de la ciudad. A más de 1000 metros sobre el nivel del mar, este coloso de 94 metros de alto en la cima de la montaña despunta entre las nubes. En origen emitía señales de televisión, hoy sirve de hotel y restaurante.

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© @martinshotels

MARTIN’S PATESHOF, PAÍSES BAJOS

Duerme en el interior de una iglesia

 

La ciudad belga de Malinas es una gran desconocida, eclipsada por otras con más nombre como Bruselas, Gante, Amberes o Brujas. Sin embargo, esta pequeña localidad a 40 minutos en coche de Bruselas es todo un descubrimiento. Fácil de recorrer, con un importante patrimonio entre el que encontramos edificios reconocidos por la Unesco, como la majestuosa torre Rumbold, calles empedradas a las que abren sus escaparates tiendecitas de productos locales, canales para navegar y rutas para hacer en bici.

El punto más original a la escapada lo ponemos con el hotel Martin’s Pateshof (martinshotels.com) situado en un antiguo convento neogótico del siglo XIX hoy reconvertido en hotel. En las habitaciones se contemplan elementos restaurados del edificio original, como las vidrieras, arcos apuntados, bóvedas o escaleras. Un alojamiento de lo más peculiar.

© @hetarresthuis

HET ARRESTHUIS, PAÍSES BAJOS

Duerme en una cárcel

 

Así, a priori, esto no suena muy bien. Pero si os decimos que este hotel (hetarresthuis.nl) situado en la localidad de Roermond, al sur de los Países Bajos, es un alojamiento de diseño, moderno y con uno de los mejores restaurantes para degustar cocina local, la cosa cambia. Lo que fuera el patio de la cárcel hoy es un espacio encantador con aires mediterráneos donde se plantan olivos y hierbas aromáticas y donde se escucha el murmullo del agua de fondo. Parece que las cosas cambian.

© Harbour View

HARBOUR VIEW, ISLANDIA

Duerme en una cabina con vistas

 

El pueblo pesquero de Grindavik, a tan solo una hora en coche de Reikiavik, es especialmente conocido por la famosa Laguna Azul, un spa termal al aire libre de aguas color celeste y barros beneficiosos para la piel que atrae cada año a cientos de viajeros. Pero esta pequeña localidad también atesora un bello paisaje de campos de lava junto a la costa y uno de los hoteles más bonitos de la isla. Harbour View (harbourview.is) lo forman pequeñas cabinas individuales con grandes ventanales para disfrutar de unas vistas inmejorables del océano.

© @jumbostay

JUMBO STAY, SUECIA

Duerme en un Boeing 747 sin necesidad de despegar

 

¿Qué podemos hacer en una escapada de fin de semana a la capital sueca? Pues recorrer alguno de sus imprescindibles como Gamla Stan -su encantador casco antiguo-, el Palacio Real -antigua residencia privada de la Familia Real-, hacer una ruta en barco o saltar de isla en isla por alguna de las 14 que forman la ciudad. Muchos planes para elegir, pero antes hay que buscar alojamiento.

Si queremos ser originales, no hay duda: Jumbo Stay (jumbostay.com), un hotel único en el interior de un Jumbo, pero en tierra, en el aeropuerto internacional de Estocolmo. Existen varios tipos de habitaciones, incluso una suite de lujo en la cabina, con vista panorámica al aeropuerto. Aquí aunque te duermas ¡no perderás el avión!

© @Cueva-los-almendros

CUEVA LOS ALMENDROS, TENERIFE

Duerme en una barrica de sidra

 

En Vilaflor, al sur de la isla de Tenerife y junto al Parque Nacional del Teide, encontramos un alojamiento que no puede ser más original y lo es por partida doble. Cueva los Almendros (cuevalosalmendros.com) ofrece desconexión en una enorme finca en medio de la naturaleza, donde dormir en unas cuevas de origen guanche restauradas. Pero quienes quieran bordarlo a originalidad, lo mejor será elegir las barricas de sidra, traídas directamente desde Asturias, para reconvertirlas en acogedoras cabañas donde pasar una noche con vistas a un mar de pinos.

© Torre La Garrofa

TORRE DE LA GARROFA, ALMERÍA

Duerme en una torre defensiva

 

De Almería muchos conocen su costa, las playas del Cabo de Gata, pero pocos se dejan caer por la ciudad y bien merece una visita de un par de días. Su pasado cinematográfico ha dejado huella con un Museo Casa del Cine o un paseo de la fama al más puro estilo Hollywood, para sumergirse en la historia nada como su Alcazaba, una de las mayores fortalezas construidas por los árabes en España, y para hacerlo en la gastronomía, sus bares de tapas. Las hay de todo tipo, tamaño y sabor, y todas a buen precio.

Tras las visitas pertinentes nos queda elegir dónde alojarnos, y no nos cabe duda de que si buscamos originalidad y encanto Torre de la Garrofa los tiene (torredelagarrofa.com). A 8 kilómetros del centro de la ciudad y sobre los acantilados, este alojamiento se encuentra en una torre defensiva construida en el siglo XVI, donde hoy podrás relajarte con vistas al Mediterráneo. Un lugar especial y un mirador único a la costa de Almería.

© @hotel_puntagrande

HOTEL PUNTA GRANDE, EL HIERRO

Duerme en el hotel más pequeño del mundo

 

Lo primero que llama la atención de este hotel situado en el municipio de Frontera, en la isla canaria de El Hierro, es que está construido sobre una lengua de piedra volcánica y rodeado por el océano Atlántico. Como entorno ya es un 10. Lo segundo es su pequeñez, tanto como para entrar en 1984 en el libro Guinness de los récords como el más pequeño del mundo. Un lugar único y especial que habla de historias de la mar a través de los objetos de su interior, de la belleza natural que lo rodea, de preservación al haber sido considerado Bien de Interés Cultural, pero también de futuro, con un firme compromiso con la conservación y protección de su isla.

 

También lee: Top 10 de El Hierro, la primera isla de España 100% sostenible

© @experiencia_mitesoro

MI TESORO, LUGO

Duerme en una casita de los hobbits en Galicia

 

Para quienes tengan Galicia en el radar como próxima escapada, para quienes aún no conozcan la encantadora villa costera de Viveiro y en especial para los amantes de la legendaria saga de El Señor de los Anillos está pensado este alojamiento.

Esta bonita villa de origen medieval posee un rico patrimonio monumental y queda envuelta por un sobervio paisaje de montañas, rías y playas junto al mar Cantábrico que justifican una escapada. La originalidad la pondrá Mi Tesoro (experienciamitesoro.com), unas casitas ecológicas y sostenibles, semienterradas en el terreno, como las de Hobbiton, en la remota Tierra Media. Aquí uno puede sentirse como Bilbo Bolsón en La Comarca, pero sin trolls al acecho y con todas las comodidades que se puedan desear.

© @laermitasuites

LA ERMITA SUITES, CÓRDOBA

Duerme en una ermita del siglo XVIII

 

Pocos monumentos en el mundo son más especiales que la mezquita de Córdoba, la visita más bella e inolvidable de la ciudad andaluza. Para visitarla, la ciudad ofrece numerosas opciones de alojamiento, pero ninguna tan original como la de La Ermita Suites (laermitasuites.com), a dos minutos caminando de este monumento Patrimonio de la Humanidad.

Los tres edificios que forman el conjunto poseen un pasado histórico excepcional. De uno de ellos se han encontrado testimonios en el año 1412, con diferentes usos como un antiguo mercado, casa de vecinos, un convento o una antigua ermita, hasta 2021, cuando se inaugura como hotel. La Ermita Suites es el primer monumento de la ciudad convertido al uso turístico y si sus paredes hablasen nos narrarían la historia de sus calles y sus gentes a lo largo de seis siglos.