¿CUÁNDO IR A TORTUGUERO?
El Parque Nacional Tortuguero es una de las zonas más lluviosas de Costa Rica. La temperatura y la humedad son relativamente altas y constantes a lo largo del año. Los meses en los que menos llueve son septiembre y octubre, pero hay que contar con días despejados y lluviosos en cualquier época.
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Para observar a las tortugas anidando en la playa, el periodo de arribada va desde marzo a octubre.
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¿CÓMO LLEGAR DESDE ESPAÑA?
Iberia tiene vuelos directos entre Madrid y San José y los precios varían mucho dependiendo de la antelación en la compra. Las compañías Sansa (flysansa.com/es) y Aerobell (aerobell.com/es) conectan varias veces al día la capital costarricense con Tortuguero en vuelos de apenas 30 minutos de duración. No hay carretera hasta el parque, así que el viaje por tierra implica ir desde San José vía Guápiles hasta La Pavona, en el río La Suerte, y allí tomar un transporte acuático, ya sea un servicio regular o un barco turístico que ofrece alguna visita en el camino.
¿CÓMO MOVERSE EN TORTUGUERO?
Recorrer el Parque Nacional Tortuguero implica navegar por sus canales. Para ello se pueden contratar excursiones con empresas locales en embarcaciones eléctricas no contaminantes. También es posible hacerlo en kayak, ya sea con guía o de manera independiente. Por seguridad y por todo lo que el guía puede descubrirnos, siempre es aconsejable ir acompañado. La visita a la playa en temporada de desove está muy reglamentada, tanto en horarios como en restricciones de movimientos. No se pueden usar linternas ni hacer fotografías.
¿CÓMO ES LA VISITA?
Al alba, en Tortuguero parece que se despierta el mundo. Las copas de los árboles forman todavía una masa oscura y compacta y el aire está tan limpio y fresco que se siente el olor al mar cercano. No hay más que asomarse a la entrada de la cabaña, guardar silencio y abrir los sentidos. Del fondo del bosque surge un murmullo de aleteos, graznidos y silbidos que será difícil identificar, pero que transmiten una intensa sensación de encontrarse en un lugar en el que la vida bulle. Sí, ya se sabe que en este momento, en los primeros compases del día, los animales están afanados en la búsqueda de agua y alimento, pero una cosa es haberlo visto en un documental y otra vivirlo en primera persona.
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La humedad se siente en la piel, el crepitar de las ramas avisa de que algún animal pesado avanza por las alturas. De repente, un grito atronador retumba en el interior del bosque. Es la llamada de un mono aullador, un macho en la cumbre de su potencia que marca su territorio. Uno se siente afortunado al vivir un nuevo amanecer en este rincón privilegiado de Costa Rica.
LOS DÍAS EN TORTUGUERO
Así empiezan los días en este parque a orillas del Caribe, uno de los mejores lugares del país para observar la vida salvaje (no solo tortugas). Aquí anidan cuatro de las siete especies de tortugas marinas que hay en todo el mundo. Antes de acercarse a la playa, a primera hora de la mañana hay que embarcarse en una lancha y recorrer los canales que se abren detrás de la barra de arena que forma este litoral solitario para descubrir otros animales de la zona: caimanes, monos araña, tucanes, iguanas y perezosos. Todo ello antes de que el sol se eleve mucho sobre el horizonte y el calor los lleve a todos a esconderse y esperar el fresco de la tarde.
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NAVEGANDO POR EL RÍO
Por el río Tortuguero o por los canales estrechos en los que la selva parece al alcance de la mano. Las aves acuáticas –garzas, martines pescadores o incluso águilas pescadoras– hacen su aparición en cualquier momento, atareadas en la búsqueda de alimento. Sobre las aguas limpias y oscuras flotan nenúfares. Con suerte, se podrá observar alguna nutria, pero los manatíes son escasos y tímidos y casi nunca se dejan ver. Los caños Harold, Chiquero y Mora son los caminos acuáticos por los que adentrarse en este mundo en el que se entreveran la selva, el agua dulce y el agua salada.
Otra opción es seguir el sendero El Gavilán, uno de los pocos caminos que hay para explorar Tortuguero por tierra, que llega hasta la playa. Se sabe que en lo profundo de la selva se esconden ocelotes y jaguares, que siempre evitan a los humanos.
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LAS TORTUGAS DE TORTUGUERO
Todos los viajeros que llegan a Tortuguero quieren ver la arribada de las tortugas. Curiosamente, cada una de las cuatro especies –baula, verde, carey y boba– lo hace en distintos momentos del año, guiadas por un instinto que las lleva a regresar a la playa en la que nacieron después de vagar miles de kilómetros por mares lejanos. Lo hagan en la temporada que sea, llegan siempre de noche, amparadas por la oscuridad y la marea, como un extraño ejército de animales prehistóricos. Cada una deposita decenas de huevos en un hoyo abierto por ellas mismas en la arena fresca antes de volver, una vez más, a desaparecer en el mar. Este momento es tan delicado que está sujeto a importantes medidas de seguridad, que controlan el acceso y la forma de actuar de los visitantes.