Las cascadas, gargantas y piscinas naturales de esa comarca fronteriza con Portugal y Salamanca que es la Sierra de Gata son tan numerosas como los pequeños pueblos que salpican sus montes. Playas de color verde y gélidas aguas que invitan a un refrescante chapuzón en verano entre los sonidos de la naturaleza. Se irán descubriendo tomando como punto de partida Trevejo.
Gargantas y piscinas naturales para refrescarte este verano en La Vera
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SAN MARTÍN DE TREVEJO
A 10 kilómetros de este pueblo serrano, desde cuyo castillo se observan algunos de los mejores atardeceres de la zona, está el de San Martín de Trevejo, al que dan vida sus bodegas, casas labriegas y un antiguo convento convertido en hospedería. Entre sus empinadas callejuelas corren riachuelos que dejan constancia de que aquí la protagonista es el agua.
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La ruta por los mejores baños de agua dulce sigue la EX-205, para luego ir tomando los diferentes desvíos a las piscinas, situadas a una distancia de no más de 20 minutos en coche una y otra. De uso libre, cuentan con aparcamientos gratuitos, restaurantes o chiringuitos donde sirven parrilladas de carne a buen precio y merenderos por si preferimos llevarnos un bocadillo. Algunas también ofrecen, entre sus servicios, hamacas, columpios e incluso espectáculos. Todo lo necesario para pasar los días más calurosos del verano. Muchas de ellas son también inicio de rutas de senderismo y bicicleta por la naturaleza más abrumadora de la comarca.
Entre bosques de castaños, robles, olivos y encinas se llega por una sinuosa carretera a Hoyos, la primera parada, donde los arroyos de Santa Catalina y Razas conforman una piscina natural junto a una gran extensión de terreno para tomar al sol. Al otro lado de la cristalina ribera, los árboles bordean el agua.
Carreciá y Jevero, en Acebo, son las piscinas más frecuentadas por sus cuidadas instalaciones y la calidad de sus aguas. Muy próximas la una a la otra, la primera está presidida por un puente bajo por el que el río Cervigona se abre paso entre la roca, mientras que Jevero (en la imagen) es uno de los espacios de baño más amplios, con una piscina de arena seguida por otra completamente natural. Destaca por la escalonada fuente de piedra desde la que va cayendo el agua. Entre sus servicios sobresalen zonas de césped con sombrillas a varios niveles y un restaurante con grandes terrazas. Desde Jevero se puede visitar la espectacular cascada de la Cervigona siguiendo una larga ruta a pie. Muy cerca de Acebo, la piscina de Perales del Puerto, conocida como La Peña, está caracterizada por un puente de tres ojos.
Entre olivares se descubre Villasbuenas de Gata y su piscina natural de ambiente bohemio, con hamacas colgadas entre los árboles, una cantina y muchas actividades para grandes y pequeños, especialmente por la noche, momento en el que la sierra se llena de música. Cuenta con un área especial para que los perros puedan disfrutar del baño y otro espacio, rodeado de vegetación, perfecto para los niños.
La piscina natural escondida en Extremadura que no querrás perderte este verano
Junto a un antiguo molino, un río represado hace las delicias de los bañistas en Torre de Don Miguel (en la imagen). Se trata de una zona de baño restaurada que cuenta con todo tipo de servicios, como sombrillas de brezo, césped y chiringuito. El molino y cuatro almazaras de aceite forman la Ruta de los Molinos.
A la altura de Cadalso, las aguas frescas y limpias del Árrago dan forma a una de las piscinas más salvajes de la Sierra de Gata. Con zona de césped y una profundidad de cuatro metros, Los Pilares tiene unas bonitas vistas, con la vegetación abriéndose paso hasta las montañas. A lo largo del río hay varios espacios habilitados para el baño, aunque será cruzando el puente al final del camino donde se encuentre el espacio ideal.
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MALPICA EN DESCARGAMARÍA
El toque modernista de la piscina Malpica de Descargamaría la ha convertido en una de las más populares, una agradable poza, de hasta tres metros de profundidad, en la que refrescarse bajo el chorro de una cascada.
Pozas cristalinas, pueblos serranos y un monasterio imperial en La Vera
Cerca de Descargamaría, donde se puede contemplar al buitre negro, queda el encantador pueblo de Robledillo de Gata, el más escondido de la comarca. La arquitectura es su seña de identidad, con viviendas de pizarra y barro unidas por puentes. El río Árrago discurre junto a las casas y sus aguas bañan la primera piscina natural de Sierra de Gata, y, por lo tanto, la de aguas más cristalinas y frías. El lugar perfecto para concluir la ruta.
DÓNDE ALOJARTE
A 2 kilómetros del pueblo de Villamiel, El Sosiego (elsosiego.com) es el lugar perfecto para descansar, con espectaculares panorámicas del valle desde lo alto de una colina. Aunque para vistas cautivadoras, las de sus atardeceres tiñendo de verano el cielo y sus noches estrelladas, que por algo la Fundación Starlight certificó este alojamiento como destino único para observar las estrellas. Cuenta con restaurante de cocina local y su piscina perfecta para darse un baño antes de ir de ruta por Sierra de Gata.