En la vertiente sur de la sierra de Gredos, La Vera es una comarca con una esencia especial y una riqueza paisajística envidiable. Son 47 gargantas de aguas cristalinas, fruto del deshielo de las cumbres de la sierra de Tormantos, las que cicatrizan estas montañas cuyas aguas van a parar el río Tiétar. Darse un refrescante baño en estas charchas naturales y despúes recorrer a pie las calles empedradas de sus pueblos es una fórmula perfecta para pasar unos días este verano.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
EL TRABUQUETE, GUIJO DE SANTA BÁRBARA
Guijo de Santa Bárbara es el pueblo más alto de la comarca, por eso se le conoce como el balcón de la Vera. Un precioso conjunto serrano con casas de adobe y madera y calles de piedra cuyo encanto envuelve desde que se asciende por la sinuosa carretera que lleva hasta sus alturas.
Un paseo por los pueblos más bonitos de La Vera
A unos 4 kilómetros subiendo por la que, probablemente, sea la ruta senderista más clásica de la sierra, se encuentra uno de sus mayores tesoros: la garganta natural El Trabuquete, un charco de aguas frías, incluso en verano que se alcanza por un camino sencillo que va descubriendo caprichosas pozas, puentes y cascadas.
EL CHARCO DE LA MÁQUINA, GUIJO DE SANTA BÁRBARA
El Trabuquete no es la única de las gargantas naturales en las que podemos refrescarnos en Guijo de Santa Bárbara, la más próxima al pueblo es el Charco de la Máquina, a pocos metros de la carretera que une esta localidad verata con Jarandilla de la Vera, que recoge las aguas cristalinas y frías de la garganta Jaranda. Aguas arriba, un bonito panorama de cantos de granito.
GARGANTA JARANDA, JARANDILLA DE LA VERA
Jarandilla de la Vera es conocida por el castillo de los Condes de Oropesa (actual Parador), en el que se alojó Carlos V antes de acabar sus días en el monasterio de Yuste, y punto de partida de la ruta del Emperador que sigue sus pasos. También posee buenas vistas a la sierra, pero para refrescarse el lugar es la garganta Jaranda, que, aunque nace en la localidad de Guijo de Santa Bárbara, tiene en las bonitas piscinas naturales de La Puente, La Rehoya y el Pulguillas su principal zona de ocio.
El mejor baño del verano está en las piscinas naturales del valle del Jerte
CHARCO DE CUARTOS, LOSAR DE LA VERA
Lo primero que llaman la atención de Losar de la Vera son las esculturas de setos que adornan la calle principal, una colección de arte topiario que se ha convertido en una de sus señas de identidad y que nada tiene que envidiar al personaje de Eduardo Manostijeras, de la película de Tim Burton. Y como naturaleza y bellos paisajes son lo que abundan en esta zona, sus charcos naturales son también de los más visitados de la zona. Bajo un puente romano del siglo XV se encuentra el de Cuartos, cercano a la carretera. La ruta del puente de Cuartos es un recorrido circular de algo menos de 6 kilómetros para hacer tanto a pie como a caballo.
VALFRÍO, CUACOS DE YUSTE
Cuacos de Yuste es, como otros cuatro pueblos de La Vera, conjunto histórico y una de las paradas obligatorias en la comarca cacereña. En el lugar escogido por el emperador Carlos V para retirarse, además de visitar su principal monumento, el palacio-monasterio de Yuste, se encuentra el charco de Valfrío, un paraje natural para bañarse y luego dar un paseo por sus bosques caducifolios.
EL LAGO DE JARAÍZ DE LA VERA
Entre Cuacos de Yuste y Jaraíz de La Vera se encuentra, en la garganta de Pedro Chate, el charco natural más grande de la zona; el lago de Jaraíz. Con aguas cristalinas y frías como témpanos de hielo, este espacio natural está totalmente acondicionado ( juegos infantiles, pícnic, vestuarios...) para pasar un día de baño perfecto.
GARGANTA DE ALARDOS, MADRIGAL DE LA VERA
Las aguas de la garganta de Alardos van a morir al río Tiétar, pero, a su paso por Madrigal de la Vera, forman varios charcos naturales que se convierten en unas estupendas e improvisadas piscinas para darse un refrescante chapuzón. Las más conocidas son Los Maquis, La Caldera, El Rubioso, La Paloma, El Negro, El Cardenillo y La Piscina o Puente Viejo. Esta última es la más concurrida, bajo un puente del siglo XVIII.
La piscina natural escondida en Extremadura que no querrás perderte este verano
PEDRO CHATE, JARAÍZ DE LA VERA
Además de un bonito conjunto de arquitectura popular, la capital del pimentón esconde otros grandes tesoros naturales, como los charcos de la garganta de Pedro Chate: La Lavija, La Caldera, Las Tablas, el Puente Viejo, Las Brujas o el Curato, en los que se bañaban los lugareños antes de que se hiciera el lago de Jaraíz.
CHORRERA DE LA GARGANTA NAVAL, VALVERDE DE LA VERA
Es en el pueblo de Valverde de la Vera, dispuesto en forma de cruz, donde más se aprecia la arquitectura popular verata de la comarca. Llaman la atención las regueras de sus empinadas calles, en las que en días lluviosos el agua corre como un río, el castillo de Don Nuño, la construcción militar más importante del entorno, y la iglesia del siglo de Nuestra Señora de Fuentes Claras. Y nada más pasar el cruce de Talaveruela en dirección Arenas de San Pedro, la chorrera Naval, un precioso salto de agua envuelto por la naturaleza.
PISCINA NATURAL VADILLO, LOSAR DE LA VERA
Cada pueblo de la comarca de La Vera está lleno de lugares donde bañarse, solo hay que saber buscarlos. En Losar de la Vera, además de la garganta de Cuartos, próxima al casco urbano encontramos la piscina natural Vadillo, construida sobre la garganta del mismo nombre. Rodeada de un bosque de robles, en su entorno hay una gran zona de césped con alguna sombra y un chiringuito para pasar un buen día a remojo.