A primera vista y nada más poner un pie en esta ciudad mediterránea, la influencia veneciana de Piran es innegable. Se evidencia desde que se contempla la esbelta torre de la iglesia de San Jorge, pero más aún caminando por su compacto casco antiguo, uno de los mejor conservados de Europa, donde el gótico sorprende en fachadas y portones, aunque también se ven rincones en su trazado medieval en las que luce el barroco.
LA ELEGANTE PLAZA DE TARTINI, EL PUNTO DE PARTIDA
Piran es un auténtico monumento artístico fruto de su ajetreada historia, y para descubrirla hay que comenzar el paseo en la elegante y sobria plaza de Tartini. Dedicada al genial violinista Giuseppe Tartini, hijo predilecto del país, por ella pasa la vida de la ciudad. Un bellísimo espacio enmarcado por casas del siglo XV con balcones y algunos de los edificios más significativos de la ciudad.
Encerrado entre sus murallas se encuentra su gran tesoro: un encantador conjunto de calles estrechas con interesantes monumentos por descubrir: la Casa Veneciana, el Palacio de Justicia, el ayuntamiento, el Museo Marítimo, pero también tabernas de madera, tiendecitas marineras, restaurantes con vistas al mar… y un paseo marítimo que, siguiendo la bahía, lleva a Portoroz.
TODO UN MUNDO EN TORNO A LA SAL
Piran debe gran parte de su riqueza a la sal, unas salinas fundadas en el año 804 que siguen todavía en funcionamiento y en las que se sigue produciendo la excepcional flor de sal. Se extienden por el Parque Natural de Strunjan y el de Sečovlje, cuya visita guiada permite conocer la tradicional fabricación de sal y el Museo Salinero, incluso disfrutar de las propiedades de este producto en su spa. En agosto, además, Piran celebra la fiesta de las salinas, en las que se rememora el regreso de las familias dedicadas a esta actividad en las salinas de Sečovlje tras la recogida de la sal.
PORTOROZ, EL PUERTO DEPORTIVO MÁS ANIMADO DE ESLOVENIA
Moderno y mundano, famoso por sus casinos, la historia de Portoroz se remonta más atrás aún, al siglo XIII, cuando los monjes del entonces monasterio de San Bernardino descubrieron el poder curativo de sus aguas termales. Más tarde, en el XIX, los balnearios tomaron el relevo y se convirtieron en el principal reclamo del lugar. Hoy, toda esa tradición se alía a la perfección con su vocación marinera y cosmopolita, lo que sirve de atracción a numerosas celebrities.
Para sentir el espíritu mediterráneo y marinero de Piran nada como cenar en alguna de las terrazas de sus restaurantes al borde del mar o ver cómo los atardeceres se descuelgan pausados sobre el horizonte, ese que en día claros, permite ver desde aquí la costa de Italia y Croacia.
CÓMO LLEGAR A PIRAN
Piran se encuentra a 125 kilómetros de Liubliana, capital de Eslovenia, pero el aeropuerto más próximo es el de ciudad italiana de Trieste, que se encuentra a 37 kilómetros de distancia. También cercanos los de Venecia (95 kilómetros) y Zagreb (195 kilómetros). La ciudad eslovena es deliciosa para recorrer a pie, en taxi o en autobús. En cinco minutos se llega a Portoroz.
LA SALUDABLE COCINA MEDITERRÁNEA
El restaurante Da Giuseppe del Art Hotel Tartini (arthoteltartini.com) es una interesante opción para probar la cocina mediterránea y, especialmente con buen tiempo, sentarse en una de sus tranquilas terrazas. De clara influencia italiana y bonitas vistas, el restaurante Pirat Piran ofrece en sus platos toda la esencia mediterránea. En Portoroz, Fritolin y Gostilna Oštarija cuentan con una selecta y amplia carta de pescados y mariscos cocinados de mil maneras.
DÓNDE DORMIR
En Portoroz, el Kempinski Palace Portoroz (kempinski.com) es uno de los hoteles más lujosos y refinados de Eslovenia. Se remonta a 1910 y aún conserva todo el encanto de los clásicos, donde no falta un completísimo spa de aguas termales. Ofrece excursiones en lancha motora a puntos cercanos, como Venecia. También en Portoroz está el elegante Bernardin (hoteli-bernardin.si). Centenario es el recoleto hotel Piran (hotel-piran.si), en pleno casco antiguo de esta ciudad costera, con estupendas terrazas con vistas al mar.