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Hacer a pie los seis mil kilómetros de costa peninsular desde Irún (Guipúzcoa) hasta Port Bou (Girona) con el objetivo de reivindicar la necesidad de proteger el océano, generando el menor impacto posible, es casi una heroicidad que tanto Patricia como Fernando se han propuesto y que han inciado este verano 2023. Zero waste, ese el el propósito de esta aventura que durará -si todo va bien- un año y que les llevará a organizar jornadas de limpieza de playas, charlas alrededor de la importancia de reducir el uso masivo de plásticos desechables y concienciar a la población acerca del impacto de los plásticos, además de aportar soluciones para mejorar la situación. “Un océano sin plástico” es como han llamado a esta iniciativa de la que a día de hoy han recorrido 399,93 kilómetros y que van contando en directo a través de su web vivirsinplastico.com.
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Desde ¡HOLA! Viajes hemos hablado con ellos, que han hecho un alto en el camino para contarnos si se puede vivir sin plástico y qué les ha llevado a viajar por nuestras costas con este objetivo. “Sin océano no hay vida y sin azul no hay verde” nos dicen estos dos enamorados del planeta en que vivimos. Esto lo que les ha llevado a iniciar esta aventura que esperamos remueva muchas conciencias.
La iniciativa surge en 2015 pero contadnos ¿Qué es Vivir sin plástico? ¿Antes de crear vuestra asociación os dedicabais a algo relacionado con la sostenibilidad y el medio ambiente?
P. No nos dedicábamos a nada parecido, fue como una iniciativa personal, un reto, porque cuando llegábamos del supermercado empezábamos a quitar plásticos y prácticamente era una bolsa entera para el reciclaje. Estuvimos mirando en internet y sabíamos que el plástico se recicla mal, es un problema, y vimos que había gente en países como Estados Unidos, Canadá o Australia que vivía sin ellos, no encontré a nadie en España y pensé que podíamos intentarlo. Entonces abrimos el blog e íbamos subiendo fotos de los residuos que generábamos cada semana y los íbamos reduciendo. El blog poco a poco se fue convirtiendo en un lugar de divulgación sobre el problema del plástico, luego escribimos un libro, hasta que en 2020 decidimos convertirnos en asociación.
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Dentro de la asociación lleváis a cabo acciones para concienciar sobre la necesidad de cuidar el océano ¿qué es un océano sin plástico?
F. Es un recorrido por toda la costa de la península ibérica para reivindicar la necesidad de proteger los océanos. Durante el camino vamos a estar contactando con científicos, activistas y gente que está trabajando por la protección de los recursos que tenemos, o sencillamente con personas que en sus ratos libres se dedican a limpiar el entorno que tienen cerca, la naturaleza, a cuidarla. Por el camino vamos a entrevistar a gente e intentar hacer lazos y conseguir lanzar un mensaje de que juntos tenemos más fuerza. Vamos a organizar charlas y limpiezas de playas con asociaciones locales que saben mejor dónde están los problemas. Lo que queremos es conocer de primera mano cuál es la situación en la que estamos, los sitios más contaminados y enviar este mensaje con fuerza.
¿Cómo os habéis preparado para una aventura así?
P. Pues la verdad es que llevamos pensándolo mucho tiempo pero preparándolo no tanto. El año pasado hicimos un proyecto piloto recorriendo la costa de Málaga y fue un poco la preparación para saber hasta dónde podíamos llegar. Lo sitios donde nos paramos los vemos un poco sobre la marcha, lo que sí hacemos es contactar antes con la gente a la que queremos entrevistar o si queremos hacer una ruta especial, pero con un recorrido tan largo puedes planificar con una semana de antelación, pero no mucho más.
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¿Cuánto tiempo tenéis previsto hacer todo el recorrido a pie?
F. En principio la idea es un año pero con lo que llevamos recorrido vemos que por el camino conoces gente que te explican de primera mano la situación de la zona, eso es información muy valiosa que no nos queremos perder, con lo que inicialmente calculamos un año pero seguramente se nos vaya un poco más.
¿Cuántos kilómetros recorréis al día?
F. Todo depende de la orografía y demás, pero normalmente hacemos entre 20 y 30 kilómetros, pero por motivos logísticos, de alojamiento, algunas veces hacemos menos.
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¿Y dónde os estáis alojando?
F. Nos alojamos sobre todo en casas de HomeExchage, una plataforma de intercambio de casas que ha querido unirse a esta iniciativa y nos ha abierto las puertas a todas sus casas para alojarnos en ellas. En una sensación maravillosa que la gente tenga esa confianza de abrirte las puertas de sus casas.
A la hora de las comidas ¿buscáis sitios que tengan una filosofía sostenible?
P. Comemos donde podemos porque además somos vegetarianos y es muy difícil.
F. También es verdad que cuando vamos a tiendas lo hacemos a comercios locales y tiendas ecológicas si es posible. Nosotros ahora no podemos cocinar, con lo que compramos frutos secos y cosas fáciles.
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¿Qué llevan en una mochila dos personas que salen de casa y no van a volver en tanto tiempo?
F. El tema de la mochila es una de las cosas más difíciles cuando sales. Lo que más nos pesa es una tienda de campaña y los sacos de dormir. También llevamos un ordenador para subir vídeos a la web y compartir el viaje, cámaras, trípodes, etc. Y de cosas prácticas la verdad es que llevamos poco: tres camisetas de manga corta, dos de manga larga, un pantalón largo, uno corto y cuatro cosas más. Todo muy básico para reducir peso.
Vamos a hablar un poco de la ruta. Habéis comenzado en Irún y luego habéis visitado el barco MATER ¿Cómo es un barco que pesca basura?
P. El barco MATER es un Barco Museo Ecoactivo con sede en el puerto de Pasaia, Guipúzcoa, que hace concienciación. No tanto de limpiar el mar, porque no se puede, pero llevan a gente a la que conciencian de la problemática y llevan redes -como las de pesca- para entre todos recoger esa acumulación de basuras que hay. También hacen ciencia ciudadana, muestreo de microplásticos. Sueltan una manta, que es algo así como un colador muy fino, y la dejan en el agua flotando durante media hora y todos los residuos que cogen los contabilizan.
¿Qué otras visitas o actividades tenéis previstas?
P. Hemos contactado con asociaciones para hacer limpieza de playas. En Cantabria hemos contactado con una asociación de Castro Urdiales porque ellos conocen mejor que nosotros cuál es la situación de cada zona, qué permisos hay que pedir y además así conocemos y nos unimos con gente que hace cosas parecidas a nosotros.
Habéis pasado hace poco por la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, una zona de especial protección donde se promueve el desarrollo sostenible y conservación de la biodiversidad ¿notáis que está mejor que otros tramos recorridos debido a esa protección?
F. Toda la costa que llevamos recorrida hasta ahora la hemos visto bastante bien, la verdad. Sí que se ve basura en las zonas de las rías, cuando desembocan en el mar. Pero tampoco hemos notado unas diferencias especiales entre unas zonas y otras como en el caso de Urdaibai. En el País Vasco, que es la zona por la que hemos pasado, limpian las playas a primera hora de la mañana y hay muy pocos residuos, al menos a simple vista. Podemos decir que los ayuntamientos están haciendo bastante por la limpieza, aunque solo eso no sea la solución.
Apenas lleváis 400 kilómetros de los 6.000 que os esperan, ¿cómo son las sensaciones hasta ahora y cómo os parece que están nuestras costas?
P. Da la sensación de que los residuos plásticos son muy invisibles porque cuando llegas a la playa se ve limpia pero luego si te fijas está lleno de plásticos muy pequeños. Lo peor es lo que llega al mar. Luego hay zonas a las que no llegan los servicios de limpieza y ahí se nota más. En el norte, la zona en la que estamos, hay mucho acantilado, sin embargo en Andalucía, que yo soy de allí, es todo playa y ahí los residuos son más visibles.
F. También creo que encontraremos más basuras cuando haya tormentas porque el mar escupe todo lo que tiene dentro. Y como ha dicho Patricia, lo peor es lo invisible, los microplásticos, que son muy difíciles de limpiar. Hay que tener cuidado en las playas con las basuras que mucha veces se vuelan de los cubos y poner solución a esto es una cosa muy fácil.
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¿Nos dais algún consejo para un día de playa zero waste y para proteger nuestras costas quienes las visitamos para hacer turismo?
P. Pues si en un día de playa se lleva algo envasado, cuidado con los envases y que se devuelvan si es posible. Los plásticos son muy ligeros, vuelan de forma muy fácil y una vez que llegan a una masa de agua como el mar, ahí se quedan. Hay que tener mucho cuidado. También si uno ve una basura, aunque no sea tuya, pues que la recoja y la tire al contenedor. Es un gesto que no nos cuesta nada y ayuda. Cuando llegas a un sitio y lo ves sucio, la gente va a tender a seguir tirando basuras: la basura llama a la basura. Si podemos dejar todo un poco más limpio de lo que lo encontramos estaremos contribuyendo también a que la gente ensucie menos.
F. Ojalá por el camino nos encontremos poca contaminación, aunque no creemos que sea así, os iremos contando. La verdad es que con todas las personas que estamos hablando -científicos, activistas…- nos están diciendo lo mismo, nos mandan el mismo mensaje, que hay mucha tarea por delante y que tenemos que concienciar porque cada vez hay menos peces, más plástico y el ecosistema cada vez está más dañado.