Que Formentera es un auténtico paraíso no hay duda, pero ¿está ya todo escrito sobre la isla? Nuestra respuesta es no. A pesar de ser la segunda isla más pequeña de las Baleares -la primera es Cabrera-, cada viaje es único y aún queda por redescubrir esa auténtica Formentera que, quizas por la falta de tiempo o por desconocimiento, dejamos a un lado. Además de las horas bajo el sol disfrutando de la fina arena blanca, las cristalinas aguas de sus playas más conocidas, como Ses Illetes, Migjorn y Cala Saona, o de sus restaurantes más populares, nos hemos sumergido en una experiencia única.
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Recorremos San Francesc, que es la capital de la isla. Un pueblito con mucho encanto y estilo balear, donde hasta la iglesia-fortaleza (contruída en 1783 por el pueblo) irradia ese espíritu único gracias a su aspecto austero. Visitamos las tiendas del centro, donde la joyería payesa o la cerámica tradicional de la isla están muy presentes. Enormes buganvillas decoran las fachadas de algunos locales, impregnando todo de un olor espectacular, salvaje y aportando un color único.
Nuestro paseo sigue, y ya en coche, recorremos la isla y visitamos el popular Faro Cap de Barbaria, cuya fama se extendió gracias a la película Lucía y el sexo (de Julio Medem y protagonizada por Paz Vega). Un paseo muy recomendable al atardecer para acabar en el faro viendo la increíble puesta de sol. ¿Y las playas? También hay tiempo para un chapuzón y es que en Formentera tienes todas las playas a mano, ya sea en moto, coche o bicicleta. Una de las paradas obligatorias está situada en el El Mirador, en La Mola, donde se puede divisar desde lo alto toda la isla. Además, muy cerquita podemos ir al mercadillo hippie del Pilar de la Mola (los miércoles y domingos por la tarde), donde se pueden comprar productos de los artesanos locales a ritmo de música en directo. Hay un gran ambientazo. Y para tus próximas vacaciones, te contamos cinco paradas impresionantes:
- Los rincones favoritos de María León para perderse por Formentera
El Paraíso de los Pinos
La citada isla balear es ya uno de los destinos más increíbles de nuestro país y ofrece muchísimas opciones. Os contamos un plan único en El Paraíso de los Pinos, situado a escasos 500 metros del mar Mediterráneo y en las proximidades de un bosque autóctono de pinos y sabinas, rodeado por campos de labranza y antiguos senderos enmarcados por muros de piedra centenarios. Está gestionado por una de las familias que no solo ha crecido en la isla, sino que ha visto la evolución de su tierra y ahora quiere que la tranquilidad, la paz, la pureza de lo sosegado y el descanso más absoluto sean las prioridades dentro de un lugar exclusivo y auténtico, donde se pueden disfrutar de las vacaciones en familia, en pareja, entre amigos o porqué no, de una experiencia personal viajando solo.
Escondido entre la naturaleza y con uno de sus caminitos, típicos de la isla balear, estrechos y rurales, llegamos a un alojamiento donde prima el inconfundible estilo balear -paredes encaladas y villas con puertas y ventanas de madera pintadas de azul intenso- , que se mezcla con los densos jardínes de flores y un aroma a hierba silvestre que lo invade todo.Pronto nos enamoramos del encanto de la vegetación y el rosa de las buganvillas. Por un lado, la terraza tiene un aire bohemio-chic muy acogedor.
- Formentera (a pie o en bici) de faro a faro
Ya sea por el día o por la noche, todo irradia magia. Paraíso de los pinos está formado por 29 suites y 6 exclusivas villas que reflejan la esencia de la isla en la sencillez de su decoración y en los materiales naturales usados. Recordemos que Formentera es una isla totalmente protegida y la sostenibilidad es una de las claves fundamentales, su política eco está presente en todo el alojamiento y han encontrado un equilibrio perfecto entre diseño, autenticidad y compromiso con el entorno. Habitaciones coquetas, agradables, con un aire isleño y con todas las comidades posibles (cocina, salita de estar, terraza, amplío baño y, como no, el dormitorio).
Visitamos las exclusivas villas, donde la privacidad está totalmente garantizada dentro de todos los privilegios que ofrece el Paraíso de los Pinos. De estilo tradicional balear y una decoración entre mediterránea y contemporánea, cada villa está dotada de estancias amplias e íntimas terrazas (hay de diferentes metros), todas cuentan con jacuzzi y cocina completamente equipada donde poder preparar los productos frescos de los mercados locales.
Es mal pas
La experiencia no acaba ahí. Como hemos dicho, vamos a vivir la auténtica y tradicional Formentera, así que la gastronomía es uno de los puntos fuertes. El restaurante Es mal pas es la propuesta del Paraíso de los Pinos, del que puede disfrutar cualquier amante de la cocina, ya esté alojado en el hotel o no. Es una fusión entre lo tradicional con lo moderno, de la mano del chef Arneu Santos, que nos encandila a los comensales gracias a sugerentes platos como el arroz meloso con secreto ibético, boletus y foie, la cola de bogavante con jugos de mejillón al azafrán y perlas de mujol, el duo de vieiras con tiradito de panceta y glaseado al josper o el carpacho de atún con vinagreta de bogavante.
Restaurante Tanga, en Ses illetes
Situado en la paradisíaca playa de Llevant, el restaurante Tanga, que abrió sus puertas en 1978 (el año que viene celebra su 45 aniversario) es una de las paradas obligatorias para degustar la comida típica de la isla pitiusa, eso sí, con un toque vanguardista que no deja indiferente a nadie. Rafa Tur regenta, justo a sus hermanos, el emblemático espacio que se ha convertido en una insignia de Formentera y que lleva por bandera la autenticidad, la tradición y el sabor mediterráneo en cada uno de sus platos utilizando productos autóctonos tanto del mar como de la tierra.. Entre sus platos destacan el Bogavante frito al estilo de Formentera, Caldereta de Langosta, Pescados de la zona (en salsa verde o al estilo de la isla balear) o la Brandada de Bacalao, todo servido con vinos del zona para acompañar la experiencia gastronómica.
Visitamos el taller de Lorenzo Pepe
Formentera es un enclave mágico que atrapa, inspira y abre la mente. Gracias a su naturaleza salvaje, a su espíritu hippie y vida relajada y despreocupada, la isla se ha convertido en una de las residencias más habituaciles para artistas destacados, libres y, sobre todo, soñadores. Ese es el caso de Lorenzo Pepe, nacido en Milán y afincado desde 2020 en Formentera, donde se dedica a la joyería de autor. Investiga un estilo basado en el estudio formal y gráfico de la armonía natural. Se inspira principalmente en los organismos marinos y en sus estructuras, texturas y simetrías. Siempre en búsqueda de una elegancia esencial y originaria, fuera del tiempo, otorga a sus creaciones el sentimiento de fuerza equilibrio y serenidad propio de la contemplación de la naturaleza y de la vida. Su obra se llama Pequeñas Criaturas, y nace del estudio y el entendimiento de la propia naturaleza. Aparte de su taller y su tienda en el centro de Sant Francesc, Lorenzo da cursos de introducción a la joyería y otro más especializado en la materia sobre cómo hacer joyas con la espuma, técnica con la que más se siente identificado porque le permite expresar lo que quiere, a pesar de alejarse de lo puramente comercial.
Última parada: Ca Na Platera
El broche final para una experiencia única nos dejó con muy buen sabor de boca, literalmente. Ca Na Platera es otra de las propuestas para conocer la tradición y autenticidad de la isla balear en todas sus variantes. Desde la agricultura, los sabores o los olores hasta la exclusividad de una villa única, con una decoración exquisita y una ubicación inemorable en el interior. En una finca de 15.000 metros nace Ca na Platera con el objetivo de seguir la estela familiar, de mantener las raíces de Formentera. Ca na Platera es un pequeño olivar familiar ubicado en Formentera. Los aceites son siempre elaborados de primera prensada en frío a partir de tres variedades de aceituna, Arbequina, Cornicabra y Picual, seleccionadas por su calidad, el intenso aroma afrutado resultante y por su adaptación a las condiciones ambientales especiales de la isla. Tras cuatro generaciones, ahora Marco Ribas de pone al frente de una exclusiva experiencia, que mezcla la tradición con la innovación, para descubrir la auténtica Formentera a través de estancias exclusivas, diseñadas para generar experiencias únicas, donde la gastronomía local predomina. Un sueño hecho realidad.
Con gran experiencia en el mundo de la hostelería balear, Ribas ha apostado por crear una oferta en la isla que hasta ahora no se conocía. En su apuesta por el turismo rural, el empresario ha creado una nueva propuesta que combina los auténticos sabores de la isla con una gran oferta de actividades durante la estancia en la finca privada, una lujosa finca que se alquila completa para disfrutar con los tuyos, de las vacaciones u ocasiones especiales y que, sin duda, te dejará boquiabierto. Es una apuesta para que lo que de verdad hace que Formentera sea única -su gente, sus raíces, su gastronomía, sus sonidos o sus sabores- no se pierdan.