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© Cordon PressCASCADA DE TOXA, PONTEVEDRA
El Toxa es un pequeño río que nace al sur de Silleda de la unión de varios arroyos y discurre a lo largo de 15 kilómetros hasta su confluencia con el Deza, donde se encaja y sorprende con un salto vertical de 30 metros de altura en medio un denso bosque de robles carballos, castaños, alcornoques y decenas de especies más. Se encuentra a 40 kilómetros de Santiago, en la parroquia de Pozas, y a 15 minutos del monasterio de Carboeiro, y su mejor panorámica se admira desde un mirador situado en su parte más alta.
© Cordon PressCASCADA DE ÉZARO, A CORUÑA
¿Qué hace única a esta cascada de la Costa da Morte? Pues que es la única de Europa que desemboca en el mar. El espectáculo tiene lugar en Ézaro, en el concello de Dumbría, y lo ofrecen las aguas del río Xallas al precipitarse a 40 metros de altura del monte Pindo. En lo alto hay un mirador con magníficas vistas del entorno, pero para ver la cascada hay que descender al nivel del mar, aparcar el coche y luego caminar por la pasarela de madera que se acerca a la cascada. Emocionante también la aventura de alquilar un kayak y aproximarse a ella.
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© Cordon PressCASCADAS DE BAROSA, PONTEVEDRA
Desde Barro, por la carretera que une Caldas con Pontevedra, un desvío lleva al Parque Natural de la Ría de Barosa, un espacio protegido famoso por las bonitas cascadas que forma el río Agra. En el entorno 17 molinos recuperados dispuestos junto al río de forma escalonada rodeados de un bosque de robles, pinos y eucaliptos y un área recreativa con varias pozas para darse un baño. Una parada recuperada para los peregrinos que siguen el Camino Portugués a Santiago.
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© Cordon PressCASCADA DE AGUACAÍDA, LUGO
Es una de las cascadas más visitadas de la Ribiera Sacra lucense, y por ella se precipitan las aguas del arroyo de Aguianza dando un salto de unos 40 metros de altura poco antes de desembocar en el Miño. El punto de partida es Marce, a unos 10 kilómetros de Ferreira de Pantón, donde se deja el coche en el aparcamiento para tomar un camino de unos 2 kilómetros que discurre en su último tramo por pasarelas de madera y escaleras que salvan los tramos más empinados. El recorrido termina en un mirador que permite contemplar la cascada, a cuyos pies se forma una piscina natural.
© Cordon PressCASCADA DE CASARIÑOS, PONTEVEDRA
Galicia tiene decenas de rincones desconocidos y la sierra do Suído es uno de ellos, que hace de frontera entre Pontevedra y Ourense, con cumbres que alcanzan los 1000 metros de altura, bosques autóctonos y la cascada de Casariños, uno de los principales atractivos de Fornelos de Montes y también de la ruta de los Chozos de A Laxe, dos caídas superpuestas que forman las aguas del río Fonte Uceira y la poza de color verdoso que forma a sus pies.
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© Cordon PressCASCADAS DE ARENTEIRO, OURENSE
Una escapada a las tierras del Ribeiro descubre la minúscula aldea de Pazos de Arenteiro, en la comarca de O Carballiño, de calles empedradas y pazos señoriales. De este lugar escondido entre laderas de vides, pinares, robles y el río del mismo nombre, del que se extraía la plata que se dice arrastraban sus aguas y le dieron prosperidad en otro tiempo, parte el sendero que conduce al Pozo dos Fumes, una ruta de senderismo entre puentes antiguos y potentes cascadas que es el más claro ejemplo de la naturaleza en estado puro.
© Cordon PressAS HORTAS, A CORUÑA
Dos caídas de agua de más de 30 metros de altura conforman esta fervenza que marca los límites entre los concellos de Arzúa y Touro y esconde una trágica leyenda que le ha dado un sobrenombre: el de la cascada de Santa Marta. Para llegar hay que situarse en el lugar de As Hortas y tomar un camino de 400 metros bien acondicionado que lleva hasta sus pies, inmersa en un frondoso entorno.
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© Cordon PressCASCADA DE VIEIROS, LUGO
Un bonito soto de castaños, abedules y robles envuelve la cascada más atractiva de la sierra del Courel, ese espacio natural gallego que limita con León con picos de más de 1500 metros de altura, profundos valles, incontables arroyos y una tradición íntimamente relacionada con su aislamiento. El punto de partida para alcanzar esta cascada por la que caen las aguas del río Selmo desde 25 metros de altura a una gran poza es la aldea de A Seara. Unas cuerdas en los árboles ayudan a descender la pendiente de su tramo final y un puente de madera aproximarse más a ella.
© Cordon PressCASCADA DE LA SEIMEIRA, LUGO
En la montaña de Lugo, la Seimeira de Vilagocende, tiene el honor de ser la segunda cascada más alta de Galicia, rivalizando con la de O Toxa de Silleda y donde las aguas del río Porteliña se desploman desde unos 50 metros de altura. Para llegar a ella es necesario hacer una ruta a pie descendente por el bosque de algo más de un kilómetro desde A Fonsagrada. Un mirador en lo alto ofrece otra perspectiva.
