Dubái lleva décadas demostrando al mundo que, cuando se trata de vivir la vida, de llevarla a tal extremo que alcanza lo excepcional, donde nada puede superar lo establecido, no existe absolutamente nadie que le gane. En esta capital de los Emiratos Árabes Unidos el lujo es la forma de vida, casi una obsesión, y no se entiende su disfrute sin carísimos coches deportivos, magnánimos centros comerciales, rascacielos de infarto y esplendorosos rincones. En Dubái no hay término medio: todo es lo más.
Dubái, mejor destino del mundo 2023
Es por eso que, a la misma velocidad a la que sus calles se colman de más y más construcciones y la ciudad crece sin límites, los chefs y restaurantes más reputados del mundo aterrizan para hacerse hueco y mostrar al universo su propuesta. Todos quieren estar en Dubái porque es donde hay que estar. Y nosotros hemos tenido la suerte de comprobarlo: aquí van un puñado de spots de los que saldrás encantado.
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AL FAHIDI, EL BARRIO HISTÓRICO
Para ponernos en contexto y recordarnos bien en qué lugar del mapamundi estamos, lo mejor es poner rumbo al barrio histórico de Al Fahidi, donde ser partícipes de cómo era la ciudad allá por el siglo XIX. Se halla situado junto a la ría de Dubái y lo compone un laberinto de calles estrechas y peatonales que rememoran la ciudad del pasado. Allí mismo se halla el Arabian Tea House (arabiantehouse.com), un acogedor restaurante con patio sombreado donde la cocina local es la reina.
Nos encontraremos con el ambiente típico de las casas tradicionales en la que los dubaitíes solían citarse para tomar té y charlar. La sombra de los árboles da cobijo a mesas y sillas de ratán y elementos decorativos en tonos turquesa. En las paredes, fotografías antiguas nos llevan a viajar a tiempos remotos, mientras que sobre la mesa el despliegue de platillos árabes es tal que no sabremos por dónde empezar. Abierto desde 1997, no podrán faltar delicias como el hummus o el babaganoush, el mutabal, los falafel o el fattoush. Entre las carnes, el cordero es claro ganador, aunque también hay lugar para el biryami diyai o el estofado de langostinos. Dubái en todo su esplendor.
LA NIÑA: HAY UN LUGAR PARA LA PENÍNSULA IBÉRICA EN DUBÁI
Recién abrió sus puertas este elegantísimo restaurante en el que el diseño, la esencia y la comunión entre las gastronomías española y lusa se dan la mano demostrando que la excelencia culinaria, cuando se apuesta por ello, no entiende de fronteras. Ubicado en el corazón del DIFC –el Centro Financiero Internacional de Dubái–, rodeado de increíbles proyectos arquitectónicos que son base de restaurantes de alta cocina y aclamadas galerías de arte, La Niña (laninarestaurant.com) nos permite huir del bullicio financiero del barrio para encontrar la paz.
Bares de altura en Dubai con panorámicas que quitan el hipo
Lo primero que sorprende es la cuidada decoración: techos altísimos de los que cuelgan elegantes candelabros combinan con enormes azulejos de inspiración portuguesa que nos dan la bienvenida reflejando, en las paredes, parte de la historia del comercio con América –ahí el guiño a La Niña, uno de los barcos que zarparon hacia el Nuevo Mundo–. Una coqueta terraza alberga una fuente central y la música ambiente en directo para amenizar la experiencia.
¿Para catar? Delicias como sus gambas al ajillo, el tartar de atún con trufa, la coca de trufa con queso e higos o el rabo de toro cocinado durante 48 horas. También sus pescados y carnes al Josper y, cómo no, sus postres: el trampantojo de aguacate y mousse de chocolate blanco es, simplemente, espectacular. Todo regado con cócteles y una carta de vino que invita, de nuevo, a viajar.
ATMOSPHERE: ALTA COCINA EN LAS ALTURAS
Nos dirigimos a otros de los iconos de Dubái, aunque si lo definiéramos como el auténtico símbolo de la ciudad, no mentiríamos: el Burj Khalifa se alza hacia el cielo con sus 828 metros de altura sabiéndose absolutamente todopoderoso. Eso sí, no será de extrañar si el día que nos animamos a cenar en uno de los restaurantes más altos del mundo el clima hace de las suyas y decide envolvernos en nubes. Las vistas quedarán eclipsadas, pero finalmente siempre aparecerá la luz. Contemplar la ciudad a nuestros pies mientras degustamos algunas de las exquisiteces de Atmosphere (atmosphereburjkhalifa.com), no tendrá precio.
Sobre todo, si lo hacemos desde su reservado, una habitación exclusiva y elegante donde, al igual que en el resto del restaurante, están presentes los terciopelos y el cuero, los papales pintados en las paredes y todo el glamur del mundo: por un momento casi creeremos que estamos en París. Ubicado en la planta 122 del rascacielos, y amenizado por las notas del violín electrónico que acompaña en directo las veladas, deberemos dar buena cuenta de su fuente de mariscos, sus propuestas a base de Wagyu 9+ Tomahawk o sus sabrosos cócteles. En el lado opuesto, The Lounge, la cara B de Atmosphere, abre todo el día y ofrece un ambiente mucho más desenfadado.
DONDE JAPÓN SE ENCUENTRA CON EL MUNDO ÁRABE
Ya lo dijimos al comienzo: los más renombrados restaurantes del mundo han ido buscando su lugar en Dubái. Uno de ella es Zuma, fundada por el chef Rainer Becker y su socio Arjun Waney en Londres en 2002. Desde entonces la exitosa propuesta se ha extendido a otras muchas partes del planeta, ampliando el negocio también a ROKA (rokarestaurant.com), al que nos dirigimos. ¿El enclave? No podría gustarnos más: en los bajos del hotel ME Dubai Hotel, proyectado por la mismísima Zaha Hadid, se halla este templo a la rica mesa, el primer ROKA en abrir sus puertas en Oriente Medio.
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Un amplio espacio proyectado por el diseñador de interiores japonés Noriyoshi Muramatsu nos lleva de la mano al Japón más vanguardista sin olvidar la tradición que siempre palpita de fondo en esta cultura. Aquí, todo sucede en torno a la robata, la parrilla japonesa con origen en los métodos de cocción tradicionales de los pescadores del norte de Japón, que cocinaban en los barcos con diferentes carbones. Desde la barra, tocará disfrutar del espectáculo visual que precede al del gusto.
Cuando llega la hora del festín, nada como arrancar con crudos en forma de sashimis y niguiris de todo tipo de cortes de pescado para continuar con imperdibles de la talla de su berenjena templada con salsa de miso o el tuétano con ajos confitados y miso. Para ayudar a digerir, su ensalada de lechuga iceberg con cebolla caramelizada y algún que otro cóctel, por supuesto.
Si optamos, sin embargo, por un plan para fin de semana, nada como irnos hasta Zuma (zumarestaurant.com) para disfrutar de su brunch: el despliegue de exquisitas viandas a lo largo del local, así como la opción de que nos cocinen lo que deseemos en la robata y al momento, nos terminará de conquistar. ¿Un consejo? Dejar hueco para los postres, toda una tentación.
BOCADOS DE PERÚ EN EL HOTEL MÁS LUJOSO DEL MUNDO
Así es. Desde que a comienzos de año la mismísima Beyoncé inaugurara el increíble complejo hotelero de Atlantis The Royal (Atlantis.com), en la exclusiva The Palm, en el que participaron los principales diseñadores, arquitectos y artistas del mundo, todo el planeta puso los ojos en él. No en vano es, muy probablemente, el hotel más lujoso del planeta: aquí, una vez más, todo es a lo grande. Empezando por las 795 habitaciones con la que cuenta, así como con suites y exclusivos penthouses. Dos kilómetros de playa privada, 90 piscinas –incluyendo las de las suites–, helipuerto, acuario, un espectáculo de música, luces y fuentes que ya quisiera el mismísimo Burj Khalifa y lo que nos interesa: 17 restaurantes, 8 liderados por grandes nombres de la cocina internacional.
Nos decantamos, en esta ocasión, por La Mar by Gastón Acurio. Un pedacito de Perú en Dubái en el que disfrutar de los sabores de sus ceviches y anticuchos, de su Lomo Saltado y sus asados al carbón. Una barra en la que se despliegan auténticos tesoros en forma de mariscos y pescados, y una cocina vista donde los aromas y sabores nos transportan directamente a las calles de Lima o Arequipa: encargado de los fogones en este lado del mundo, el chef César Ulloa. Habrá que decidirse entre interior, o exterior, aunque nosotros lo tenemos claro: su terraza panorámica con vistas a The Palm y, de lejos, a parte del skyline dubaití, nos convencen.
¡Pero, ojo! Que en Perú no acaba la cosa: Atlantis The Royal también acoge las tapas españolas de José Andrés en Jaleo, las propuestas de gastronomía persa de la chef Ariana Bundy, la oferta japonesa más vanguardista de la mano de Nobu o los sabores asiáticos en Ling Ling de Steven Nguyen. La parte dulce nos la trae la repostera británica Mich Tuner en The Little Venice Cake Company, una absoluta tentación para los sentidos en la que los más golosos encuentran, gracias a sus atractivos cupcakes y tartas, el auténtico paraíso.